FXX-K: no pueden ir por carretera y valen dos millones de euros pero están agotados

Dicen que Ferrari es un fabricante de automóviles que trasciende más allá del concepto de una simple marca de coches, qué puede considerarse como una religión. Buena muestra es que algunos de sus clientes profesan verdadera devoción por la compañía italiana porque son capaces de gastar hasta dos millones de euros por un coche del que solo existen 40 unidades. Nos referimos al FXX-K, una máquina que recoge mucha tecnología de la Fórmula 1 y que solo puede emplearse en circuitos porque no tiene autorización para circular por carretera.