La vida en Gran Hermano sigue mientras Julio y Flor ignoran que esta noche serán protagonistas apresurados en una parte de la gala. Ambos piensan que están nominados, si bien fueron salvados por Marcelo y Patricia. También los dos han afirmado en algún momento esta semana que querían irse, cansados por la prueba y la falta de comida. Aunque más cansado debe ser mantener el ficticio papelazo de estos dos, atentos en todo momento al enfoque de las cámaras para ver si han de magrearse o se pueden relajar.
Si finalmente hubiera la esperada expulsión de los dos concursantes en cuestión me alegraría por 'feroz' pero no tanto por Flor. Su implicación en el montaje que me distancia de esta historia (haciendo más difícil mantener una cierta ilusión de realidad, como lo define muy bien Tomás Blanco) es la misma que la de su cómplice en el juego, pero el resto de su comportamiento en la casa resulta bastante beneficioso para la convivencia.
A diferencia de Julio, cuya constante simulación lleva a confesarle a Yago que quiere abandonar para poco después afirmar en el 'confe' que prefiere quedarse en la casa a ser expulsado, Flor colabora con la comunidad, come poco y no protesta casi nunca. Hace un par de días preparó unos gnocchis caseros de minuciosa elaboración, suele tener una palabra de aliento para todo el mundo y su aportación a la convivencia es siempre positiva. De no ser por su ambición y la torpeza de no fingir su interesada alianza con Julio (sexo a cambio de fama), su paso por Gran Hermano habría sido muy diferente.
Pero hay más vida en ambas casas, donde ha surgido el convencimiento coincidente de que hay concursantes marioneta manejados por duchos marionetistas. No es la única coincidencia, ya que también en las dos casas hay concursantes que tienden a decir lo que su interlocutor o interlocutores prefieren escuchar, de igual forma que se empiezan a vislumbrar dos grupos a cada lado, lo cual suma cuatro grupos.
La tendencia natural en esta experiencia es que se formen con bastante rapidez dos grupos enfrentados en la competición y, normalmente, también en la convivencia. El juego de las dos casas lo pone más complicado, especialmente cuando su formación de concursantes ha variado sustancialmente después de los primeros días, y aún seguirá habiendo cambios al producirse cada semana movimiento de concursantes entre una casa y otra. No obstante, ya digo que se empiezan a vislumbrar grupos claros, más en la casa blanca que en la de 'micolor'.
Anup, Patricia y Laura constituyen un grupo de poder que se protegen entre ellos. En muchos momentos parece que cuentan también con Lydia, aunque otras veces esta concursante parece un agente doble de la que podrían dudar los mencionados, cuando no renegar de ella por su falta de compromiso y poca fidelidad. Anup es de esas personas que buscan adhesiones inquebrantables, exigiendo a sus amigos cierta sumisión. No le gusta que le lleven la contraria ni parece sentirse enriquecido por la discrepancia. Muy al contrario, da la impresión de que encuentra ofensa en la falta de coincidencia. Por eso, ayer hubo un momento en que llegó a afirmar que habían perdido a Lydia.
El pecado de esta dulce concursante, cuyo candor recordando a Julio me da hasta pena (si ella supiera), tal vez sea el llevarse bien con el 'contrario'. No la veo atada a ningún grupo porque ella es tan 'flower power' como otros (u otras) mucho más interesados en que lo parezca. De todas formas, tampoco juega Lydia al rol 'me-llevo-bien-con-todo-el-mundo', ya reservado a Dámaso. Enfrente de este grupo está fundamentalmente Julia, cada día más ligada a Eduardo.
Quedan tres concursantes más en la casa 1: Marcelo, Dámaso y Rubén. Este último me despista y no sería capaz de adivinar sus afinidades. Dámaso opta por el papel conciliador y afirma llevarse bien con todo el mundo, por lo cual sus nominaciones son un secreto inexcrutable, si bien le intuyo más simpatías hacia Julia y compañía. En cuanto al 'malaguita', su incipiente tonteo con Laura podría acercarle a ese grupo de poder, más sólido que ningún otro, sin embargo, Patricia le tiene entre sus seguros nominados, lo cual me genera dudas. Así las cosas, o Julia y Eduardo logran equilibrar la balanza y ponen de su parte a Marcelo o Lydia (tal vez a Rubén), o veo inevitable que sean masacrados en las nominaciones de esta noche.
Según la nota de prensa de esta semana, en la casa 1 votarán de nuevo a mano alzada y sin dar individualmente nombres y razones (dice que volverá a hacerlo así la casa 2, lo mismo que ya ponía en la nota de prensa de la pasada semana, pero es que quien la redacta se debe estar liando y confunde ambas casas, todos nos equivocamos a veces, yo el primero). Por tanto, cuento con que designen sus nominados tras hacer el correspondiente recuento interno, dando dos nombres cada uno de los habitantes de esa casa. Siendo así, creo que tienen las de perder Julia y Eduardo.
Son los elegidos por Anup, el cual ya nominara a Edu la semana pasada poniendo la excusa de que no tenía ningún voto. El gran inconveniente de esta fórmula nominatoria del tótum revolútum es que tiene ventaja quien se reserva para el final, conocedor del estado de la votación. Si lo que desean es acortar el proceso de nominaciones, que con tantos concursantes se puede hacer interminable, bien podrían hacerlas grabadas (en algunas ocasiones se han llegado a hacer el día anterior) o cualquier otro procedimiento que permitiera acortarlo, aunque luego fuera hecho público también dentro de la casa. Patricia piensa nominar a Marcelo, como dije antes, además de a Julia, lo cual no hace falta ni decirlo.
Laura apoya incondicionalmente a Anup y Patricia, además de haber tenido una discusión importante con Eduardo cuyo final fue asegurarle que le nominaría por ello. Por tanto, puedo aventurarme a apostar por su nominación a Eduardo y Julia, coincidiendo con Anup. Edu posiblemente nomine a Laura y Anup, siempre y cuando Patricia sea la expulsada de esta noche. Imagino que la elección de Julia pueda ser la misma. ¿Y los demás? En el escenario propuesto, tendríamos ya recolectados dos votos para los siguientes concursantes: Julia, Eduardo, Anup y Laura. El poder de decisión está en manos del resto de habitantes, por tanto.
La duda sobre lo que podrían nominar Lydia, Marcelo, Rubén o Dámaso impide despejar esta incógnita. La primera estaba especialmente ligada a Patricia, posible expulsada de hoy (aunque podríamos tener una sorpresa con Mireia, cuya posibilidad de expulsión no descartaría), y Marcelo insisto en que anda comenzando tonteos con la de Parla. Pero ninguno de los dos tiene una relación especialmente estrecha con Anup, por ejemplo. Y si Patricia es expulsada habrá que contar con que se sumará a estas nominaciones alguien de la otra casa.
Dámaso es espíritu libre y conciliador, por lo cual su papel en la casa podría ser parecido al de los monos sabios (Mizaru, Kikazaru e Iwazaru), guardianes simbólicos del mausoleo de Toshogu, que optan por no ver, no escuchar y no hablar. Sucede que la carne es débil y este prefiere verlo y escucharlo todo, e incluso a veces se va un poco de la lengua. Ayer le tocó escuchar primero a Anup decirle que Eduardo es una marioneta en manos de Julia. Unas horas después, Julia y Eduardo venían a decirle lo mismo sobre el indio, al afirmar que Patricia estaba teledirigida por él. De forma que ambos grupos creen que hay una marioneta y su marionetista.
Ante el pasmo provocado en Dámaso por la coincidencia apuntada, este no pudo por menos que advertir a sus segundos interlocutores que 'los otros' podían pensar lo mismo de ellos. "Sé por qué lo digo", subrayó el 'coplas', disfrutando un poco de su situación privilegiada de confesor. Ser depositario de las confidencias tanto de un lado como de otro le puede asegurar cierta inmunidad diplomática. Aunque Anup le puso ayer la mosca detrás de la oreja al decirle: "Alguien me ha dicho que te va a nominar... yo no lo veo justo y se lo he dicho a esta persona". ¿Quién votará por Dámaso?
Está claro que lo de Anup y Julia tiene muy difícil arreglo. A la discusión que vimos en el resumen de ayer se suma lo visto y oído en una jornada movida entre ellos dos. El 'indio loco' no paró de soltar lindezas sobre su enemiga: "Empezó a gritar palabrotas... lo he dicho en el confesionario, que es una barriobajera, que he visto muchas mujeres maleducadas en el mundo, pero como ella ninguna... No soporto gente así... Toco madera porque no esté mucho tiempo aquí, pero mientras siga ya sabe que está nominada. Se lo he dicho a la cara"
Anup sugiere ante Dámaso que Edu es una marioneta (o un peón) y lo hace de esta forma: "Edu es un chico majo, pero a veces no entiende las cosas y Julia le utiliza como peón. Cuando Julia quiere molestar al grupo, pasa por Edu, para que él se lo diga a todo el mundo". Entonces el cantante le pide ejemplos de que el programador informático haya sido la marioneta de Julia, pero no lo consigue. Es indicativo que cuando es Julia quien acusa a Patricia de ser una marioneta de Anup en lugar de pedir ejemplos da un par de rodeos para terminar contándoles lo que piensa el otro grupo, aunque de forma medianamente codificada para que no se pueda decir claramente que se ha chivado. Diplomático sí, ma non troppo.
Es extraño el concepto que tienen de marioneta en ambos lados. Yo creo que se refieren a la protección que da un amigo (incluso un afín, simplemente). No se dan cuenta de que ellos también están protegiendo a otro, por lo cual hay quien igualmente piensa que mueven sus hilos, lo cual puede no ser así. Sin ir más lejos, ayer Anup extremaba la protección pidiéndole a Julia que cuando ella saliera de la casa no hablase mal de Patricia. En este caso la protección se mezcla con auténtica estulticia.
Luego se extrañan de que cuando Marcelo le pregunta a Julia a quien preferiría ver hoy expulsado de la otra casa, ella diga sin esconderse: "Por mí, mejor que se vaya Patricia". Esta se ofendió gravemente y, en este caso, Laura defendía que cada uno diera su opinión libremente sin que nadie se pudiera ofender. Lo mejor fue la frase de Marcelo, molesto por el hecho de que no contestase exactamente a lo interrogado: "Te pregunto si chocolate o fresa y me contestas que nata". Y lo más fuerte que le inquirieran a Julia sobre si lo había dicho por ofender o simplemente por dar su opinión, lo cual hicieron Laura y Rubén delante de la propia Patricia.
En la otra casa aún se están conformando los grupos, si bien parece claro que Mireia, Catha y Marta empiezan a estar más cerca de Joaquín y Yago que del resto. Jhota y Terry parecen víctimas propiciatorias de la mayoría por montar más de un follón y haber sido molestos discrepantes. La estabilidad emocional de Jhota está en duda, posiblemente ante el obligado cambio de tipo de vida, con las privaciones que impone ese encierro. Espero que sea capaz de controlarlo y superar ciertas ausencias, todo ello sin que le perjudique ante sus compañeros y la audiencia. Dar un puñetazo a la pared no es algo grave, pero está profundamente mal visto.
La diplomática en la casa 2 es Chari. Ella va de buen rollo con todos, dando la razón a todo lo que le dicen, ya sea contradictorio a lo que le acaban de decir otros compañeros a los que, por supuesto, dio igualmente la razón. Ella está siempre al sol que más calienta, lo cual hace con un estilo que hasta me llega a convencer. En definitiva, esto es un juego y cada uno maneja sus cartas como quiere. La jugada de la gaditana tiene la ventaja de que no es ofensiva para nadie y a nadie puede perjudicar. Además, insisto en que lo hace con dulzura y de una forma muy convincente. De momento le doy un olé.
Sobre la prueba, parece que la perdieron, como cabía suponer, aunque en la casa 1 no deben haber sido informados. Ha sido en la casa 2 donde dieron más vueltas (casi 500 diarias frente a menos de 300), por lo cual hicieron ellos la compra. Los encargados fueron Julio (¡si supiera!) y Chari, después de una hora intentando ponerse de acuerdo en si compraban garbanzos (petición de Joaquín) o crema de cacao (petición de Marta). No me extraña que estos dos estén cada día más separados, aunque para mí tengo que Marta está vendiendo algo distinto de la realidad. No creo que sea ella quien se ha apartado para que no le acusen de aislarse, sino más bien que es él quien le ha dado un poco de lado. Pero es mi visión, es este caso un poco arriesgada.
¿Por qué tiene Jhota un parche en la frente? Parece prematuramente maquillado para una fiesta de Halloween que no sabemos si habrá en la gala de esta noche. Yo, por si acaso, no he hecho la tradicional entrada de los disfraces. ¿Por qué Patricia y Julia, enemigas sin fronteras, se obcecan en barrer e incluso aspirar el césped (artificial) del patio? No sé si han pensado que es el mismo aspirador utilizado después en la casa.
Si esta noche no saliera Patricia deberían reforzar la protección contra incendios de la casa que esta concursante fuera a habitar. Ayer despertaron con olor a tostadora quemada. No a tostadas quemadas, no. Se las ingenió para quemar la propia tostadora, lo cual tiene su mérito. Ya le decía su madre: "No juegues con los aparatos". El precedente de hacer prender en llamas el microondas de su casa por dejar calentando mucho tiempo (¿minutos? ¿horas?) unas palomitas es suficientemente alarmante. Sobre todo teniendo en cuenta que al verlo salió de casa con su perro y sin coger ni siquiera las llaves. 'Pabernos quemao'.
Esta noche tenemos una fiesta, con Mercedes Milá como maestra de ceremonias. La expectación es máxima ante la anunciada sanción a Julio y Flor, la segunda expulsión de esta edición y las primeras nominaciones en las que hay algunas espadas en todo lo alto esperando cobrarse alguna víctima. No me lo pierdo.