Mª Ángeles se derrumba por las burlas de Nagore y Blanca

Tras una primera semana "de calentamiento" en la que no se la ha sentido demasiado, Mª Ángeles ha vuelto por sus fueros dispuesta a echar por tierra los consejos de Escassi e imponer su criterio en el establo, que para eso es la encargada de los animales. No habría ningún problema de no ser porque ciertas práctica pueden redundar en castigos, como señalaba Nagore.

"Sabía yo que contigo iba a ser imposible", suspiraba la vasca. Según Nagore, Marian estaba echando más paja de la necesaria y no agarraba las ubres de la vaca correctamente. La madre de Aída, contestaba en árabe a sus reproches. Para evitar más enfrentamientos, la capataza Raquel modificó las tareas, de manera qe Blanca ordeñaría a la vaca y se llevaría la leche, y Mª Ángeles se ocuparía de todo lo demás.

Fue peor el remedio que la enfermedad. Nagore y Blanca esperaron el momento en que apareció MªÁngeles por el establo para atacarla a sangre fría. En una especia de broma privada, la saludaron imitando la corneta y, cuando ésta entró al trapo, la criticaron gratuitamente y con mucha saña, echándole en cara sus patas de gallo y que "había echado un culo para forrar pelotas".

Mª Ángeles escapó de las chanzas salvando el orgullo, pero no pudo evitar derrumbarse. Encontró el hombro de Regina y un rincón oscuro para llorar de impotencia: "ella no tiene hijos y no la van a ver llorar, es una arpía, nada más", sollozaba refiriéndose a Nagore.

Raquel, que fue testigo de las burlas, posteriormente reprendió a Blanca y Nagore por lo que calificó de "provocación". Admitió que Mª Ángeles podía ser estresante y pecar de perfeccionista, pero también señaló que la ayudante de capataz era un poco 'mandona'.