Cambio de objetivo

telecinco.es 13/07/2010 08:12

El objetivo parece haber cambiado para Sonia y Malena. Ahora mismo, coinciden con María José y Parri en ver como principal rival a Trapote, circunstancia que provoca un curioso maridaje entre estos y aquellas. Dicen que la política hace extraños compañeros de cama. También pasa en los realitys.

De repente se han dado cuenta de que no es María José su principal enemiga. Congraciándose con ella quizá puedan conseguir salvar el pellejo, especialmente si fuera Parri el expulsado esta semana. Tengamos en cuenta que nosotros contamos con una pista según la cual la cosa está entre María José y Sonia, peligrando más esta última. Pero claro, ellos no saben nada y quizá piensen que el pobre 'medio hombre' (así han venido a pintar a Parri) será quien salga este jueves.

En caso de que fuera Parri el expulsado, como digo, Sonia y Malena podrían llegar a salvarse de la nominación, siempre y cuando se dieran un par de circunstancias. A saber, que el collar de líder se lo colgase una de ellas y María José o Deborah se decantasen por nominar a Trapote antes que a ellas. En ese caso, la nominada del grupo sería Trapote y la líder elegiría a Deborah, o incluso podría terminar traicionando a María José. En caso de que fuesen tres los nominados aún podría caer una de las dos rubias, pero no las dos.

No creo que suceda nada de esto, pero puede ser el planteamiento de las dos concursantes, o igual ni se han llegado a hacer composición de lugar alguna pero están percibiendo que ha llegado la hora de intentar derribar al más fuerte. En el diario de ayer vimos como parecen todos estar convencidos de que Trapote podrá con quien esté nominado, por lo cual colijo que están convencidos de su seguro triunfo. ¿Cuál es el único método a su alcance para evitarlo? Crear el mal rollo suficiente en su contra para que la audiencia se replantee salvar a Trapote o hacerla ganadora.

Para ello empieza Sonia envenenando a María José. Apostadas en una especie de barricada, con una esterilla tapándolas, le viene a decir que ellas estaban influidas por las habladurías de terceros pero no tienen nada en su contra. Es evidente que el tercero no puede ser nadie más que Trapote, de forma que pretenden conseguir el apoyo de la bilbaína contra una enemiga común. Más tarde, la propia Sonia le recomienda a Trapote que hable con María José y aclare así sus diferencias con ella. Es un consejo envenenado.

Hasta tal punto espera que la conversación entre Trapote y Mariajo vaya por unos determinados derroteros que mientras esta se produce comentan Sonia y Deborah que deben estar diciéndose de todo. Ese era el objetivo, no puede estar más claro. Primero me congracio yo con María José y luego intento que esta y Trapo salgan tarifando delante de las cámaras. Y, más o menos, así sucede.

Pasa que Trapote es suficientemente lista para salir medio airosa de la conversación, pero le falta cintura para evitar algunos de los bajonazos de María José. Hubiera bastado con que pusiera al descubierto algunas de las falsedades que usa como punto de partida en la conversación para que muchos estuviéramos alabando la respuesta de Trapote. Una lástima que a estas alturas también tema a María José y no sepa evaluar el apoyo que pueda tener, razón por la cual pienso que temporiza tanto, evitando un enfrentamiento directo con ella.

Porque claro, María José llega a afirmar que ella no ha hablado nunca mal de nadie, cuando todos la hemos visto poner de vuelta y media a Rafa, a Perdi o a Guillermo. Por no retroceder hasta Bea o Nerea, además de algunas otras víctimas entre medias. En realidad, María José solamente se ha llevado bien con Román y Parri, además de un fugaz buen rollo que tuvo con Sonia y Malena durante la primera semana de estas en la isla, coincidiendo con la ausencia de Trapote, que se encontraba en la selva.

Para Sonia y Malena el regreso de Trapote a la isla provocó que María José se apartase de ellas y cortase el buen rollo existente. Sin embargo, para María José fueron ellas dos quienes a su encuentro con Trapote prefirieron la compañía de esta en lugar de la suya. Dos formas distintas de ver lo mismo, aunque ahora Sonia decida cambiar la lectura de la situación y pueda afirmar que fueron drogadas por Trapote con repelente de mosquitos, razón por la cual se apartaron un poco de la "mami troglodita", como llamaron la primera semana a Mariajo. Eso o cualquier otra barbaridad, que el juego lo justifica.

El momento de mayor tensión en la conversación entre Trapote y María José es cuando esta dice que nunca le perdonará los calificativos de egoísta y mentirosa. Ella afirma tener todos los defectos (hombre, todos es mucho decir) menos esos dos. Curiosamente, es todo lo peor menos egoísta. Es para reírse porque parece bastante evidente que lo es, aunque no sea algo necesariamente malo. El egoísmo tiene una inmerecida mala prensa. Lo de mentirosa supongo que lo dice porque ha sido pillada en la mentira de haber dicho que no dijo lo que dijo.

Aparte del caso más evidente, aquel de su 'pochocha' y la intención de que los demás comenzasen a trabajar para darle de comer a ella, podría enumerar un puñado de ocasiones en que le he pillado en mentiras. Por ejemplo, cuando Deborah le pide a ella y a Parri que no hablen de "somos cinco contra dos", contándola a ella en el otro lado, y le responde que ella siempre ha hablado de cuatro y no cinco, cuando en el mismo resumen vimos como le había dicho a Parri precisamente que Debi estaba más con los otros que con ellos.

"Si queríais hacerme daño lo conseguisteis. Confío en que no quisierais hacerme daño y fuera un comentario, que cuando las mujeres nos ponemos a hablar nos perdemos", dice María José. A pesar de lo cual añade más tarde: "A mi me importabas tú y teníamos muchos planes cuando saliésemos de aquí. Y me jodió muchísimo, Trapo. Y eso no te lo voy a perdonar nunca más". Hombre, es un "borrón y cuenta nueva" un tanto peculiar. "Les he vuelto a abrir mi corazón pero con reservas", dice María José utilizando un plural indeterminado.

Y todo esto porque en una gala la nominaron y supo que habían comentado sobre su egoísmo y la necesidad que parece tener de estrenar cada día un bikini. También porque dijo no haber dicho lo que había dicho, quedando en evidencia. Si llegan a confesar lo que piensan realmente de ella, o sea, que es una lata de mujer bastante inaguantable, no sé que diablos hubiera dicho.

Otro tema es esa mutua acusación de pretender ganar, cosa que nadie parece aceptar. En la conversación con Sonia, vuelve María José a sacar el tema. Según ella, es Trapote quien solo piensa en el triunfo, devolviendo esa pelota que posiblemente también le molestó tanto como lo demás. Porque ella tiene todos los defectos del mundo menos el de querer ganar. Eso es así.

Pues bien, les dejaron ver la final del mundial de fútbol, lo cual comentaré a continuación, y la frase de María José cuando acabo el partido fue: "Ahora solo falta que ganemos nosotros también". Parri le responde que eso ya es más difícil. Que se lo digan a los jugadores internacionales de los últimos noventa años, a ver si es más difícil ganar un mundial o un concurso de la tele.

María José me recuerda en esto a esos borrachos que lo primero que te dicen es: "Yo no estoy borracho". ¿Querer ganar? No, no, ella va por la experiencia, como decía Perdi el jueves pasado. Hombre, por la experiencia solo no creo que estuviera el ciclista más de dos meses pasando hambre y penalidades. Como experiencia está bien dos semanas, pero no dos meses.

Al final solo vieron el partido Parri y María José, aunque todos pusieron de su parte para ello. Les convocaron a dar lo que considerasen y, en función de ello, el programa decidiría cuantos supervivientes lo podrían ver. No sabría decir exactamente, pero dieron chubasqueros, pantalones y otras prendas. A mi juicio bastante, teniendo en cuenta las pocas cosas de las que disfrutan allí. Malena ofreció dar la olla grande, esa misma que María José usaba la semana pasada para curar su herida en el pie, para luego volverla a utilizar para guisar. Menudo estómago hay que tener si se es superviviente. No aceptaron, que una cosa es lavarse el pie y otra quedarse sin olla para siempre. Claro, claro.

Poco generoso fue el programa para lo que dieron. Según mensaje en el Cadejo, solo podían ir dos personas. Una de ellas era Parri, de eso no tuvieron duda. Era un fijo en la quiniela, simplemente porque lo había pedido tanto que posiblemente hicieron todo esto por él. De hecho, en la gala del jueves él mismo pudo comprobar que hacía gracia entre el público del plató su petición de poder ver la final, y eso debió hacer que no parase de repetir la petición de forma compulsiva.

La elección de quien le debía acompañar fue un acto de generosidad por parte de las chicas, porque a todos les hacía ilusión asistir a ese momento, pero consideraron que a María José le haría más, y también que a Parri le apetecería compartir ese momento con ella. En el momento le escuché agradecer el gesto de las otras chicas, pero en el 'confe' de después no tuvo ni una sola palabra en esa dirección. Y eso que el gesto fue absolutamente espontáneo y, como digo, de gran generosidad. Tampoco dijo nada María José, posiblemente porque tener todos los defectos menos los dos antes señalados incluye ser desagradecida.

La conversación que me hizo sonreír en el resumen de ayer fue entre las cinco chicas que habitan Wild Cane. Hablaban de la pesca y Malena afirmaba no ser capaz de pescar sin gafas. Por contrario, Trapote decía que ella podía pescar perfectamente con gafas, y María José que ella siempre ha pescado con ellas. ¡Pero vamos a ver! ¿Qué demonios están diciendo? Pero si entre las cinco no han salido a pescar ni cuatro veces.

Ahora resullta que Trapote puede pescar sin gafas, cuando no ha pescado ni una sola pieza en esa isla. Sonia y Malena fueron una vez, ayudados por Trapo, y capturaron unos 'pezqueñines' muy monos. Ya se sabe: "hay que dejarles crecer". Por su parte, María José creo que pescó algo un día, el resto de las veces no hace otra cosa que acompañar a Parri.

Se han vuelto un poco majaras hablando de si pescan mejor con o sin gafas. Menos mal que Deborah no dijo esta boca es mía, porque entonces sí me puedo partir de la risa. Por cierto, salieron a pescar con mucho miedo y solo Trapote consiguió tres mini peces. Es la única que se anima. Las demás están convencidas de que el reto es imposible. ¡Pero si solo hace falta pescar dos al día y poco más!. Esa negatividad no puede ser buena.

Y cierro con capturas de Eva González con la camiseta de 'la roja'.