El fuego arrasó 28.382 hectáreas de enero a abril de 2017, 14 veces más que en el mismo periodo de 2016

Así, el primer cuatrimestre de abril ha registrado más del triple de siniestros que en el mismo periodo de 2016 y un 23,19 por ciento más que la media del decenio.

En total, se han producido 5.163 fuegos, de los que 2.767 fueron conatos (de menos de una hectárea) y otros 2.396 fueron incendios de más de una hectárea. De estos, seis --tres más que la media del decenio-- superaron las 500 hectáreas por lo que pasaron la barrera de los grandes incendios forestales.

La cifra es, igualmente, muy superior a la del mismo periodo de 2016, cuando no se había producido ningún gran incendio. Así, los primeros cuatro meses de este año solo se han visto superados por los 10 grandes incendios de 2012.

De momento, 2017 se coloca como el quinto peor año del decenio, superado por las 61.788 hectáreas del mismo periodo de 2012, las 34.838 de 2009; las 31.782 hectáreas de 2008 y las 28.364 hectáreas de 2011.

Por tipo de vegetación incendiada, 21.992 hectáreas eran de superficie matorral y monte abierto; 4.197 hectáreas de superficie arbolada y 2.192 hectáreas de pastos y dehesas.

Con estos datos, lo que va de 2017 registra un claro repunte de los incendios, tanto por número como por hectáreas arrasadas, frente a 2016 que, por otro lado, fue el mejor año del decenio, al menos en sus primeros cuatro meses del año.

En cuanto a la distribución geográfica, el 62,35 por ciento de los siniestros se produjo en el noroeste; el 30,33 por ciento en las comunidades interiores; el 7,05 por ciento en el Mediterráneo y el 0,27 por ciento en Canarias.

Entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2017, el 81,98 por ciento de la superficie forestal ardió en el noroeste; el 15,66 por ciento en las comunidades interiores y el 2,36 por ciento en el mediterráneo.

Finalmente, el 68,83 por ciento se quemó en el noroeste; el 29,33 por ciento en las comunidades interiores y el 1,84 por ciento en el mediterráneo.