Se define como una mujer aventurera y amante de los riesgos, por eso no se ha pensado dos veces dejarse adotpar por una familia anónima, aunque lo único que pedía era que su familia fuése "maja y enrrollada".
Y la verdad es que Sonia Monroy ha tenido suerte, pues ha sido adoptada por un matrimonio mayor, pero muy marchosos y simpáticos. Milagros tiene 61 años y es ama casa y una verdadera experta en guisos. Ella ha sido la responsable de la adopción. Alfonso tiene 63 años, está en paro y es un auténtico "manitas" del bricolaje.
Esta pareja reside en un pueblo de Toledo y allí es hasta donde Sonia se ha trasladado para comenzar su adopción en la churrería del pueblo, comiendo porras y brindando con chupitos.
Entre chupito y chupito, Sonia confesaba que: "El único vicio bueno es el sexo", ya que ella afirma no beber ni fumar. Momentos después, la famosa se arrancaba a bailar flamenco junto con Alfonso y el cante de una pareja de amigos de la familia.
De modo que su adopción comenzaba fuerte y el siguiente paso era visitar una frábrica de vinos de la comarca. Durante el camino, Sonia se sinceraba con su 'madre adoptiva' y afirmaba que ser famosa es muy duro.
La cantante contaba cómo el programa 'Sálvame' impidió su matrimonio con su último novio: "Con mi último novio pasó eso: todo muy bien, me iba a casar... Lo que pasa que fui a 'Sálvame' y me sacaron que había sido actor porno", declaraba.
Sonia aclaraba que todo el lío que se formó en torno a esta relación, con platós de televisión de por medio, fue la razón de por qué no se casó.
Segundos después, Sonia se veía conduciendo un tractor y embotellando vino delante de un póster suyo semidesunuda. Y tras este duro trabajo, llegaba el momento de la comida, donde la famosa tenía que ayudar a poner y quitar la mesa.
Aunque el momento más importante no eran las lágrimas de Sonia al sentirse atacada por las preguntas de una amiga de la familia ni el "strip cinquillo" al que jugaba, sino cuando Donald, un chico americano "adoptado" anteriormente por la familia, entraba por la puerta.
Donald conocía en ese instante a Sonia y quedaba prendado a la vez de ella, por lo que el joven no perdía el tiempo en intentar conquistarla con todo tipo de estrategias.
Momentos después, Sonia se sinceraba con una amiga de la familia contándole lo momentos más dolorosos de su vida: un aborto natural, la pérdida de su hermano y de su padre.
Tras desahogarse, la famosa pasaba a darse un baño relajante que se convertía a su vez en el baño más picante del programa. Presumiendo primero de lencería, y después de cuerpo, Sonia protagonizaba una escena propia de película.
Para terminar la adopción, Sonia vive momentos también de película, pues vestida con un corto y ajustado vestido negro de gala, se da un paseo en moto por el pueblo para comprar el desayuno. Aunque después le quedaría que pasar un mal trago al vivir una jornada de caza, que deseaba terminar cuanto antes.
No te pierdas la adopción de Sonia Monroy el viernes, 7 de enero, a las 17.45h., en La Siete.