Antes de conseguir el premio más alto de la historia de Telecinco, David Leo recordaba lo que gustaría hacer con el dinero. “Me iría a Japón, y a unos cuantos sitios más, seguramente. También, montaría una librería-bar y una academia extraoficial”, aseguraba el concursante muy nervioso a falta de tres palabras para conseguir el bote.