"Pero dime ven…" propone Javier Espinosa en su último libro , una deliciosa exaltación de la diferencia, de la energía , de la magia… realmente fresco, estimulante, nada artificioso.
A este actor, guionista, director e ingeniero se le reconoció en Planta 4ª, la película que dirigió Mercero, y ha estado detrás de proyectos con nombres largos e imaginativos “Va a ser que nadie es perfecto”,” No me pidas que te bese ,porque te besaré” o “Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tú y yo”… y vive un momento dulce por el entusiasmo que producen sus ocurrencias, su forma de enfocar la enfermedad y la muerte. Ha pasado tres cánceres, le falta una pierna, un pulmón y parte del hígado y habla con entusiasmo de su paso por el hospital , de su compromiso compartido siempre con otros ,de vivir las vidas de los que ya no están y de la fiesta de despedida de su pierna antes de que le fuera amputada, para después no sentir su ausencia.
A veces se confunde el voluntarismo con el optimismo real, con el aprecio por la vida. No es el caso de Albert, que lo tiene claro porque lo siente, porque mantiene el niño que su enfermedad le impidió ser, porque es inteligente y generoso y ha aprendido a mirar el mundo con ojos limpios. Ve lo que otros hemos dejado de ver . Y la sensación que transmite es que vive intensamente y que se atreve a expresarlo todo sin complejos, sabiendo que los sentimientos no pueden quedarse sepultados y que ser uno mismo exige, de vez en cuando, parar el mundo.
[silvi 42188 nolink]