Año 1963. La CIA descubre la instalación de varias lanzaderas de misiles rusos en Cuba. Inmediatamente, Kennedy contacta con el gobierno de Kruchev, con quien se había entrevistado un año antes, para obtener información sobre esta acción bélica inesperada. El presidente ruso niega en absoluto que esos misiles existan pero tras la constatación de los hechos a través de imágenes tomadas por vía aérea, la Junta de Jefes de Estado Mayor plantea tres opciones posibles: el bombardeo de las lanzaderas, la invasión de Cuba o el bloqueo del país. Kennedy vive el momento más tenso de todo su mandato ya que sus decisiones pueden suponer el inicio de una guerra esperada por muchos en medio del pacto de la no violencia de la Guerra Fría.