La ex jefa de Aramis Fuster, Anna Solano, asegura que la vidente se anunciaba en su catálogo en la sección de 'maduritas'. Por un servicio de una hora cobraría unos 300 euros y podría llegar a cobrar unos 2.000 por un servicio de diez horas. Además, la empresaria comenta que la bruja no podría pagarse los apartamentos en los que se alojaba y por eso no podía salir de ellos.