La madre de Sardá murió cuando él tenía solo ocho años. De los cinco hermanos, él y el más pequeño se fueron a vivir a casa de sus abuelos durante una temporada. Sardá no entendía porque sus abuelos no tenían los mismos apellidos y fue entonces cuando lo comprendió. "Me casé con tu abuela, ella murió y después me casé con esta señora", le explicó su abuelo.