Gracias al chivatazo de Caridad, que informó de dónde se encontraba María de Castro a causa de los celos, Guadalmedina ha cercado la cabaña con la intención de matarla a ella y, también, a Alatriste por haberla encubierto. Afortunadamente, el soldado ha podido demostrar que no fue la actriz quien le contó a Bocanegra que el Príncipe de Gales y la Infanta María Ana iban a casarse en secreto.