Laura, aspirante a princesa del pueblo

telecinco.es 09/03/2011 09:57

Laura es lobo y cordero a un tiempo, eligiendo en cada momento la piel que corresponde. Ser poli bueno y poli malo a la vez da muchas ventajas en este concurso, pero aún así le faltaba una parte del target que cubrir. La audiencia de Gran Hermano ha ido evolucionando según va pasando el tiempo, y me atrevo a asegurar que quienes mayor fidelidad han mostrado por el programa son los más jóvenes.

Si a esto unimos que la audiencia votante ha sido siempre mayoritariamente femenina, basta con ver el resultado de muchas expulsiones para darse cuenta de ello (la primera expulsada ha sido la mayor parte de las veces una mujer, por ejemplo), parece haber aconsejado a Laura que buscase una pareja para quitar obstáculos en esta travesía que finalmente se ha extendido hasta casi los cinco meses.

Por si no se había notado aclaro que hoy toca el último de los perfiles de aquellos que han llegado hasta la fase final de este concurso. Laura es nuestra protagonista de hoy, habiendo reservado este gato pícaro su daguerrotipo para la víspera de la final (en realidad tenía planificado publicarlo ayer) porque hace muchas semanas que le vi ganadora indiscutible, lo cual no es crítica ni elogio, sino todo lo contrario.

Antes de ir a ello se hace imprescindible contar la reconciliación de los 'totitos', lo cual hago con más gusto que relatando sus improperios y amenazas, lo cual tocó hacer ayer. Es bonito ver una pareja quererse y perdonarse. El detalle de Marcelo entregando sin más esa flor de papel handmade, posiblemente hecha con todo el amor del mundo, tiene el valor de las cosas verdaderas y es una muestra positiva de que a veces sobran las palabras y con un sencillo gesto es posible arreglar el mayor de los desaguisados. Como mensaje me parece insuperable y, en este caso sí, todo un ejemplo a seguir.

¿Cuántas veces pudimos pedir perdón y no lo hicimos por temor a la reacción del otro? O simplemente se nos hizo cuesta arriba el momento, sin plantearnos que con un simple gesto, algo tan sencillo como una flor de papel, podía ser suficiente. Al rato estaban besándose y abrazándose como si no hubiera pasado nada, aunque los dos sabían que sí pasó y por eso las lágrimas afloraron pronto y recorrieron sus mejillas poniendo un marco a su arrepentimiento.

Lástima que la reconciliación llegue tras una discusión tan desagradable como la del lunes por la tarde. Como bien decía Yago esa misma noche, hay barreras que no se han de traspasar. Esto es así por respeto a la otra persona, e incluso para no perder la fe en uno mismo. Terminé ayer el relato de lo sucedido diciendo que la gran bronca era un buen ejemplo de cómo no debe ser una relación amorosa entre dos seres humanos. Esto mismo pienso en su conjunto de la relación que han mantenido Laura y Marcelo dentro de esa casa.

Estos dos concursantes no saben amar. Por no saber ni siquiera han aprendido a amarse a sí mismos. Por fortuna, el conocimiento no se tiene sino que se adquiere, y a tiempo están de aprender a quererse un poco más y, por ende, a amar como es debido. Nadie que haya amado de verdad puede plantearse jamás decir al ser amado que es un sinvergüenza, da asco, está loca/o, o no está guapa/o ni callando. Jamás alguien que haya estado realmente enamorado (en una sola ocasión siquiera) será capaz de amenazar a aquel con quien comparte cama con escupirle, arrastrarle de los pelos por la casa o meterle la cabeza en el váter.

Es algo muy sencillo: no concibo un amor así ni lo concebiré nunca. Llamadme inocente, tonto o en exceso exigente. Pero es tal y como lo cuento. Si eso es amor prefiero el desamor, si es respeto prefiero la desobediencia. Y, desde luego, por siempre jamás rechazaré cualquier atisbo de violencia dentro de una pareja. Con tales mimbres se tejieron estos cestos que hoy son portada de telediario. Y si alguien tiene la tentación de preguntarme si no he insultado nunca a mi pareja le diré que no. Jamás. El argumento bíblico de "que tire la primera piedra" es falaz. Si por mí fuera habría más de una inoportuna lapidación. Si hace falta, tiro mi piedra sin problemas.

Daguerrotipo de Laura

Laura ha llegado hasta aquí por merecimientos propios, porque su perfil de aspirante a princesa del pueblo llega a este programa en el momento oportuno. No ha sido ella la primera concursante con un perfil parecido, aunque tal vez se pueda decir de las anteriores que fueron concursantes compresa, es decir, estuvieron en el mejor sitio pero en el peor momento. La parleña, sin embargo, vio, llegó y triunfó. Ella sabía que su empresa debía ser más importante que un concurso con Lomana para amenizar un poco el verano, por eso se reservó para Gran Hermano.

Ahora sabemos que hizo bien en esperar su ocasión en el 'reality de realities'. La ambición que le llevó a dejar pasar otros trenes de segunda para subirse a este de alta velocidad es la misma que ha mostrado durante todo el viaje. Su gran suerte ha sido hacerlo junto a un novio que siempre le dejó claras sus intenciones, sin que ella le llegase a creer nunca. Esa historia de amor enmascaró en buen medida su falta de lealtad y otros pecados. Pecata minuta al lado de las exigencias que plantea una historia amorosa, por la que se han entregado hordas de carpeteras identificadas con la chica de barrio mal hablada capaz de dejar todo lo que tiene por amor.

Pero Laura fue profundamente desleal, en ocasiones describiendo un camino de ida y vuelta sin rubor alguno. Con Marta, por ejemplo, vivió un comienzo de gran conexión entre ambas para terminar pronto en bandos distintos, y tras la escisión provocada por ella y Marcelo en el de los 'alegres' volvió de nuevo a acercarse a Marta, quien la acogió sin hacer un solo reproche. Una lástima la negación de Marta hacia Laura, cual Pedro de Tarso a Jesucristo. Tras alertar Yago a Marta de las intenciones nominatorias de la de Parla y ver cómo ambas seguían llevándose bien, este le planteó su sorpresa ante que siguiese diciéndole "mi niña", a lo que Marta respondió: "Eso me lo dice ella a mí, pero no yo a ella". Aparte de ser falso, me hace plantear la pregunta: ¿A cuántos vendió Marta?

Laura tenía muy claras sus aspiraciones, lo cual no le hizo amilanarse ni esconder sus formas rudas. Creo que ella sabía hasta qué punto su naturalidad y el peculiar lenguaje que se gasta caerían bien a la audiencia, por lo cual habría de explotarlo todo lo posible. Y lo hizo con buenas rentas, superando nominaciones complicadas, lo cual animó a Marcelo a probar el acercamiento, sabedor de que muy mal no debía caer fuera.

Como digo al principio de este escrito, a su perfil de 'choni' debía sumarle algunos valores con buen predicamento entre la audiencia de este programa. En este caso se trataba de apostar sobre seguro porque entra en juego el gran corazón de Laura. Pienso que fueron espontáneas sus muestras de cariño e interés por algunos de sus compañeros. Recuerdo gestos hacia Dámaso o Terry que me atraparon tanto que durante un tiempo también fue ella mi ganadora.

Poli malo, poli bueno y en medio una historia de amor que lograría atrapar tanto a tanta gente como para blindarles a los dos hasta la final. ¿Suficiente como para que olvidemos sus malos gestos? Para mí no, pero está claro que sí lo es para muchos, y la audiencia manda. No me gustó su actitud con aquellos que fueron sus amigos durante mucho tiempo, esa facilidad con la que pareció olvidar la buena relación de complicidad que tuvo con Terry, por ejemplo. La canaria pasó de ser su principal amiga a intentar dañarla de forma innecesaria y no justificada.

Tampoco se puede decir que Laura llegue hasta aquí con la enemistad manifiesta de todos cuantos convivieron con ella. Cierto que cuando alguien se apunta como muy posible ganador empiezan a salirle amigos, y en la gala de mañana estoy seguro de que se subirán al carro más de uno y más de dos. Ahora bien, antes de esto ya hubo compañeros que nunca han hablado mal de ella y justificaron con más o menos vehemencia sus acciones, como fue el caso del indio. En cuanto a sus compañeros finalistas, cuando Marcelo no está diciéndole que le da asco parece hasta un amigo, y Yago se ha pasado medio concurso diciendo que era una mujer diez aunque se sintiera posteriormente traicionado, lo cual no ha terminado de disculpar.

En definitiva, luces y sombras para esta concursante que no fue mayoritariamente detestada ni tampoco lo contrario. Curiosamente, quienes más la defendieron fueron precisamente quienes menos contacto tuvieron con ella. Como dijo Terry en una ocasión, todo el que se acercó a Laura salió de alguna manera mal parado, incluyendo en esa nutrida nómina al propio Marcelo, aunque en este caso la relación fue autodestructiva para los dos.

¿Qué ha tenido Laura para convertirse en posible ganadora de esta duodécima edición? No estoy seguro de tener esa respuesta pero sí creo conocer algunas de sus claves. Laura se convirtió en un reflejo de lo que muchas jóvenes y adolescentes españolas quisieran ser: una chica normal capaz de manejar su destino sin ataduras, mostrando la independencia y el coraje suficiente para interrumpir una relación de muchos años porque se ha enamorado de otro concursante dentro de la casa de Guadalix.

Además, no se escondió casi nunca y cogiendo el toro por los cuernos le dijo a su exnovio que "esto es lo que hay". Lo que en otros casos se hubiera analizado como producto de un carácter excesivamente caprichoso, en el suyo fue una cuestión de ovarios. Esa decisión que afectaba a su vida personal fuera de la casa hizo que el concurso se le pusiera cuesta arriba, en la misma medida que iba ayudando a perfilar su imagen moderadamente heroica.

No creo que fuera la intención de sus familiares, pero el castigo de no estar con ella dándole apoyo en la gala de las sorpresas familiares contribuyó mucho a forjar ese personaje sufridor con el que tanto simpatiza generalmente la audiencia. Sufrir siempre viene bien cuando se trata de convencer a la audiencia votante, y probablemente la mayoría de los ganadores tuvieron ese punto de sufridores, ya fuera por un amor no correspondido o cierta discriminación injusta sufrida por parte de algunos compañeros. Digamos que Laura ha sufrido lo suficiente para granjearse una buena bolsa de votos, primero porque ningún familiar quiso ir a verla y mostrarle su apoyo, luego por su azarosa vida sentimental.

Completamos de esta forma el perfil de chica de barrio (de extrarradio, más bien), natural, independiente y corajuda, con otras dos características decisivas: sufridora y enamorada. Dije en una ocasión que la catapultaría al triunfo si Marcelo terminaba dejando la relación, algo que no se atrevió nunca a consumar y creo que no habrá sido por falta de ganas. No le ha hecho falta extremar tanto el sufrimiento, lo cual probablemente ha suplido al convertirse en una réplica actualizada y rejuvenecida de Belén Esteban.

Esta nueva aspirante a princesa del pueblo ha pisado fuerte y no puso nunca en duda su aparente propósito de imponer un lenguaje propio. Palabras y expresiones suyas han pasado a formar parte de nuestro paisaje cotidiano, por malo que parezca. "Gepeto", "que te pees", "ojete" (menuda fijación tiene, por favor), "ojete revenío" (no tengo palabras), "me escampo", "percal" y otras tantas son buenos ejemplos de lo que digo.

El lenguaje de Laura está basado en una combinación de sus palabras malsonantes preferidas con frases hechas no necesariamente bien aplicadas. Sin ir más lejos, percal es un tipo de tela y se aplica en frases como "me conozco el percal", que viene a decir que conoce uno el tipo de género, y en sentido figurado que sabe por donde vienen los tiros. Pero para ella todo es percal. Percal y ojete son sus dos constantes vitales.

Con todo, y a pesar de las muchas reticencias que he expresado sobre ella desde hace semanas, después de haber pasado una época en que logró enamorarme al poder vislumbrar un corazón enorme que en ciertas ocasiones muestra sin ambages para ayudar a un semejante, lo cierto es que entiendo su largo recorrido en este programa. Entiendo que haya llegado al final, e incluso que pueda ganarlo. A pesar de que, como dije ayer, con discusiones como la del lunes demuestran ella y Marcelo que no son merecedores de tal honor, como el propio 'malaguita' ha reconocido. Pero ella supo lo que debía hacer, por lo cual he de considerarla una concursante inteligente. Algo compatible con mostrarse tal y como es casi siempre. Unas veces lobo y otras cordero. Y sempiterna aspirante a nueva princesa del pueblo. ¿Me entiendes?

Por ciertos

Solamente dos parejas han llegado a la final de Gran Hermano hasta ahora. La de Laura y Marcelo, si terminan llegando al jueves como pareja, será la tercera. Es curioso que en los dos casos anteriores uno de los miembros de la pareja batiera el récord de finalista menos votado. Primero lo fue Kiko Hernández en GH 3 (4'69%), solamente relevado por Raquel Abad en GH 7 (3'6%). Ambos tardaron 4 ediciones en ser desposeídos del título (el año pasado, Pilarita recogía el testigo obteniendo récord absoluto con tan solo un 1'9% de los votos).

De acuerdo que la muestra es muy escasa, tan solo dos de las once ediciones anteriores tuvieron una pareja en la final. Pero si hacemos caso del precedente, deberíamos estar seguros de que mañana ganará Yago, puesto que en esas dos ocasiones anteriores ganó el tercero en discordia, no habiendo triunfado nunca en el concurso alguien que llegase como pareja a la final, estando su otra media naranja en la terna de finalistas. Sí ganó Naiala en GH 8, pero su pareja no había llegado con ella hasta la final.

La estadística no deja de ser el negocio de una mentira. Se pone siempre el ejemplo de que si tú te comes un pollo entero y yo no como nada, la estadística dirá que los dos nos hemos comido medio pollo. ¿Y mi parte dónde está? Creo que mañana se romperán dos tradiciones. Así será si Marcelo es tercero (por supuesto si es segundo) y mantiene ese once y pico por ciento de los resultados ciegos que conocimos el domingo. Y también si al final se cumplen mis previsiones y gana Laura.

Como en el resto de perfiles, la caricatura de hoy está rescatada de la publicada en su día, obra de Javier B.V. Recuerda que puedes votar desde esta web, o bien en las páginas en Facebook de Telecinco y GH Momentazos por el ganador de esta edición.

El Gato responde

que relacion tiene la madre de Laura con la revista que le dio el premio a Dolores de Cospeda?? como para no sospechar de lo que me vengo quejando todo el concurso , no todos los raseros se miden igual

Hay algo que me he perdido y puede que me tenga totalmente confundido. Este comunicante me pregunta sobre un premio que habrían dado a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, y la relación con Chelo, madre de Laura. No le di importancia a la pregunta ni siquiera me molesté en comprobar la supuesta relación, Chelopuede que todo fueran visiones ¿Alguien sabe si me estoy equivocando o no?

Actualización: Pues efectivamente me estaba equivocando. Con usuarios como vosotros da gusto. Gracias a todos por los enlaces en los que se ve claramente que no es Chelo la que entrega el premio dichoso sino una mujer con un peinado muy similar. Expediente resuelto, perdón a la interesada por tan tonta confusión.