Kiko Hernández narraba lo ocurrido con la venta de la casa de Karmele Marchante. Según le ha contado la compradora, el gestor de la colaboradora le llamó porque querían recuperar unos papeles que se había dejado en la caja fuerte. Karmele aseguraba que se trataban de papeles "familiares" muy importantes y añadía que se pagó 3.000 euros para poder entrar y recuperarlos.