Tras el último desencuentro con su padre, en el que también intervino su hermana Laura, Diego Matamoros aparece más conciliador. No quería entrar en detalles y explicaba que tendrán que arreglar lo sucedido en casa. Su padre, desde plató, valoraba sus palabras y las definía como “coherentes” y “correctas”: “Creo que hemos llegado todos tarde a ese entendimiento”, decía.