Horas bajas

telecinco.es 27/10/2010 09:13

Los habitantes de ambas casas viven horas bajas. Tras diez días de encierro parece que empiezan a darse cuenta de dónde están y algunos andan un poco agobiados. Ayer vi a concursantes llorar o mosquearse por unas migas de pan. Contribuye a ello el cansancio provocado por la prueba y la escasez de comida, tras una primera prueba no superada o la mala compra realizada.

Jhota reclamaba que se hablen y consensúen las cosas, llegando hasta el extremo de que quien esté encargado de la comida cuente cómo hará el arroz para ver si todos están de acuerdo. El de Vallecas está dolido porque ha llegado al convencimiento de que nadie le tiene en cuenta, por lo cual no sabe bien lo que pide y en realidad está reclamando un poco de atención. No obstante, tiene razón en parte, pues la convivencia en un grupo numeroso depende de la capacidad de organización tanto como de la comunicación entre sus miembros.

Harán bien en dedicar todo el tiempo posible a hablar y planificar cosas tan básicas como la compra. Ayer en la casa 2 (la de colorines), Terry llegó a plantear la posibilidad de dividir la comida pesando cantidades, recurso de infausto recuerdo en la edición pasada. Al espectador, tanto como a algunos habitantes, le incomoda ver a gente incapaz de arbitrar un sistema menos radical como pesar los granos de arroz para cada uno. Sin embargo, para algunas cosas se me antoja imprescindible y así se ha hecho en bastantes ediciones. El pan, por ejemplo, deberían repartirlo y guardarlo de forma individual para evitar tener la sensación de que unos comen más que otros.

En una situación de escasez el pan es fundamental, hasta el punto de que han tomado la costumbre de aderezar la comida con pan rallado. Dicen que de esa forma llena más y también así logran aprovechar hasta el pan duro. Hay días en que ni siquiera les sobra nada de pan, lo cual provoca una situación crítica. Cuando ayer Dámaso decía no querer comer nada porque le habían reprochado haber comido sin permiso nadie en su sano juicio podría haber pensado que se trataba tan solo de unas migas de pan.

Me llama la atención el fenómeno de que en ambas casas hablen de lo mismo y a la vez, o estén sucediendo cosas parecidas. Si a un lado estaba 'el coplas' rebotado afirmando que no iba a comer nada, al otro sucedía algo parecido con Jhota. Su problema es más de afirmación personal, siendo la comida tan solo un trasfondo utilizado más como excusa que otra cosa. "Siento que no encajo", le decía a Joaquín, único chico de su casa a quien soporta y con el que se relaciona. Este le recomienda que no se deje vencer por cosas como la comida, pero no es ese el problema.

Jhota no solamente tiene hambre, como los demás. Su principal problema es que estaba más a gusto en la otra casa. Cuando el jueves vi que debía cambiar de casa temí por su separación de Eduardo o Anup. Menos mal que terminó coincidiendo con Chari, y también le ayuda su buena sintonía con Terry. Pero esto no es suficiente y, es más, ayer le daba una clave a Joaquín cuando le decía que solo tenía afinidad con él y "si acaso, con Chari". Está claro que ellos dos están un tanto distanciados, si bien me parece extraño que no mencione para nada a Terry.

Volviendo al asunto de la comida, Patricia tuvo ayer una idea feliz de cara a la compra de esta semana. En un descanso de su inagotable repertorio musical, que interpreta sin criterio ni estilo, se le ocurrió proponer que en adelante beban agua en lugar de comprar bebidas refrescantes, con el fin de reservar el dinero para alimentos básicos como la leche. Antes de terminar la semana (que en Guadalix va de jueves a jueves) se encuentran sin una gota de leche, una carencia más origen de esas horas bajas de las que hablo.

Parece una idea elemental, casi una obviedad, pero la realidad demuestra la oportunidad de que alguien en esa casa llame la atención sobre cosas importantes, por muy evidentes que parezcan. Lo más fuerte es que venga a hacer esa labor alguien como Patricia. La compra de esta semana ha sido muy mala, por lo cual deberían tomar nota e intentar optimizar al máximo los recursos. También es importante que trabajen de forma ordenada y lógica en las pruebas. Por ejemplo, me llama la atención que algunos días paren de pedalear para comer durante las diez horas diarias que tienen para sumar kilómetros al contador. Prefieren desperdiciar ese rato en lugar de hacer turnos, como ha pasado en otras pruebas y todos hemos visto infinidad de veces en esa casa.

En todo caso, ver a Terry llorando por la falta de comida le rompe el corazón a cualquiera. Si esto pasa con cualquier otro me hubiera impresionado mucho menos, pero la canaria es la alegría personalizada, y muy mal lo debe estar pasando para llegar a ese estado.

Por cierto (adelanto algún "por cierto" inevitablemente), esta concursante rompe con la tradición de que no me gusten los concursantes procedentes de las islas afortunadas. Esto le ha sido señalado a este gato caprichoso por parte de algún amigo en los comentarios de este blog, y a pesar de no haber estado nunca muy de acuerdo, ahora puedo decir claramente que esta vez sí me gusta la concursante canaria.

Mientras algunos están viviendo sus propios momentos de bajonazo, otros parecen seguir en su mundo de ironías ofensivas. Les podríamos llamar 'el clan del jacuzzi', y todos podemos sacar la conclusión de a quienes me estoy refiriendo. Óscar y Yago se han procurado un coro de palmeros (palmeras, en este caso) donde Catha aprovecha para dejarse ver un poco y Flor sigue intentando provocar al granadino cosechando siempre el mismo éxito. Quiero decir: ninguno.

Como espectador, lo más hiriente es que estas mujeres no se den por ofendidas con ciertas bromas de pésimo gusto. En algunos casos se trata de groserías de pésimo estilo, por lo cual me deja sumido en una perplejidad absoluta ver a chicas como Flor haciendo como que no se entera, dejando pasar la ocasión de dar un corte a este dúo tan poco cómico.

Ayer Flor decía que Óscar estaba mojado, supongo que después de uno de sus frecuentes baños en el jacuzzi. La respuesta de este fue tan hiriente como poco fina: "Si hay alguien mojado aquí no soy yo". Flor no pasó de decir: "¿Cómo? ¿Qué quisiste decir con eso?". Y al rato seguía su poco exitoso y evidente juego de seducción, por así decirlo.

Chari, por su parte, se posiciona cerca de este grupo por obligadas razones. Dado que ella necesita con urgencia confirmación sobre sus propias intenciones, debatiéndose entre seguir con su novio o ligarse a otro cuanto antes, está en el único sitio donde hoy por hoy puede tener alguna opción. Ligarse a Jhota no entra en sus planes, y Joaquín parece ya pillado. Por tanto, solo le quedan los protagonistas de esta versión barata del filme 'Dos tontos muy tontos'. En particular, y dado que Flor va más a por Óscar, ella empieza a preparar el terreno calificando a Yago como "muy inteligente". Me parto y me mondo.

La conversación que tuvo ayer con Marta en las bicis me dejó perplejo. Decía que Rubén era su primer novio de "ese estilo". Por la explicación posterior concluyo que se refiere al primero no macarra. Siempre le han gustado musculosos, así más del estilo de Julio 'feroz'. Con los ojos claros, chulitos y sinvergüenzas. Nada parecido a su novio, que está viajado, tiene conocimiento de algún idioma, es discreto y se sabe comportar. Son conclusiones mías pero basadas fielmente en sus palabras. Por otro lado, dejó claro que ella es como es, que tiene sus necesidades e interpreta ese momento como el de romper con todo o reafirmar su relación. Volviendo a reinterpretar sus palabras, diría que se debate entre encontrar un tío al que tirarse o no encontrarlo y, en este último caso, verse en la obligación de seguir con su actual novio.

De modo que los novios anteriores de Chari han sido siempre del estilo del lobito 'feroz'. Este personaje cuadraría bastante bien en la fábula del pastor mentiroso. Mucho "que viene el lobo, que viene el lobo" pero este no aparece nunca. Con Chari solo sacó sus garras, sin llegar a nada más. Y mira que lo tuvo fácil. Ahora tiene a Lydia a sus pies, y ante una mínima insinuación de que no quiere tema con él se ha parado en seco y le ha prometido que la va a respetar. Esta idea tan corrompida del concepto respeto no la termino de asumir. A la gente se la respeta de otra forma, hombre. "A mí con que me paren los pies una vez es suficiente", dice Julio. Ahora resulta que no era tan feroz.

Con todo, esta actitud beneficia a la imagen de Julio, no del todo restituida por torpezas como la que cometió también ayer. Hablando con Laura y algún otro compañero que no recuerdo, decía lo siguiente: "He estado nominado esta semana y me he comportado. Como esté nominado la semana que viene voy a ser un hijo de puta". Se lo decía luego la propia Laura mientras pintaban el caballo de Troya en el jardín: "Ahí la has cagado". Parece mentira que cualquiera parezca más espabilado que el púgil.

Es el problema de cambiar con tanta facilidad de actitud, que al final es imposible saber cómo es la persona y el mismo protagonista duda en cada momento entre comportarse bien o todo lo contrario. ¡Qué fuerte! Ignoro si ha competido mucho o ese representante que tan mal le llevó (excusa perfecta de los fracasados) quizá no fue capaz de conseguirle suficientes combates. Lo digo porque me extraña que tenga un concepto tan poco deportivo del juego. Unas veces se gana y otras se pierde, lo cual en este caso sería equiparable a salir nominado.

Al tiempo que otros dudan si ser infieles o si convertirse en auténticos hijos de puta, Anup aprovecha el tiempo ensayando formas de evitar que Patricia cante. Su táctica consiste en preguntarle por su vida e intentar mantenerla en conversación "normal" el mayor tiempo posible. Es evidente que mientras habla no está cantando, pero posiblemente va más allá la estrategia de ese indio no tan loco. Creo que esa concursante tiene necesidad de sentirse protagonista siempre, lo cual le hace renunciar a situarse en un segundo plano. Por eso canta siempre, y cuando no canta mata moscas retransmitiendo su pírrica hazaña. Anup puede conseguir que Patricia se sienta reconfortada por alguien interesado en su vida. Aunque es nula mi esperanza de que deje de cantar.

Por ciertos

En la casa también se habla de la supuesta embarazada de Gran Hermano 12. Bastó con que Laura dijera que tenía pinchazos en la tripa para que Marcelo afirmase en tono de broma: "¡Eras tú la embarazada!". Ella reía. Por su parte, hay dos concursantes que están diciendo las cosas claras, cada uno en una casa. Joaquín dice sin cortarse un pelo: "Aquí lo que pasa es que el ambiente está enrarecido porque hay gente que no se implica, y nadie se atreve a pararle los pies a 'Zipi y Zape'". Vale, a 'Zoolander' y 'Hansel' o 'Dos tontos muy tontos' le añado ahora lo de 'Zipi y Zape'. El otro concursante claro es Anup, aunque en este caso me atrevo a calificarle de visionario. Anoche hacía este pronóstico: "Yago no habrá caído bien en la otra casa. Está allí con Óscar y ellos dos no se van a adaptar con los demás. Van a tener problemas". Me encantan los concursantes que saben leer bien el concurso.

Y solo una cosa mas. Apuesto a que el Caballo de Troya que están construyendo sirve para que alguno pase de una casa a otra. Posiblemente uno de cada lado cambiará de casa la noche del jueves. Es pura invención, pero igual hasta acierto.