Recorremos el desierto de Moab por el lanzamiento del nuevo Jeep Cherokee

Pasión, libertad y aventura. Estas son las tres palabras que mejor definen el espíritu de Jeep. Una filosofía que la marca americana, ahora propiedad del Grupo Fiat, ha forjado a los largo de sus 74 años de historia.

Por ello, y aprovechando el lanzamiento del nuevo Cherokee, Jeep nos invitó a pasar unos días en el desierto de Moab, en Utah. Un viaje organizado para un grupo reducido de periodistas en el que pusimos a prueba las capacidades off road del Cherokee.

Tras más de doce horas de vuelo y una corta escala en Dallas, llegamos, a última hora del día, a nuestro destino: el Sorrel Ranch de esta forma, arrancaba nuestra aventura por el Gran Cañon del Colorado.

El día comenzó con un pequeño briefing impartido por los técnicos de Jeep. Una charla en la que nos explicaron algunas de las características de este Cherokee Trailhawk, la variante más completa de la gama.

Una versión que, entre otras cosas, destaca por la incorporación del "Active Drive Lock". Un sistema de tracción total que, como veremos más adelante, nos resultó fundamental para superar algunos obstáculos.

Finalizado el briefing, llegó la hora de subirnos al Jeep. Era el momento de comenzar esta apasionante aventura por la Hell's Revenge, una de las rutas más emocionantes de los Estados Unidos.

Un viaje de 10 kilómetros repleto de subidas y bajadas y recomendada sólo para para los conductores más experimentados y que cuenten con un vehículo bien equipado. Dos premisas que nosotros cumplíamos al cien por cien.

Y es que durante toda la ruta, esta variante Trailhawk hizo gala de su poderío. Además, el diferencial trasero que monta esta versión nos aseguró la motricidad necesaria para salir airoso de todos los obstáculos.

Pero todavía hubo más porque este modelo también nos permitió fijar una velocidad reducida constante que el propio vehículo se encargó de gestionar. De esta forma, pudimos atravesar con mayor facilidad las zonas rocosas.

Como recompensa por completar con éxito la primer parte de la ruta, Jeep nos premió con un pequeño almuerzo en un lugar muy especial. Un mirador situado en el Parque Nacional de Los Arcos y en el que nos quedamos asombrados con la belleza de un paisaje en el que la figura de John Wayne que rodo aquí, La Diligencia y Rio Bravo sigue estando presente

Una vez que terminamos el descanso, retomamos la ruta. Todavía nos quedaba atravesar varios ascensos muy empinados. Zonas en las que la reductora, junto con un alto ángulo de ataque y salida, resultaron claves para completar estas zonas tan difíciles.

La primera parte del trayecto finalizó en las Cuevas del Viento, un entorno protegido que conserva, relativamente intactas, cuevas espectaculares y unas curiosas pinturas. Marcas que realizaron los nativos norteamericanos y que aún hoy, sigue siendo un misterio.

Al final de la jornada, con la luna como testigo, y al calor del fuego, concluyó nuestra primera etapa en Utah. Llegó el momento de meternos en la tienda y aprovechar para descansar. Aún nos aguardaban unas cuantas sorpresas. Pero esto y el final de la ruta, os lo contaremos dentro de unos minutos.