Mi cuerpo no responde más, el cansancio extremo que posee hasta la última célula de mi cuerpo, me está pidiendo que pare.
Después del fin de semana pasado (agotador), me encontraba un par de días en casa “descansando”. Por más que lo intentaba no lograba conciliar el sueño a una hora normal, me daban las tantas leyendo comentarios, viendo vídeos y poniéndome un poco al día de todo. Por el día me sentía un poco descolocado.
Tengo la sensación que no encuentro mi sitio en esta nueva vida. No estoy a gusto ni tranquilo en ningún lugar de mi vida pasada. He llegado a la conclusión que sufro hiperactividad y estrés. Si a todo esto le sumamos la distancia que me separa con Parla, el resultado es un estado de angustia intenso.Haciendo de médico de cabecera, diagnostiqué que me vendría bien pasar un par de días en el Sur de la capital. Allí me planté con las maletas, dispuesto a pasar unos días con la Toti. La verdad que me ha venido de perlas estar con ella y compartir lecho. Me río, charlamos, compartimos, nos queremos… Son esos momentos que lo compensan todo, esos momentos donde encuentro la paz.
Ahora en casa, me dispongo a dormir. Bueno no sé si dormir, o echarme en la cama, porque son casi las dos y mañana sobre las seis empieza mi aventura atravesando el país para hacer bolos. Primero un avión que me deje en Murcia (previa escala en Mallorca y con un trasbordo pequeño, cinco horas). El sábado me toca visitar Sevilla (otra paliza en coche, tren…) y el domingo me presento en Asturias, Patria querida.
Con este calendario tan estrecho, me toca sufrir de soledad en mis viajes y de un agotador cansancio. Pero estoy feliz y optimista, además, como dice mi viejo: “si no lo haces ahora, ¿cuándo lo vas hacer?”.
Espero que este fin de semana se dé igual o mejor que el pasado, que las ciudades a las que me toca visitar me esperen con los brazos abiertos y me acojan con cariño.A todos vosotros, a esas personas que escriben en mi blog, que lo han hecho suyo con 8000 y 7000 comentarios en sus respectivas entradas… no seré capaz nunca de estar lo suficientemente agradecido. Estáis en vuestra casa. Me resulta imposible leer ni la cuarta parte de los comentarios, pero prometo que lo voy a intentar y contestar a alguno de vosotros.
Un besazo muy fuerte para todos y como digo siempre… CarpeDiem!