La actual amante del torero: "Jesulín a Belén Esteban no la ha olvidado"

Jesulín le ha puesto (siempre según sus declaraciones) un piso, le pasa por lo menos mil euros al mes, le paga todo, le hace regalos caros y le ha prometido que en algún momento su amor se hará público. Carmen, morenaza gaditana de 28 años, se ha sentado a tomar un café con una amiga y ha acabado en el plasta gigante del 'Deluxe'.

Entre sus declaraciones, muchas sobre Campanario, otras tantas sobre sus encuentros con el diestro, sus futuros planes de boda y sus buenos ratos juntos... Además, varias sobre Belén Esteban, madre de su primera hija, Andreíta.

Belén, amada en la sombra (Ver video)

"Él la aprecia mucho, la aprecio hasta yo, me encanta Belén, me encanta, ¡es buenísima!", ha confesado entre exclamaciones de admiración la joven, madre soltera. Quizás porque se ve reflejada inconscientemente en la situación de la co-presentadora de 'Sálvame', Carmen ha explicado contundentemente los motivos de la mala relación entre diestro y musa: "Lo que pasa es que hay mucha tela de por medio y muchas cosas, vas a comparar a Belén con el 'retaco' (Campanario) que tiene".

Un íntimo amigo del de Ubrique, también interrogado vía cámara oculta, también ha dejado entrever que donde hubo fuego, quedan brasas. "Todavía siente por la Belén un poco, hombre", ha afirmado como si fuese una obviedad.

Andreíta, la niña de sus ojos (Ver video)

Sobre la hija del diestro, también ha tenido a bien conversar: "La Andreíta es su primera niña, es su Andreíta. No la ve porque está la otra quilla, no sé qué coño es lo que hace esa mujer (campanario), se lo come, le come la olla, está harto porque todo el mundo acaba quemándose".

Y ha insistido Carmen: "Andreíta es su niña, coño, y encima no la tiene como le gustaría tenerla".

A pesar del peso de estas declaciones, Mari Carmen también ha hablado de su situación sentimental con Jesús ("¡estoy loca con él!"), del supuesto embarazo de la Campanario ("Si lo está, él no quiere más hijos con ella") y de su futuro juntos, el de ella y el matador mujeriego: "Lo mismo un día me veo en la tele de su brazo".