Después de haber salido ilesa de un accidente de helicóptero, Esperanza Aguirre tuvo otro percance con el trasporte. En concreto por aparcar en un carril bus de la madrileña Gran Vía y pretender solventarlo con los agentes sin esperar a ser multada. Aceptó el error, y pretendía que le multaran, pero no quería esperar a recibir la notificación, y eso derivó en que finalmente un juez interviniera.