Legítima estrategia de Parri

telecinco.es 08/06/2010 08:41

Tenía ganas de ocuparme en alguno de estos escritos del tema de las estrategias, uno de mis preferidos. Me di cuenta de que no solamente yo lo consideraba así cuando mi jefa me pregunto un día: "Tú te ocupas de las estrategias y eso, ¿no?". Entonces puede comprobar que no solamente me gusta sino que había trascendido mi debilidad por ese aspecto no siempre bien entendido en los programas de telerrealidad.

Las estrategias han estado (y están) mal vistas por muchos, aunque nunca he alcanzado a saber por qué. En algún momento se extendió la especie hipócrita y castradora de que lo importante para los participantes de este género televisivo debía ser la convivencia, vivir la experiencia y argumentos de ese tipo. Pero algunos vemos esto como un juego. Es un juego en el que se manejan valores y principios, donde las reglas no escritas son tan importantes como las escritas, lo cual no lo hace menos juego. La pena es que a veces quien decide jugar es considerado poco menos que un villano con abyectos objetivos.

Es tan absurdo como si en un juego de mesa cualquiera, pongamos una partida de cartas, fuera mal visto pretender ganar empleando la inteligencia y jugando cada mano con el triunfo como objetivo. El ganador con su triunfo perjudica al resto de contendientes, lo cual es parte consustancial del juego. A ningún buen jugador le gustaría recibir ventajas que desvirtúen el juego. Imaginemos que en una mano quien va ganando decide deshacerse de sus mejores cartas para dejar ganar a otro. ¿A quién le gustaría algo así? Me atrevo a contestar esta retórica pregunta con un rotundo: a nadie.

Por tanto, ¿a qué viene que el jugador en un reality sea visto con recelo? ¿acaso no están ahí para jugar e intentar llevarse el premio final? Supervivientes es un reality particularmente duro, como todos sabemos. Hubiera esperado que por esta razón fuera mejor entendido en este caso el juego de quien nomina pensando en conseguir la máxima ventaja. Es el caso de la nominación de Parri el pasado jueves, esa que tanto parece ahora atormentarle, lo cual analizo desde mi palafito y sigo sin poder entender.

Ahora Parri dice estar arrepentido de haber nominado a Óscar y afirma que no lo volverá a hacer más, como los niños chicos tras una reprimenda. Ciertamente algunos de sus compañeros le han afeado su nominación, empezando por el propio torero. Unos y otros parecen ignorar lo que supone una nominación en Supervivientes, algo que va mucho más allá de poder ser expulsado o no. Dicen que no es inteligente proponer la expulsión de quien les está dando de comer, pero la salida de Óscar probablemente sería un revulsivo para que otros se animasen a intentar pescar.

En el resumen de ayer volví a alucinar al escuchar decir a Rafa que como solamente tienen un anzuelo y una caña no puede salir a pescar nadie aparte de Óscar. Vamos a ver si aclaramos términos: 1.- Al volver de la última gala, el perro-totem ladró y el pergamino sujeto en su boca contenía en este caso anzuelos, hilo y plomos; 2.- La caña de pescar es una rama de un árbol, por lo cual se pueden fabricar infinitas unidades; 3.- Aunque hubiese un solo anzuelo, como ha pasado durante semanas enteras, el día tiene en el caribe aproximadamente unas doce o catorce horas de sol, por lo que bien pueden hacer turnos de pesca.

Otra cosa es que a Óscar no le convenga tener competencia en la pesca y no lo haya puesto fácil, protegiendo el anzuelo hasta el punto de considerarlo de su propiedad al decir: "mira que tengo dicho que no me lo cojan". Miguel enseño las mejores zonas de pesca y algunas de sus exitosas técnicas antes de abandonar el concurso. Por el contrario, cuando Parada le pide a Óscar que le enseñe a pescar este rechaza que vaya con él poniendo la curiosa excusa de que le espantaría a los peces. No hace falta ser muy espabilado para darse cuenta de que intenta proteger su ventaja de pescador en el juego.

Esto no quita para que ahora mismo el papel de Óscar en la supervivencia del grupo sea vital, que lo es. No solamente pesca sino que a veces hasta limpia el pescado, y luego hace las tortitas. Gran contraste con la actividad de otros concursantes, que solamente comen y descansan. Un descanso tan injustificado como ese de algunos cines antiguos donde antes de empezar la película ponían unos tráilers tras los cuales aparecía el letrero de "Descanso" y "Visiten nuestro bar". ¿Descanso de qué? Si aún no había empezado la película.

Rafa Mora aparece en las dos instantáneas de la izquierda comiendo (una ración que él mismo se había servido, haciendo oídos sordos a la reclamación de repartir igual para todos) y después tendido en la arena descansando. Son sus dos únicas actividades, si descartamos la de levantar pesas con un artilugio construido por él mismo utilizando una madera, tela y piedras. En las dos imágenes tiene a su lado a Óscar en idéntica actitud a la suya, pero es evidente la diferencia. Mientras este se ha merecido el alimento (él mismo lo ha capturado) y posterior descanso, Rafa no se había ganado ni una cosa ni la otra.

Es una cuestión de voluntad y ni siquiera la cerrazón de Óscar al pretender hacerse imprescindible e irremplazable en el grupo podrían acabar con el deseo de quien se empeñase en colaborar con las labores de la pesca. Insisto en que el día tiene muchas horas de sol, e incluso podrían pescar de noche si fuera necesario porque los peces no duermen como nosotros. Con buena luna la iluminación es suficiente para entrar al mar de madrugada. Aunque tampoco hace falta esto, ya que Óscar entra a pescar un par de veces al día, estando desaprovechados el resto del tiempo los recursos de la pesca.

Si Óscar no pescara alguien tendría que hacerlo, con mejor o peor fortuna. El proceso sería parecido en cualquier caso, pues quien ahora logra hacerse con veinte piezas diarias hace tan solo una semana estaba lamentándose de que en la nueva isla no había pesca. En cualquier caso me planteo la siguiente pregunta: ¿nomina Parri a Óscar por buen pescador? Particularmente no lo creo.

La siguiente pregunta sería sobre la razón real de la nominación de Parri, y aquí es donde quería yo llegar. La estrategia de Parri consistente en nominar a Óscar, independientemente de si está proporcionando o no comida para el grupo, es absolutamente legítima. No olvidemos una cosa: por mucho que nominen a un concursante si la audiencia no lo quiere echar difícilmente resultará expulsado. Algo así está sucediendo con Trapote, e inocentemente pensaba la otra Bea que iba también a ser su caso, aunque a las primeras de cambio salió con una aplastante mayoría del 80 por ciento.

La expulsión la decide la audiencia, pero una nominación en este programa comporta algo más que el propio riesgo a ser elegido para abandonar el concurso, como decía antes. Óscar ha demostrado ser un duro rival en las pruebas de liderazgo, como también lo ha sido Parri, dos veces líder de forma consecutiva. Por tanto, nominar al más duro rival en una prueba que facilita la inmunidad al ganador es algo absolutamente razonable. Si yo quiero ser inmune y me interesa el poder que otorga ser líder, por cuanto te deja elegir uno de los nominados de la semana, está claro que no dudaría en nominar a Óscar o, en su caso, a Parri.

Por tanto, entiendo a la perfección que Parri nomine a Óscar, y no deja de producirme cierta perplejidad la incomprensión que ha generado en parte de sus compañeros. Si producto de esta nominación sale expulsado Óscar quiere decir que la audiencia lo quiere fuera, y en tal caso hasta le hace un favor al hacerle salir sin más dilación. En caso contrario, Óscar no saldría pero Parri y sus más cercanos tendrían la tranquilidad de que este competidor no podría ser líder esa semana. Recordemos que los nominados no compiten por la inmunidad. Esta ventaja aporta la posibilidad de nominar a alguien que se sabe no va a salir para evitar la nominación de otros, así como impedir que sea el competidor quien elija uno de los nominados.

La decisión de la organización de aumentar a tres el número de nominados puede tener algo que ver con la constatación de que un concursante es intocable para la audiencia. Si Trapote supera varias nominaciones con amplia diferencia respecto al expulsado, los concursantes bien podrían interpretar esto como la posibilidad de condenar al nominado por el lider. Mantener en dos el número de nominados sería facilitar el tiro de gracia a uno de los nominados, siempre que el líder se asegure la nominación de quien se ha demostrado intocable. Si el grupo nomina a este el líder puede dar ese tiro de gracia a su nominado, teniendo por segura su expulsión. Si el grupo nomina a otro, siempre podrá el líder nominar a ese intocable en caso de que desee la expulsión del escogido por el grupo.

Con tres nominados se reduce el poder del líder, siendo igualmente importante en este caso la decisión nominatoria del líder en la semana anterior, al haber evitado que consiga el liderazgo el competidor más duro. Insisto en que la estrategia es legítima y entendible. ¿Por qué no va a aprovechar su ventaja y va a dejar de jugar su baza el líder? Las reglas ponen en sus manos un poder que está obligado a usar. Lo está por su propia conciencia, e incluso porque algunos le exigimos que lo haga.

Como espectador no quiero concursantes que dimiten de su obligación de jugar. De acuerdo que han de convivir, sobrevivir y todo eso. Pero hay otra parte del juego propuesto que consiste en intentar ganar la máxima ventaja con los medios al alcance de cada concursante. ¡Qué diablos! Esto es un concurso. Me hastía repetir esto una y otra vez. No son hermanitas de la caridad ni boy scouts en un campamento de verano. Son concursantes. Deben luchar por eliminar con buenas artes al contrario e intentar ganar la partida.

Contento por poder haber hablado en profundidad de mi tema preferido, cierro este comentario de hoy con el adelanto de algo que ocupara muchas páginas y sobre lo que se verterán ríos de tinta dentro de poco, además de un vídeo parodia en clave de humor que os traigo hoy. Dice Mireia que aún no se puede contar, pero es grave. Parece que se trata de apropiación (hablando sin eufemismos diríamos robo) de comida, pero de una forma muy fea, por parte de los anónimos. Permanezcan atentos a la pantalla, que se decía antes en la tele.

Y el vídeo. La película podría llamarse 'La caída de los supervivientes', y está ambientada en la Alemania de memoria más infecta. Dale al play.

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