Según las acusaciones, Berndt, que impartió clase durante más de 30 años, fotografió a varios alumnos con los ojos vendados y cucarachas en el rostro mientras sostenían con la boca cucharas llenas de semen, entre otras crueles perversiones, informa RT.
"Este dinero será destinado a pagar terapias que durarán mucho tiempo, pues el daño emocional seguirá toda la vida", afirma Luis Carillo, abogado de las 81 víctimas.