Probamos el Porsche Cayman GT4

Llevábamos meses esperándolo, y por fin, esta semana hemos tenido la oportunidad de probar a fondo uno de los estrenos del año. Nos referimos al Porsche Cayman GT4, la variante más radical del hermano pequeño del 911.

Se trata de un automóvil pensado especialmente para disfrutar dentro de un circuito, aunque este GT4 también está homologado para circular por carretera. Por ello, en esta ocasión, decidimos analizar el comportamiento del Cayman GT4 por carretera de montaña, dejando para más adelante una prueba en una pista.

Y lo cierto fue que las sensaciones no pudieron ser mejores. Para empezar, la mayoría de los componentes de esta variante se han diseñado para lograr una conducción rápida y ágil sobre el asfalto.

Para ello, los ingenieros de Porsche han incrementado la carga aerodinámica del coche incorporando un spoiler delantero con tres grandes entradas de aire y un gran alerón posterior fijo.

Un kit que también incluye unas entradas de aire en los laterales que ayudan a refrigerar el motor bóxer con 3,8 litros de cubicaje.

Un propulsor que deriva del 911 Carrera S y que rinde una potencia total de 385 CV. Con esta mecánica, el GT4 es capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,4 segundos, casi un segundo y medio más rápido que el Cayman convencional, y alcanzar una velocidad máxima de 295 km/h. Unas cifras que asustan.

Otra de las peculiaridades de este modelo es que solo está disponible con una caja de cambios manual de seis velocidades. Un elemento que nos permitió engranar cada marcha a velocidades de vértigo y que, sorprendentemente, incorpora un sistema automático de punta-tacón.

Para afrontar cada curva a alta velocidad, los técnicos de Porsche han montado un chasis 30 milímetros más bajo que el que emplean sus hermanos de gama. Por otro lado, y para detener a esta bestia, se le han incorporado unos frenos heredados directamente del 911 GT3.

El toque deportivo también está muy presente en el interior gracias a unos espectaculares asientos tapizados en cuero y alcántara. Un material que también recubre el volante, la palanca de cambios y el techo. El habitáculo se completa con varias inserciones en fibra de carbono y con una pantalla central a color con 4,6 pulgadas.

Deportivo y salvaje. Estos son los adjetivos que mejor definen a la ultima criatura de Porsche. No olvidéis su nombre. Se llama Cayman GT4 y ya está a la venta en nuestro país por 99.000 euros.