Bea expulsada para evitar males mayores

telecinco.es 19/02/2010 08:38

Tenía yo intención de contar lo del plante ante la prueba de las descargas y resulta que esta madrugada ha sido tan intensa que debo dedicar un buen espacio a ello. Una bronca entre Melania y Bea ha terminado teniendo como consecuencia la expulsión de esta última, después de varias horas en las que no terminaba de calmarse y Melania manejaba los hilos de sus afines para exigir la expulsión de la 'legionaria', chantajeando a la organización con la amenaza del abandono suyo y de Amor. Pero vayamos por partes y, sin dramatismos, contaré ambas cosas, una detrás de la otra.

Ayer se produjo una especie de plante ante la prueba de las descargas eléctricas. Habían amenazado con ello y finalmente se produjo el motín. La primera fue Bea 'la legionaria', que sin acudir a su honor se quitó el aparato diciendo que no tenía porque aguantar esa tortura. A ella le siguieron Ainhoa y los demás, sin que se produjese el pasmo generalizado. Nadie parecía mostrarse sorprendido, entre otras cosas porque ya el día anterior habían hablado de la posibilidad de dar la prueba por perdida y no aguantar las descargas. En el 'confe' les recordaron entonces que la prueba se realizó en la última edición y aquellos concursantes lograron la mejor forma de soportar la prueba. Esta no es otra que hacer bien el circuito para evitar las descargas. Deberían haber invitado a Arturo y Saray, por ejemplo, que en seguida dieron ejemplo de cómo hacerlo a la perfección.

No han tenido la paciencia suficiente, como hemos podido ver. A Amor le llegaron a proponer en el 'confe' que se lo pusiese en el brazo o en un muslo, al ser zonas menos sensibles que la cintura y aledaños. Nada sirvió para que dejase de llorar pidiendo un trato de favor o el cambio de las reglas de la prueba. No lo consiguió, como es evidente, aunque esto no quiere garantizar que vayan a hacer la prueba hoy. Ignoro si el plante de ayer coincidió con el momento en que terminaba el tiempo de la prueba o bien lo hicieron coincidir para darles un margen de tiempo en el que replantearse dicho plante, concretamente hasta el día de hoy. El fin de la prueba disimuló el plante y habremos de estar atentos hoy a la hora de sonar la sirena del comienzo si terminan poniendo los aparatos en contacto con sus cuerpos o no.

No es la primera vez que unos concursantes tiran la toalla ante un reto propuesto. Incluso hemos llegado a ser testigos de alguna acción a propósito dirigida a hacer que se perdiera una prueba. Pero lo de ayer tiene la singularidad de tratarse de un pacto colectivo y planteado abiertamente, algo por lo que deberían tomar alguna medida porque se trata de una desobediencia colectiva sin precedentes. Parece que algunos concursantes no son muy amigos de respetar las reglas del juego y en cuanto se les pone un poco cuesta arriba una prueba quieren doblegar a la organización y cambiar las reglas a su antojo. Esto es especialmente escandaloso cuando se trata de una prueba testada en una edición del programa. Bien es cierto que el umbral del dolor es distinto en cada persona, pero ni siquiera esto parecen respetarlo algunos. Melania, por ejemplo, vuelve a faltar a un compañero cuando dice que a Pepe no le duele igual que al resto porque tiene un flotador de grasa a modo de protección. Me parto con el sentido del humor impertinente de doña perfecta.

Y voy con el otro tema de hoy. Anoche tuvieron una cena china para celebrar la entrada del año nuevo en esa comunidad, que tuvo lugar hace cinco días. Comida china y kimonos para todos, además de unas galletas de la fortuna que nadie comió pero todos abrieron pidiendo un consejo posteriormente a quien ellos eligieran, según les habían propuesto. Todo se estaba desenvolviendo con normalidad, hasta el punto de que el ambiente parecía otro tras la salida de Beatriz e Inma. Pero en un momento dado a Bea se le ocurrió ir a hablar con Melania. Tras un breve instante de conversación, esta quiso quitarse a Bea de encima levantando su mirada para buscar a Piero, a quien dijo: "Piero, ven a hablar con Bea, que no me apetece hablar de mí". La de Morella se levantó y se fue, dejando a Bea prácticamente con la palabra en la boca. Nos podemos imaginar la reacción airada de esta concursante, que pronto comenzó a chillar ante el desplante que acababa de sufrir.

Tras el feo gesto de Melania llegó el momento que parece ser clave de la noche. Según parece, Melania le dice a Bea que no exagere porque solo sabe hacer teatro y hablar de su hijo. Salvo lo referido al menor mentado, Melania ya había hecho esa observación en ocasiones anteriores. Me pareció de una incoherencia escandalosa cuando la vi decirle precisamente a Amor que ahí la gente hacía mucho teatro para llamar la atención. ¡A quién fue a decirle tal cosa! La propia Amor le pregunta si la gente no la verá a ella también de ese modo, y Melania apenas acierta a contestarle "pero tú eres divertida y eres así". O sea, que los afines son así pero los demás están fingiendo. Extraña e interesada vara de medir. Para Melania todos son patéticos excepto su guardia pretoriana, la formada por los tres concursantes de su misma edición que la protegen y a los que usa en su beneficio. El miércoles fue haciendo un traje uno a uno, hablando también de nuevo con Amor, y solamente salvó a Almudena, de quien dijo textualmente: "La pequeñita me cae bien". Resulta que la pequeñita tiene un nombre, y encima su opinión contrasta con lo dicho ayer por Chiqui, según la cual cuando entró en la casa Melania ni siquiera la saludó.

Melania ha conseguido ser protagonista en esa casa, no cabe ninguna duda de ello. En ese aspecto la felicito, debe estar satisfecha porque ella no aguanta sin ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y hasta el muerto en el entierro. Aunque anoche decidió enterrar a una compañera suya, y no cejó en su empeño hasta conseguirlo. Primero la provocó, como ha venido haciendo en este reencuentro desde el primer día con todo aquel a quien ha considerado un posible rival fuerte. Provocó a Indhira, cuando quien se equivocaba era Arturo decidió pedir la expulsión para un Pepe que solamente había intentado parar el brote de violencia de ese concursante. Como Pepe no ha entrado en sus provocaciones ha ido buscando otro rival y previsiblemente Amor le ha podido informar del favor que ante la audiencia tenían Bea y Nicky. Tampoco hace falta mucha información del exterior, dado que bien han podido todos comprobar que ha sido una pareja inmune las dos semanas anteriores. Por tanto, había que ir a por Bea.

Con esa premisa, anoche supo como darle a esa compañera ahí donde más le pudiera doler, y para ello utilizó a su hijo. No procede atacar a un compañero diciendo que habla mucho de su hijo, sobre todo porque no es cierto. He escuchado a Bea decir que está ahí por su hijo, porque el dinero le hace falta y tiene que sacar a esa criatura adelante sola y sin ayuda del padre. Y basta, ni lo ha repetido en exceso ni hizo un uso interesado del tema. Si Melania dice lo contrario está siendo injusta y, por tanto, solo puedo entenderlo como una provocación. Diré que fue una provocación exitosa, y a los hechos me remito. Unas tres o cuatro horas después Bea salía por la gatera de la sala de confesiones y Melania lograba su objetivo, tras haber repetido hasta la saciedad que se irían ella y Amor si no la echaban.

Después de lo que acabo de contar apenas pudimos ver nada más porque el plano de jacuzzi se hizo absoluto protagonista de la emisión en directo, convertida esta noche en una emisión radiofónica gracias a que nos dejaron escuchar lo que pasaba. En esta ocasión, escuchar una acción que no se puede presenciar perjudicó gravemente a Bea, puesto que sus palabras se escucharon duras y fuera de tono por completo. No defenderé aquí las amenazas y otras barbaridades que salieron de su boca durante minutos. Los insultos gravísimos se apoyaban en que Melania se había metido con su hijo de dos años, lo cual no es pertinente pero nunca puede justificar una reacción así. Bea repetía cosas como estas, totalmente fuera de sí: "¡Será hija de puta y mala! ¡Es una hija de puta, es una hija de puta! ¡Mala! ¡Y si tiene cojones que salga! ¡Que salga, que le voy a enseñar lo que es querer a un hijo! ¡La puta zorra! ¡A ver si sale la hija de puta, que es una hija de puta, que no tiene cojones! ¡Meterse con mi hijo! ¡Te voy a reventar! ¡Si no es aquí es fuera, que eres una zorra insípida!". La escuela de Indhira parece apreciarse en las palabras de Bea, como se puede comprobar.

Según contó después Nico, que intentó calmar en todo momento a Bea, esta intentó incluso entrar en el dormitorio donde estaba Melania, lo cual evitó él personalmente. Melania fue usando sus peones durante todo el tiempo para saber lo que estaba pasando en la casa e ir obrando en consecuencia. La vimos debajo de las mantas llorando, rechazando a Piero con su eterno reproche de que no la defiende ante los demás. Algo más tarde escuchamos los lloros de Andalla en ese dormitorio mientras Piero iba saliendo para volver dando el parte del estado de la cuestión, como titulaba este gato hace unos días. Amor también entraba y salía hasta que hizo causa común con su amiga y tras preguntarle esta varias veces si estaba dispuesta a irse ella también, lo cual confirmó sin ninguna duda, comenzaron ambas el chantaje al programa consistente en amenazar con el abandono si no expulsaban a Bea. Curiosamente la propia Bea también exigía la expulsión de Melania por meter a su hijo en la discusión.

Quiero dejar bien claro que no puedo justificar los insultos de Bea, ni mucho menos sus amenazas hacia Melania. Una vez dicho esto, debo decir que esa es la Bea ya conocida, o sea, nada nuevo bajo el sol. La diferencia es que en esta ocasión se encontró a alguien en frente con intenciones de acabar con su trayectoria en el programa. Todos sabemos de sus salidas de tono, que terminan a menudo con un cambio radical tras el cual pide perdón si hace falta y procede. Así es Bea y anoche había tomado un par de copas, lo cual no puede servir nunca de excusa pero es un dato a tener en cuenta. Sinceramente, no entiendo por qué no pararon antes a Bea desde la propia organización del programa, como bien estuvieron intentando hacer algunos de sus compañeros. En este aspecto hicieron una fenomenal labor Nico o Ainhoa, además de un Pepe perfecto como siempre. Todo lo contrario que Ana Toro, concursante que no paró de echar tierra sobre la concursante expulsada, hasta que Pepe le pidió que no volviese a contar lo que todos habían visto ya. Si Bea entra en el 'confe' y no la dejan salir hasta que se calme un poco, o bien hasta que llegase su psicólogo, posiblemente se hubiera evitado que las cosas llegasen a más.

El día después va a ser especialmente complicado. La situación de Melania y su guardia pretoriana va a ser cualquier cosa menos cómoda. A Nicky deberán buscarle otra pareja según el precedente de Arturo e Indhira, dado que no parece dispuesto a abandonar. El ambiente estará presumiblemente enrarecido, y eso que salvo la guardia pretoriana de Melania no creo que los demás sepan de esa suerte de chantaje que plantearon anoche ella y Amor, amenazando con su abandono. Melania llegó a negarse a ponerse el micro cuando la 'súper' se lo pidió, argumentando que ella ya estaba fuera y teniendo que ser Amor quien le recordase que aún era concursante. Lamentablemente, la presión de ambas funcionó, igual que pareció funcionar la de la propia Melania cuando abortó su abandono porque le habían metido a dos concursantes afines de su misma edición.

No sé cómo decirlo, pero si después de esto la audiencia votante sigue salvando a Melania y Piero este gato perplejo deberá aceptar que no entiende nada aún después de comentar nueve temporadas y un bis. Particularmente quiero a Melania fuera de la casa ya. Utilizando una expresión que popularizara su amiga Amor diré que me ur-ge.

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