El mediador en el diálogo con los talibanes pide que el Ejército paquistaní se retire del valle de Swat
EFE
23/02/200908:08 h."Tras nuestras conversaciones con los talibanes hemos llegado a la conclusión de que la retirada de las tropas de Swat es necesaria, pues se registran muchos problemas con su presencia", explicó a Efe Izzat Khan, portavoz del grupo islamista Tehreek-e-Nafaz-e-Shariat Muhammadi (TNSM, Movimiento para el Refuerzo de la Ley Islámica).
El líder del TNSM, Sufi Mohammed, firmó hace una semana un acuerdo con el Ejecutivo de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP) que prevé la implantación de cortes de la "sharia" o ley islámica en el valle si la insurgencia abandona la lucha armada.
Posteriormente, Mohammed se trasladó a una localidad no precisada del distrito de Matta en Swat para exponer el acuerdo a su yerno y líder de la insurgencia talibán, el "maulana" Fazlulá.
Khan dijo que, para que los insurgentes depongan las armas, el Gobierno debería conceder una amnistía a los talibanes, que comenzaron su lucha contra el régimen de Pervez Musharraf en verano de 2007 tras el asalto armado a la Mezquita Roja de Islamabad.
Fazlulá ya había formulado estas exigencias el pasado viernes, tras las primeras negociaciones con su suegro, al que pidió volver a contactar con las autoridades de la NWFP.
Desde el verano de 2007, la situación de la seguridad en Swat se ha deteriorado gravemente, lo que llevó al Ejército a lanzar una ofensiva a finales de julio pasado que ha causado la muerte de 500 insurgentes, según datos oficiales.
La ola de violencia ha causado además un éxodo masivo de ciudadanos y la muerte de unos 1.200 civiles.
Por su parte, el portavoz del Ejército, Athar Abbas, denunció hoy que los insurgentes han recibido dinero de elementos externos y admitió que su institución ha perdido confianza entre la población, según recogió el canal privado "Geo TV".
Tanto el Ejército como los talibanes han declarado una tregua para apoyar el proceso de paz, aunque ayer los insurgentes secuestraron durante unas horas a un funcionario gubernamental que luego liberaron a cambio de tres talibanes.
Ante la previsible retirada del Ejército, cuya presencia tradicionalmente ha soliviantado los ánimos de las tribus pastunes del norte paquistaní y la zona fronteriza con Afganistán, el Gobierno de la NWFP anunció hoy que entregará 30.000 armas a civiles "voluntarios" para su protección.
"Los insurgentes se están desplegando por la provincia y las bandas criminales se benefician de ello, así que estamos obligados a garantizar protección a los ciudadanos que se encuentran en una situación más desfavorable", explicó a Efe Zahid Bunairi, portavoz del Partido Nacionalista Awami (ANP), formación que encabeza el Gobierno provincial.
La entrega de armas para esta especie de milicias civiles se efectuará sobre todo en pequeñas poblaciones de difícil acceso, situadas en áreas montañosas, que tienen demasiado lejos los puestos policiales y comisarías, dijo la fuente.
"La estrategia debe ser llevada a cabo con cautela. Retiraremos las armas a aquellas personas que no sean capaces de combatir la amenaza", detalló Bunairi.
El ANP, un partido pastún laico que ganó las elecciones de hace un año en el Pakistán tribal, intenta restablecer la paz en el valle de Swat tras seis meses de operación del Ejército que no ha conseguido doblegar a los talibanes.
"Creemos que la mejor manera de luchar contra la insurgencia talibán y contra otros grupos extremistas es a través de la vía policial y mejorando nuestra información de inteligencia. La presencia del Ejército se convierte en un arma de doble filo que crea rechazo", dijo a Efe recientemente un dirigente del partido.
El conflicto armado en Swat es una extensión de la lucha insurgente en las demarcaciones tribales de Pakistán fronterizas con Afganistán, donde el Ejército mantiene varias operaciones abiertas.
Según una fuente de los guardafronteras citada por Geo TV, diez extremistas armados murieron hoy en una acción de las fuerzas de seguridad en la demarcación de Khyber, en la que también resultaron destruidos 15 de sus vehículos y su sistema de comunicaciones.