Estrellas infantiles y curiosas formas de hablar

telecinco.es 23/10/2009 16:06

Ocurrió ayer cuando caía la tarde: estaba yo enseñando a unos compañeros del plató de El juego de tu vida -no es que me haya hecho yo ahora guía del castillo, es que no sabían donde estaban- y un par de señoras muy maquilladas, peinaditas, de traje de domingo y que era, debido a su obvio despiste, parte del público de Sálvame, llamaron al quicio de la puerta y dijeron:

-¿ES AQUÍ EL PLATÓ DE LA BELÉN?

Eso para que queden las cosas claritas. El plató que Belén Esteban posee como propiedad a su nombre en Telecinco, indiqué a las señoras, no es este, es el de al lado.

Ayer hube de entrevistar a una estrella infantil y me reafirmó en mi fascinación por las estrellas infantiles, que llegan acompañadas de su entourage y dan unas respuestas fantásticas y milimetradas, conscientes de que sus fans las apreciarán como las fans de David Bisbal aprecian sus letras. Porque no quieren oir otra cosa. Las salidas de pista y cambios de rumbo, y de ellas están llenos los documentos sobre estrellas infantiles, pueden llegar más tarde, pero esos dos o tres años en los que un/a adolescente representa todo lo bonito y puro del mundo para unos cuantos millones de personas es muy bonito. Y yo valoro esto de tener muy claro tu guión y no salirse de él porque a mí me cuesta mucho mantener un discurso, con más razón si el discurso ha de ser bonito y consecuente.

Ayer por la mañana ni siquiera sabía quién era ella, pero al volver a casa y pasar por el centro me encontré una cola kilométrica en el Corte Inglés de Sol de madres resfriadas y niños con una sonrisa de oreja a oreja. "¿Es que regalan globos?", pensé dispuesto a ponerme en la cola. Y entonces la vi. Era ella firmando libros.

Iba a sacar una fotografía, pero la batería de mi cámara murió en ese momento. Muy propio de mí.

¡Vivan las estrellas infantiles! ¿Por qué son las estrellas definitivas? Porque son las primeras de las que tenemos conocimiento. Y luego el niño puede volverse rockero, gótico, emo o directamente entrar en una secta satánica y dedicarse a sacrificar bebés, pero si en su infancia se compraba los discos de los Pitufos siempre dirá: "ah, no, pero es que los Pitufos molaban". Cuando nos volvemos unos idiotas desencantados, nuestro primer ídolo es lo único que nos queda. Y yo ayer tuve el honor de entrevistar al primer ídolo de un montón de niños del mundo y de unos cuantos cientos que hacían cola ante mis narices horas después. Y eso le hace a uno sentirse vivo y tener fe en el mundo.

¿De qué se habla hoy por Telecinco y por todas las oficinas del mundo en general?

1. LA FORMA DE HABLAR DE CAROLINA

CAROLINA

"Es muy fuerta, cariño", "Se volvió loca como cuando se me sube a mí el África negra a la punta de los pelos", "Qué tensión, qué horror, maricón". ¿A qué extraño dialecto obedecen estos vocablos? No es el lenguaje del África negra, como ella dice: es el lenguaje, sencillamente, de un homosexual. Tras las miles de variantes que conocimos en Gran Hermano (hombres que antes eran mujeres, mujeres que antes eran hombres, mujeres que aún son hombres pero en breve dejarán de serlo y mujeres que se acostaban con otras mujeres pero lo dejaron para casarse con un hombre), este es el primer homosexual en cuerpo de mujer (¡y qué cuerpo!) que hemos conocido. La televisión espera de brazos abiertos a Carolina. Yo al menos no me la pienso perder en ningún debate, maricón.

Y, la verdad, hoy de nada más. Los viernes la gente se vuelve majareta contando todo lo que va a beber el fin de semana, el número de horas que va a durar su fiesta y a base de ponerse monotemáticos me arruinan esta recién inaugurada sección. En fin, así venimos los lunes, ¡así venimos!

¡Feliz fin de semana!