Pillados por Estela

Capítulo 460 (jueves 29 de mayo)

Bea no cabe en sí de gozo, acaba de recibir de Mi Milán un vestido de novia que parece una en toda regla. La joven se ilusiona y no duda en probarse el velo del vestido y ensayar ante el espejo el gran momento. propuesta de matrimonio

Sin embargo, sus sueños pronto se romperán. Be aparece en su casa para reclamar su vestido de novia. Inmediatamente, Bea se disculpa con la joven y . Tras este desengaño, la joven escribe en su blog lo mal que se siente. Sin embargo, una sorpresa se esconde al otro lado de la red: y descubre la identidad de Bea gracias a la historia del vestido. le devuelve inmediatamente el vestido Be es una fan de su blog

Por su parte, tras su vuelta de Milán, Álvaro le presenta a Diego . El director de Bulevar se muestra feliz ante la posibilidad de venta de Bulevar 21 y le muestra a su hermano su confianza en él. la oferta de compra del Grupo Ilíada

Entretanto, Gonzalo no puede cumplir la promesa hecha a Cayetana. La llamada de Amelie provoca que sus instintos más primarios afloren y cuando la francesa le visita a su despacho, el joven no puede resistirse a los encantos de Amelie y termina sucumbiendo a la pasión.

Mientras, Guti sigue con la campaña de declaraciones de la Renta en Bulevar para conseguir un dinero extra. Cuando Diego se entera, acude inmediatamente a su despacho. Sin embargo, el director de Bulevar no le echa la bronca sino que le pide que haga la suya. Sin embargo, tanta bondad por parte de Diego tiene truco: el director de Bulevar quiere que la declaración le salga a devolver, lo cual no va a ser nada fácil.

Por último, y tras varios días sin verla, Álvaro queda con Bea en el parque. A pesar de las preguntas, el ex director no tiene intención de contarle sus planes con respecto a Bulevar 21. Sin embargo, a Bea no le importa, confía plenamente en él y no parece preocuparle los secretos que su amado tiene con ella. Mientras se besan apasionadamente, y conseguir así la prueba feaciente para que Diego tenga que creer en su versión. Estela Molinero consigue fotografiarlos