Algunos no saben quién es, otro les confunden con un inglés o con Kiko Rivera, le han llegado a echar sesenta y cinco años, o confundirle con un loro de lo mucho que habla, pero los más pequeños juegan siempre en el terreno de la sinceridad y los que saben de quién están hablando le califican de "artista" y le quiere ver de segundo de Mariano Rajoy.