Comienza la recta final

telecinco.es 18/01/2010 08:00

Llamar a esto recta final es una contradicción en los términos, porque realmente parece un final más bien torcido. Pero es lo que hay, y así llegaremos al final de una edición que no ha flaqueado en ningún momento, prácticamente. Incluso en estos últimos días, lejos de ese ambiente tan cordial como aburrido tradicional cuando quedan solamente cuatro o cinco concursantes, estamos asistiendo a algunos momentos divertidos como el vivido la madrugada del viernes al sábado, con Gerardo actuando para las cámaras, Ángel fuera de sí y Pilarita lanzando puñales con maestría. ¿Se puede pedir más?

Pues sí que se puede. Es indudable que el programa esta temporada ha logrado afrontar la feroz competencia en un sector en profundo cambio, como es el de la televisión. Con más oferta que nunca, el apagón analógico a la vuelta de la esquina y una televisión pública sin publicidad, conseguir las cotas de audiencia de este Gran Hermano XI es sencillamente una heroicidad. ¿Cómo se ha conseguido esto? Probablemente porque el índice "callejero" (como decía Tatiana de sí misma) buscado en los castings ha sido algo mayor esta vez. Cuanto más personaje polémico más fácil resulta llegar a un gran público.

También se da otra circunstancia relacionada con el target de audiencia y, principalmente, de aquellos que votan. No tengo datos que lo demuestren y hablo solo de mi opinión, pero creo muy posible que la edad media del votante haya bajado de forma considerable en relación a anteriores ediciones. Entre otras cosas porque cada vez gente más joven tiene un teléfono móvil. Esto explicaría que concursantes como Tatiana, que habrían salido con prontitud de la casa en las primeras temporadas del concurso lleguen ahora tan lejos. El nuevo perfil medio del concursante garantiza en la misma medida unos buenos ratings de audiencia como que se trasladen a una buena parte de la opinión pública unas formas que distan mucho de la buena educación. La polémica se azuza en la casa y es cada vez más enconada, exactamente lo mismo que pasa aquí fuera.

Tenemos así un Gran Hermano tan exitoso como complicado de gestionar. Cuando he dicho de algún concursante que me parecía un mal ejemplo me refiero a que el lenguaje y las formas son en algunos casos lo opuesto a lo que considero ideal para complementar la educación de nuestros jóvenes. Si la televisión es, en parte, un espejo de la sociedad, y al mismo tiempo esta se mira en algunos momentos a ese espejo, me espanta que el resultado pueda ser menos educación y peores formas. Reclamo siempre concursantes auténticos y de verdad, solo que a veces no me gusta esa realidad tan ordinaria e irrespetuosa. Que un concursante como Arturo diga que a Indhira la han defendido las "malfolladas y despechadas de España" es una buena muestra de lo que quiero decir. No solamente es un mal perdedor sino que no duda un momento en ofender a una parte de audiencia, sin que el presentador del debate le haga notar la inconveniencia de insultar a quienes mantienen ese negocio, o sea, los espectadores.

Una edición tan polémica y entretenida no merecía la final que tendremos el día 28 de enero, sea quien sea el expulsado de este jueves. Por eso comentaba este gato escaldado el pasado viernes que prefiero el triunfo de Pilarita entrando en el plató con las rodillas ensangrentadas y rezando a la virgen Santiña, antes de ver al chapas de Gerardo o el 'hippie de ciudad' Ángel (¡qué grande Nacho Montes!) llevarse el premio. Saray fue una de mis favoritas en su momento, aunque perdió mi apoyo hace muchos días, con sus noches. Más bien hace semanas, tantas que no recuerdo ya por qué me llegó a caer bien en su momento. Por tanto, considero apropiado que ganase alguien tan singular como Pilar, respondiendo al despropósito de esta final, llena de personajes que me transmiten negatividad, egoístas y obsesionados con el dinero del botín.

Aseguro que me resulta imposible elegir entre Ángel y Gerardo, aunque tampoco hace falta. Este último será el próximo expulsado, y lo hará atesorando un récord en el Gran Hermano español. Se trata del concursante que más veces consecutivas ha estado nominado, honor que le arrebata a Iván Madrazo aunque con final mucho menos feliz. Superar ocho nominaciones consecutivas, y una novena esta misma semana, no le hará estar en la final, ocupando el doloroso y humillante cuarto puesto. No es el único integrante de la 'familia feliz' con récord. Saray llegará a la final sin haber sido nominada ni una sola vez. La mejor marca anterior es la de Raquel Abad (GH VII), que sí estuvo en la sexta nominación (día 71 de concurso), aunque no lo había estado nunca antes ni volviera a estarlo después. Ningún otro finalista, antes de Saray, puede presumir de tan contradictorio honor.

Digo contradictorio porque es una muestra de que ha sabido jugar bien, teniendo la suerte suficiente en algunas ocasiones. Pero, por otro lado, nunca pudo saber el apoyo que tenía. Así le pasó a Raquel A., que llegó a la final habiendo estado nominada una sola vez y con otros cuatro compañeros, logrando tan solo el apoyo de un 3'6% de los votos para hacerla ganadora, batiendo el récord de Kiko Hernández, a quien le había votado solo el 4'69 por ciento. Estos son los dos peores registros de la historia del programa en nuestro país. Habría una tercera marca, en este caso de Pilarita. Si la ferrolana hija destaca por no haber sido nunca nominada, la ferrolana madre lo hace porque es la primera repescada que llega a la final. Es más, las dos anteriores ni siquiera habían salido expulsadas por audiencia sino que Amor lo hizo por voluntad propia y Ana Toro por la del programa. Es algo que tienen las tres concursantes en común, ya que Pilarita tampoco será expulsada.

Según los porcentajes oficiales, dados en el debate dominical, uno de los dos nominados tiene hasta el momento un 85'4% de los votos, frente al 14'6 restante. Está claro que es Gerardo, aunque él no para de hacer campaña en su favor, afirmando estar seguro de que se queda en un cuatrocientos por cien. También lo dijo cuando se marchó Hans, aunque en este caso no creo que acierte. Ángel, su nuevo enemigo acérrimo, dice que ha ido poniendo en la calle a gente apreciada por él, lo cual no termina de ser cierto. De las ocho nominaciones, en la mitad ganó ante concursantes de los que no se puede decir mantuvieran una buena relación con el falso maestro zen. No lo era Hans, a quien prácticamente había repudiado; tampoco Toscano, Siscu o Arturo; y Laura había dejado de ser su ojito derecho. Nos quedan, por tanto, Melanie, a quien le había echado el ojo muy recientemente; las dos Carolinas y, por supuesto, Tati. Es decir, de lo dicho la mitad, lo cual sería aplicable a Ángel en general.

El enfrentamiento entre estos dos concursantes, los nominados de esta semana, se fundamenta en tres pilares: la celebración de Gerardo cuando el jueves pasado salía Pilarita salvada de la sala de expulsiones; la nominación de un punto de Gerardo a Ángel realizada desde Italia; y, sobre todo, el supuesto romance entre Gerardo y Saray, puesto en cuestión por Ángel. Analicemos someramente los tres argumentos. Es curioso que a Ángel le moleste sobremanera la exagerada celebración de Gerardo en la última gala pero no en las anteriores. Que no valorase negativamente el gesto de su amigo cuando fue expulsado Hans y Saray se quedó tan herida como estaba él mismo ante la salida de Tati. Y así en casi todas las ocasiones, quizá con la excepción de Toscano. Ángel nunca se lo afeó, todo lo más le disculpaba llamándole "friki", lo cual justificaba su exagerada celebración. "Le dura diez minutos, luego se le pasa", decía Ángel defendiendo a su entonces amigo.

El punto que le dio a él en lugar de a Pilar parece demasiado poco para retirar la palabra a alguien, si bien en esto Gerardo no tiene defensa porque él mismo calificó de "traidor repugnante" a Arturo por darle un punto a Tatiana en aquella nominación del contrapacto para evitar la nominación de Laura o Saray. Recordemos que era un pacto en respuesta a la estrategia de Gerardo, precisamente, aliado entonces con Carolina y con la complicidad nominatoria de Tatiana y, en cierta medida, Ángel. Por lo menos, no le escuché nunca dirigirse a su amigo de forma mínimamente crítica por aquello. Aunque lo más importante es que Ángel cuestione la relación entre Saray y Gerardo. Como dice Saray: "Un amigo no cuestiona mis sentimientos". De acuerdo que la relación es bastante increíble, pero es muy fuerte que les esté llamando mentirosos con todo el descaro.

Sobre esto ha habido algún indicio equívoco, que me gustaría aclarar de acuerdo con mi visión de las cosas. Hemos visto unas imágenes muy fuertes en las que Gerardo le decía a Saray, estando ambos tendidos en la cama, algo así como: "fin del guión". Así sin más y sacado de contexto podría parecer la confirmación inequívoca de que ambos están representando un guión, haciendo creer a todos que están comenzando una relación sentimental. Pero claro, hay que hacer guardia muchas horas y aburrirse mucho mirando la ventanita para haberles visto bromear sobre esto en varias ocasiones. Como Ángel y Tatiana pusieron en cuestión esa relación desde su vuelta de Italia, Gerardo y Saray empezaron a bromear con que están siguiendo un guión. Ángel había supuesto, coincidiendo con muchos comentarios de aquí fuera, que en el hotel donde durmieron los dos cuando salieron camino del Grande Fratello podían haber quedado de acuerdo en dar este giro argumental. Pues bien, ese "fin del guión" es parte de la broma entre los dos, y no un desliz como parece que alguien nos ha querido hacer creer.

¿A quién perjudica más la bronca del pasado viernes? Yo creo que a Ángel, solo que no será suficiente para que nada cambie. Primero Ángel le dice a Gerardo "no me hables nunca más y no me toques". Era el tercer intento del taurino por acercarse al "perro flauta". Y me recordó mucho a lo dicho por este a Lis unos meses antes. Es sorprendente la facilidad que tiene este individuo para retirarle la palabra a quienes han sido sus amigos. Si con Gerardo ha sido como uña y carne, con la concursante que pidió un abogado antes de decidir su abandono llegó a decir que había empezado a enamorarse. El cuarto intento de acercamiento fue acompañado por un sentido llanto, que anoche hacía reír a Tatiana. Supongo que le parecía también una actuación, porque en caso contrario me parecería detestable ver a alguien riendo de un ser humano que llora. Pocos minutos después Ángel no tolera que Gerardo le diga que le volvería a dar el famoso punto nominatorio y Ángel termina llamándole "gentuza" y saliendo escopetado al 'confe', como suele hacer al mínimo problema.

Luego vendría el rifi-rafe más importante en el que hubo palabras gruesas y tuvo una coda en el jardín entre Ángel y Pilarita. Esta fue la parte más divertida del episodio. Me lo pareció porque Pilar aparentaba querer poner paz y mediar entre ambos concursantes pero en seguida comenzó a machacar a Ángel reprochándole un cierto maltrato suyo y de Tati el jueves pasado en la sala de expulsiones. Aunque lo que más gracia me hizo fue el uso del mechero como herramienta de presión. Cuando Ángel decide que no quiere hablar nunca más con Pilar tampoco, le pide que le deje el mechero, en ese momento en la mano de Pilarita. Esta le dice algo así como: "Sí, te lo daré pero antes déjame que te diga esto porque quiero que lo escuches". Ángel insiste en que le dé el mechero sin conseguirlo. Teniendo en cuenta que no tienen mucho más fuego, la presión es importante. Es como decir: si quieres fuego primero habrás de escucharme. Pilar es lo más.

He rechazado a Gerardo desde su entrada en la casa, y lo hice principalmente por dos razones: porque ya me caía mal desde fuera, al conocerle por su participación en un programa sabatino; y porque ha sido el único habitante que me ha hecho apagar la tele para no soportar sus chapas y sus monólogos cargantes hablando de nominaciones fundamentalmente. Ahora bien, a estas alturas de la película le prefiero antes que a Ángel. Como decía ayer Asesino_gente: "(...) si apagaran las cámaras 24 horas Ángel agrediría a Gerardo. No quiero razonarlo y prefiero que me toméis por loco, gilipollas o retrasado; pero yo a este tío no le he quitado ojo y veo una terrible agresividad en su mirada en cuanto le llevan la contraria". Yo opino lo mismo. Ángel me inquieta y, además, es el concursante que más motivos lleva acumulados para que no le quiera ver ganador de este concurso. A pesar de que va camino de ello.