La vida también es sueño

Los datos no acaban aquí. El 35 por ciento de los accidentes de tráfico se producen por distracciones ocasionadas por somnolencia y ésta debida, fundamentalmente, a trastornos del sueño, a la escasez de horas de descanso, unidas al consumo de alcohol y de medicamentos (hay antihistamínicos, por ejemplo, que se toman sin prescripción médica, y que provocan sueño). Por eso los especialistas llaman la atención mundial con el eslogan "conduce despierto, llega a salvo"; un mensaje que en el Dia Mundial del Sueño, quiere concienciar a los ciudadanos de la importancia de dormir bien, suficiente, para que el organismo no se resienta. "Muchas veces los pacientes no reconocen que su sueño tiene consecuencias inmediatas sobre la seguridad vial", señala Francisco Javier Puerta, presidente de la Sociedad Española del Sueño.

"No somos muy distintos de otros países europeos", dice la doctora Teresa Canet, neurofisióloga del Hospital Virgen de los Lirios, de Alcoy, Alicante, "por cuestiones culturales, los españoles (como los italianos) dormimos menos que , por ejemplo, los ciudadanos de los países escandinavos. Pero estamos al mismo nivel que el resto de Europa, en cuando a trastornos del sueño se refiere".

Según la Asociación Española de Enfermos del Sueño (ASENARCO) en el último siglo la población ha reducido al menos un 20 por ciento las horas de sueño. Aunque lo que menos ayuda a evitar el problema es que, según esta asociación sólo uno de cada 20 afectados acude a un especialista para tratar el problema del sueño. "Muchas personas no se atreven a contar que tienen un problema de sueño, muchos por desconocimiento, otros porque pueda traerles problemas en su vida laboral", afirma Virgilio Vicente, presidente de ASENARCO. Este colectivo de afectados plantea una queja "Muchos afectados por trastornos de sueño tienen que esperar hasta año y medio para hacerse pruebas, un tiempo sin duda excesivo", dice su presidente. Y los especialistas sanitarios no lo niegan.

Los que quitan el sueño

Se estima que el 30 por ciento de la población puede padecer algún trastorno relacionado con el sueño, por exceso o por defecto de horas dormidas. Los trastornos de sueño más comunes son:

Aprender durmiendo

Todos soñamos, aunque hay quien lo recuerda y quien no. Durante el sueño el cuerpo descansa, pero el cerebro trabaja para procesar la información de lo vivido en el día. "Lección dormida, lección aprendida", es un lema de uso entre los especialistas en el sueño, explica la neurofisióloga Teresa Canet. Y lo que procesa nuestro cerebro durante el sueño es material de ensoñación. "Cuando dormimos hacemos cuatro tipos de sueño, como si bajáramos escaleras con tramos de cuatro peldaños", explica Canet. "Para 8 horas de sueño hacemos 4 ó 5 tramos de escalera. A medida que bajamos peldaños el sueño se hace más profundo; los peldaños son cada vez más amplios y así se llega a la fase de sueño REM (Rapid Eyes Movement), o de Movimiento Rápido de Ojos". Está comprobado que se puede soñar en cualquier fase del sueño, pero cuando más actividad ensoñadora hay es en la fase fase REM. Si nos despertamos en esa fase recordaremos el sueño, y también cuanto más cerca de ella nos despertemos. 1

Los niños más pequeños suelen tener pesadillas o terrores nocturnos que les hacen despertarse en mitad de la noche y que causan también angustia a los padres. En principio no tienen por qué ser patológicos, la situación se calma con la presencia de los padres tranquilizando al pequeño. Pero según la neurofisióloga Teresa Canet, sí deben consultarse con un especialista si se repiten con frecuencia.

A pierna suelta

El sueño depende de la actividad y los hábitos que se tengan durante el día. Si se tiene dificultad para dormir hay vigilar todo lo que se toma o se hace después de comida del mediodía. Los especialistas lo tienen claro. Hay que evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco, sobre todo ya cerca de la hora de acostarse, también la actividad física intensa a ultima hora. Un consejo repetido es que cuando se tienen problemas para dormir la habitación, la cama, sólo se debe identificar como un lugar de descanso, y no utilizarla para comer o leer, ni siquiera para ver televisión.

Los alimentos que se toman influyen en el sueño. PARA DORMIR tiene efectos positivos un vaso de leche caliente . La leche es rica en un aminoácido llamado triptófano que a su vez provoca que llegue melatonina al cerebro, una hormona que induce el sueño. La pasta también es rica en aminoácidos y favorece la aparición de serotonina que también induce al sueño. PARA NO DORMIR también hay alimentos: el alcohol, el chocolate o los fritos, pueden dar problemas a la hora de conciliar el sueño.