El predicador James le dice a Bellamy que tiene que matarlo para hacer que Henry vuelva con ellos. Bellamy se niega pero Fred, sin dudarlo, mata de un disparo a James. Han matado al predicador y Henry sigue sin aparecer. A Henry le sucede lo impensable, sacudiendo la fe de todos a su alrededor, y cuando parecía que se había ido para siempre, regresa a su casa.