El artista vivía en la calle Carolinas en el barrio de Cuatro Caminos. Allí había una parroquía en la que su hermano estudiaba y para la que buscaban una voz. Su allegado propuso a Raphael como cantante aunque les advirtió de que todavía era muy pequeño. A los frailes esto pareció no importarles ya que entró a la parroquia y ya no le dejaron salir.