Un buen samaritano trató de detener a dos delincuentes que acababan de robar en la joyería de un centro comercial en San Antonio, Texas. Uno de los ladrones abrió fuego matándolo, mientras que el otro corrió en su huida disparando de forma errática e hiriendo a tres personas. El delincuente fue detenido poco después tras estrellarse y el otro logró huir por lo que es buscado por la policía.