Entre trofeos e imágenes de sus viajes y partidos, el tenista ha creado un hogar acogedor que le recuerda constantemente los logros de su carrera. Feliciano ha comentado que aunque la casa la ha decorado con ayuda, a él le gusta mucho la decoración y no hay huequecito en la casa que no tenga personalidad, desde la bodega, pasando por la sala de cine hasta llegar a su dormitorio.