Cuatro detenidos por asaltar a punta de pistola 30 comercios de Barcelona

La investigación se inició en junio cuando los mossos constataron que diversos comercios de la ciudad habían sido atracados por un mínimo de dos personas que huían en moto tras consumar el robo.

Los robos tenían un 'modus operandi' similar, en el que un solo autor --aunque en ocasiones podían ser dos-- entraba en el establecimiento y se dirigía a la persona que estaba en caja esgrimiendo un arma de fuego o encañonándolo para que abriera la caja; luego salía del comercio y huía con la moto con la que esperaba

Ante la rapidez con la que actuaban los atracadores y la dificultad para identificarlos, la policía formó un grupo de trabajo con el objetivo de arrestarlos.

En los ocho primeros atracos se pudo corroborar que los autores eran siempre las mismas personas, pero un par de meses después los investigadores observaron que éstos se habían separado y habían buscado un nuevo compañero para efectuar los robos.

Los investigadores identificaron a los dos primeros atracadores y luego a los acompañantes habituales; el hecho de que ninguno de ellos tuviesen antecedentes policiales dificultó notablemente la investigación.

"DESAVENENCIAS PERSONALES"

Los dos primeros autores, Francisco Javier H.A. y Eduardo F.L., se habían separado por "diversas desavenencias personales" y buscaron nuevos compañeros, por lo que el grupo de atracadores buscado pasó de dos a cuatro.

Un primer dispositivo, desarrollado la primera semana de septiembre, detuvo a dos de los autores cuando se disponían a atracar un supermercado de la calle Berlín de Barcelona, al que se habían desplazado con una moto robada.

En el registro a los dos atracadores, los agentes intervinieron una pistola simulada con apariencia real, que era la que habían utilizado en otros atracos.

Días más tarde, los investigadores arrestaron 'in fraganti' a un tercer atracador cuando estaba robando en una farmacia de Sarrià, y por último el 14 de septiembre localizaron y detuvieron al cuatro atracador.

Entre todos se les imputa robos violentos en 14 supermercados, 11 farmacias, dos panaderías, una gasolinera, un restaurante y una zapatería en los distritos del Eixample, Gràcia, Sarrià, Horta, Sant Andreu, Les Corts y Sants.

Tras pasar a disposición judicial, el juez ordenó el ingreso en prisión de tres de ellos y la libertad con cargos para el cuarto.