Hoy tenemos una fiesta

telecinco.es 10/03/2011 09:32

Nos puede gustar más o menos, pero es la audiencia votante quien decide los concursantes que llegan a la final. Es una anécdota que Yago lo haya hecho de forma adelantada mediante un juego propuesto por el programa, porque todo indicaba que estaría en la terna final de cualquier modo. En cuanto a los 'totitos', rebautizados por algunos como 'to(n)titos', dije hace un par de días que no merecían tal honor, mucho menos ganar esta edición e inscribir su nombre en el libro de honor del programa, pero así lo ha querido la mayoría que decide una parte muy importante de lo que pasa en este concurso.

Como tal debemos aceptarlo y así lo hace este gato descontento por no ver a sus favoritos en la final, algo que me ha pasado otras veces por lo cual debería estar acostumbrado. Aunque parezca excesivamente duro, particularmente habría expulsado a los dos finalistas que protagonizaron una de las broncas más bochornosas que he visto en esa casa. Estoy medianamente convencido de que habría pasado si la hubieran tenido un par de meses antes. Por lo menos, habrían sido sancionados de algún modo porque el precedente de Gonzalo está demasiado cercano en nuestra memoria.

Pero claro, me hago cargo de lo difícil que es quedarse con un solo finalista, al que habría venido Dios a ver llegado el caso. Imagino la cara de pasmo de Yago cuando le hubieran dicho que sus dos compañeros finalistas habían sido expulsados disciplinariamente y el botín era suyo. Una auténtica faena porque nos habríamos quedado sin final. Por tanto, me niego a quedarme anclado en un incidente, uno más de los habidos en una edición que no se ha caracterizado por el juego de esgrima dialéctica entre los concursantes. Los de este año, bastantes de ellos, han empleado el palo y tentetieso dialéctico en lugar del florete.

Bien pensado, si en una edición como esta hubieran mantenido el listón donde se puso con la expulsión de aquel "puto titiritero" argentino, al que pusieron de patitas en la calle al tiempo que nominaban disciplinariamente a Siscu, probablemente no hubiera llegado a la final ni el 'tato', y no me refiero al poni. Tras descubrir a los tramposos Julio y Flor, hubieran tenido que ir a la calle algunos otros que usaron parecidas armas. Cuando pasó lo de estos puse en una conversación privada un símil cinematográfico. Viendo una película todos sabemos que se trata de un trabajo de ficción pero tenemos una ilusión de realidad que se quiebra en el momento que vemos asomar un micrófono en la parte superior del plano.

Si el micrófono aparece una sola vez lo más probable es que podamos seguir viendo la película con normalidad, pero si lo vemos asomar seis o siete veces a muchos nos será imposible mantener esa ilusión de estar siendo partícipe de una realidad, objetivo principal de escritores y realizadores cinematográficos. Pues bien, a Julio y compañía se les vio el micrófono demasiadas veces. Me da igual que otros tuvieran las mismas motivaciones, lo malo es que a estos se les vio el plumero. Pienso ahora en otro símil relacionado con los juegos de magia de un prestidigitador. Todos sabemos que hay truco, pero no queremos verlo. Si al mago se le ve el truco se acaba la ilusión, y se habrá quebrado la confianza del espectador.

Quienes más cerca estuvieron de enseñar demasiadas veces su 'micrófono' (entiéndase el símil) fueron Chari y Rubén, especialmente con aquel polvo dedicado a cámara por ella, posiblemente simulado. Y el pobre Yago al lado, como siempre sujetando la vela. Ahora anda el gaditano buscando ganchos para sus montajes. La última ha sido, según me cuentan, la pobre Saray. ¡Qué mala suerte ha tenido esta edición con tanto listillo de medio pelo!

De entre los demás, a la mitad también tendríamos que haberles expulsado por discutir fuera de sí poniendo en peligro nuestros tímpanos y los vúmetros de los encargados del sonido en Guadalix. O nominarles disciplinariamente, con lo cual alguno habría estado siempre en la palestra, batiendo el récord que a su vez batió este año Marta, arrebatándoselo a Prager, aquel concursante tan majo y centrado. ¿Se acuerdan?

En fin, quiero decir con estos desvaríos míos que el listón igual que se sube puede y debe bajar. O eso, o nos habríamos quedado más solos que la una, que decía mi madre. Por fortuna eso no pasó y hemos llegado frescos y lozanos a la semana 21. Atrás hemos dejado a los montajistas, al showman Óscar (imprescindible en las galas), a Dámaso cada vez más desatado (con su soporte orgánico en plató y su mente en algún garito de Chueca), y a mis preferidos (ahora lo puedo decir tranquilamente, aunque se me ha visto siempre el plumero, ni sé ni quiero evitarlo). Mi Terry, mi Jhota, mi Patri, también Catha y Lydia. Cualquiera de ellos podría haber ocupado el lugar de los señores de 'quetepés'.

Pero vosotros, nosotros todos, lo hemos querido así, y ahora ya no vale venir a quejarse. Como decía Pujol (el honorable president): "això no toca" (esto no toca). Porque, efectivamente querida Mercedes, hoy tenemos una cita. Una cita que es una fiesta, como digo siempre. Y la fiesta de la final no es una fiesta cualquiera. Que nadie nos amargue la fiesta porque eso sí que no. ¿Que podrían haber llegado otros a la final? ¿O los que han llegado haber sido un poco más listos? Pues sí, pero eso ya da igual. Ahora toca fiesta, y celebrar esa gala 22.

Pase lo que pase lo voy a disfrutar esta noche. Incluso aunque ganara Marcelo, fíjate lo que llego a decir. En plató estará Marceliano, que personalmente me es bastante indiferente, aunque tras el morbo y la expectación despertada tengo curiosidad por ver. Me temo que lo va a pasar mal el hombre porque sin costumbre uno se debe sentir como una avispa en manos de un entomólogo, observado con extraña y excesiva concentración. También habrá de estar su mujer, nada que ver con la señora esta de Castilla-La Mancha que entregaba un premio y, si acaso, comparte peluquero con la pobre Chelo. Le pido de nuevo perdón por la confusión.

Y estará también Mercedes, ¿cómo no? Nuestra maestra de ceremonias imprescindible. Ese 'alma mater' de la que hablé vísperas del comienzo de esta duodécima edición. Su vestido estará confeccionado por la misma diseñadora que hizo aquella maravilla con la que transitaba con tanta dificultad Milá por los pasillos el día del estreno. Es secreto de estado, un aliciente más para estar pegados a la televisión esta noche. Allí estaremos todos, aunque no quepamos en el plató. Los que seguimos estando locos por Gran Hermano y aquellos otros que también aunque renieguen tanto. Una final es una final, y no me resisto a decir lo que siempre en circunstancias como esta: Hoy es el día.

Por ciertos

Hablaba ayer de la estadística y su mentira. De acuerdo que esta es la edición más larga, pero esa información habríamos de acompañarla del dato que la anterior fue tan solo un día más corta. O sea, que batimos récords por la mínima. El de número de concursantes es por una diferencia de dos. Pero no sigo con los recuentos que esto parece la crónica de un partido de baloncesto. Solo queda saber quién la va a meter esta noche desde la línea de seis veinticinco.

La nota de prensa de ayer decía que Yago (al que llaman por su nombre real, que es Yago Carollo porque Hermida es su segundo apellido) es el primer repescado que llega a la final. Obsesionados por los récords ya vemos donde no hay, lo cual también entiendo porque me puedo imaginar el jaleo que debe haber estos día en Guadalix preparando la final. Así que, por descontado que disculparía cualquier error, por garrafal que pareciera. Lo siento, más que nada, por Pilarita, a quien no pudimos haber ganadora, pero otra cosa es que ahora se le niegue el pan y la sal. Eso sí que no.

Pilarita fue readmitida el 19 de noviembre de 2009, junto a Siscu y Carolina 'paraquemeveasporlatele'. Estuvo 69 días en la casa después de haber sido repescada, y no fueron más porque llegó a la final con su hija y el ganador aquel que prometió donar parte de su premio a causas benéficas sin que se haya sabido desde entonces si lo hizo o no, aunque la semana anterior de comenzar esta edición confesó que aún no lo había hecho. Esta noche seguro que no desaprovecha la ocasión, dado que entregará el maletín al ganador, de darnos pelos y señales de aquello que se comprometió ante la audiencia a hacer.

Yago ha estado solo 59 días tras su reingreso en la casa, tras volver a la misma el día 13 de enero. Lo hizo junto con Rubén, de quien ahora dice que tiene una bala en la recámara. Quiere esto decir que si ganase el gallego la productora o quien pague el importe del premio se iba a ahorrar una pasta, puesto que mis cálculos dicen que en lugar de 300 mil euros se llevaría 117 mil. O sea, menos de la mitad. ¡Un chollo!

Sobre quien debe ganar o no, ahora ya se me ha hecho un poco tarde. Así que otro día hablamos. ¿Cuela? Mañana no será porque habrá mucho que contar sobre la final, así que tendrá que ser la semana que viene. Aún estaremos por aquí dando un poco la lata algún día más.

El Gato responde

Me preguntan algunos amigos si voy a comentar el programa que empieza el jueves que viene. La respuesta es que no lo sé, pero cuando esté tomada alguna decisión os lo contaré aquí mismo. El cuerpo me pide guerra, aunque también descanso.

Publicado por: mavierdi | 09.03.2011 a las 13.07 - Me he cansado de repetirlo, pero lo vuelvo hacer, Laura, NO ABANDONO A SUS AMIGOS, estos fueron los que le abandonaron a ella. Y repito: Ella discute con Jhota, y aunque se piden perdón, los dos saben que se van a nominar. Ella no va al grupo, a preguntarles a quien van a nominar, dá por hecho, que el problema, es entre los dos. No así Jhota, este dice, muy clarito, que él saldrá nominado, pero que quiere a Laura, con él. ?recuerdas aquellas conversaciones, en las que Laura, piensa que están hablando de ella, y así se lo dice a Terry¿, Esta le dice que son figuraciones de ella, que es mal pensada. Laura, acierta de pleno, Jhota, está pidiendo el voto a Laura. Patricia, le apoya, Catha también, y Terry, le traiciona, no le vota. Cuando llega Lydia de Israel, le dicen sus planes, esta se asombra ? a Laura¿, !!que fuerte!!!!, pero la nomina. Laura sale nominada, le pregunta a Lydia, se le ha nominado, cosa que a la otra le parece fatal. Se reunen, todos, Terry, dice entre lagrimas que les ha traicionado. Jhota, se enfada. Le perdona. Y Terry, se pasa al bando de estos definitivamente. Marcelo, le dice a Laura, que ahora ellos son los tristes. Marta ve una puerta abierta, forma grupo con ellos. Laura, no se separa del grupo, solo riñe con Jhota. Ellas, las cuatro Marias, son las que aislan a Laura de su grupo. se unen a Jhota.

Si quisiera ser descortés diría que si tú estás cansada de repetirlo yo estoy cansado de leerlo. Pero no es cierto, así que evitaré decirlo. Verás, agradezco tu memoria y esfuerzo por contar una historia que ciertamente se va diluyendo según pasa el tiempo, como pasa con todas. Ahora bien, yo me baso en lo sucedido las semanas anteriores a lo que cuentas. No te sabría decir ahora mismo, pero más de una y más de dos semanas antes. Y no podría detallar hechos concretos porque no se trata tanto de nada que sucediera sino de sensaciones que tuve observándoles día a día.

Yo sí vi cómo se iban despegando ellos dos del resto. Les vi la intención de marcharse del grupo y al final cómo se consumaba. Permíteme que me base en lo que yo vi, sin dejar de admitir que lo que dices es cierto y está muy bien contado. Pero yo vi bastantes días antes esa escisión finalmente confirmada. Y como lo vi, y lo conté, así lo considero. Y de esta forma lo seguiré contando sin descanso, siempre que lo considere necesario.