Uno de los fuegos estaba desatendido, momento que Blanca aprovechó para hacer sitio a la olla de agua que, explicó, iba a usar para fregar los platos. Poco después Mª Ángeles apareció en escena y se puso hecha una furia cuando vio quien había ocupado el lugar en el que ella, supuestamente, iba a calentar leche.
No ayudó demasiado que 'madre' observara horrorizada como una 'estalactita' pendía peligrosamente de la nariz de Blanca sobre el cuenco de las lentejas. "Límpiate el moco que se te está cayendo", le gritó, a lo que la borbona contestó desabridamente "¡límpiate tú el coño!".
La tarde continuó calentita. Posteriormente, Marian se quejaba a Nagore del asunto. Blanca lo escuchó y replicó: "Nadie te ha quitado la leche. Cállate ya, bruja"
En la habitación del capataz, Nagore regaño duramente a Blanca. La vasca está cansada de que ella intente darle consejos y que la otra le ponga malas caras. Aún así le pidió una vez más que evitara enfrentamientos con Marian, que le sigue el rollo y eso le perjudica. Su amiga le dio la razón y prometió enmendarse.
Sin embargo, los consejos volvieron a caer en saco roto. Blanca comía las lentejas y le susurró a Nagore que estaban un poco crudas. Mª Ángeles, Dios le conserve el oído, lo oyó todo, como siempre e hizo el comentario oportuno. "Parece que lo que te he dicho arriba no ha servido de nada", murmuró la vasca, hastiada.