Marta dice que no quiere preocuparse porque si lo hace empezará a apretar la pinza. Pienso que alguno lleva ya tiempo apretando la pinza, igual habrá que empezar a ver si uno mismo lo está haciendo. Marta se está revelando como una de las concursantes más carismáticas de esta edición de Gran Hermano, que se me antoja ya mítica. Sin más.
Si no está apretando la pinza María igual debería. Dijo Mark Twain que hay tres clases de falsedades: las mentiras, las mentiras infames y las estadísticas. Nuestra encuesta puede engañar esta semana, entre otras cosas porque viendo que el 'páter' tiene aquí un 18 por ciento de los votos y en los porcentajes oficiales parece que no llega al 4, bien podría ser que Noemí también llevase quince puntos menos y esos casi treinta puntos se los debamos apuntar a la jerezana.
La fuerza carpetera es lo que tiene, aunque en este caso todo parte de una gran mentira, porque entre Noemí y Alessandro solo hay lágrimas y confesiones imposibles de creer por parte de ella, y por la de ambos polvos forzados a la hora del debate. Todo en Noemí parece mentira (empiezo a dudar si es surfista), lo que dice y lo que hace. A pesar de lo cual, o tal vez por ello, no me gustaría que desfilase en dirección a Fuencarral este jueves. Se ha convertido ya en mi particular mono de esta feria, por decirlo de algún modo y sin querer ofender.
Otro motivo de preocupación de María podría ser que Hugo está siendo más desleal con ella que con su novia. Bastante le importa al 'hippie' que se marche el jueves o no. Lo decía sin ambages ayer mismo: "No me importa quien salga, aunque según lo haga me va a joder, más si es Noe". O sea, Hugo tampoco quiere que se vaya la canaria, en eso coincidimos. No estoy seguro de que coincidamos del todo, porque igual él prefiere ver alejarse la tentación y que se quede el cura. Por mí que vuelva a su congregación, con su voz calma y su impostura. Por si fuera poco, Hugo le escribe a su novia afirmando que la quiere y la querrá. ¡Toma ya!
Si es por buscar coincidencias entre este gato y los concursantes, en algo coincido enormemente con Ari. A ella le saca de quicio Juan por esto mismo, su forma de afrontar las discusiones aparentando una apertura de miras que no tiene, porque su actitud conciliadora es pura simulación. Él dice que no le gusta Ari porque en las discusiones defiende sus opiniones de forma autoritaria, sin aceptar las contrarias, como si él hiciera otra cosa. La única diferencia es su tono pausado, esa apariencia de generosidad y tolerancia que niega con sus palabras.
Lo peor de Juan es que acepta como buena cualquier cosa que vaya contra sus menos afines, aquellos que se han negado a bailarle el agua desde el minuto uno. Por eso no traga a Marta, con diferencia quien más personalidad ha demostrado a la hora de elegir sus amigos y opinar de lo que ve. A Pepe le ha faltado atreverse a contestarle como le hubiese gustado cuando el 'páter' le ha reprochado que le nominase, siendo él mismo incluso quien iba al día siguiente a darle explicaciones. No es propio del bailaor.
Unos cardan la lana y otros llevan la fama, que se dice. Califican a Pepe de vengativo porque le da excesiva importancia a las nominaciones. Esto es un juego, todos lo sabemos, y así habrían de tomarlo. Pero todos, no vale exigir a Pepe que acepte de buen grado las nominaciones de los otros hacia él, sin pedirle lo mismo a Juan. ¿Por qué habría de ser distinto? Lo peor es que entre el cura y el 'madero' (así le llaman Pepe y compañía), con la reciente ayuda del esperpento, han construido una imagen reformateada de Pepe, a quien acusan de vago y dormilón. Anoche mismo volvían a cargar contra él desde la cama, centro de mando de estos tres concursantes, pactando nominarle todos este jueves.
Cuando a Juan alguien le ha ido a calentar la cabeza sobre Pepe debería haber hecho pasar los comentarios por las tres rejas. Cuenta la leyenda que el joven discípulo de un sabio filósofo le avisó un día de que estaban hablando de él con malevolencia. Este le preguntó si había hecho pasar por las tres rejas lo que le iba a contar. "¿Las tres rejas?", respondió el joven, a lo que siguió la explicación del filósofo. "Sí, la primera es la reja de la verdad. ¿Estás seguro de que es absolutamente cierto lo que me ibas a decir?". La respuesta fue: "No, lo he oído comentar tan solo".
"Entonces al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Esto que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?", preguntó el sabio y el discípulo volvió a negar: "No, en realidad no. Al contrario..." El filósofo continuó su explicación: "¡Vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?". Tras la tercera respuesta negativa, concluyó mientras esbozaba una sonrisa: "Entonces, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido".
El filtro de las tres rejas parece demasiado cristiano para este cura que no recuerda los diez mandamientos. Él y Michael no solamente dan por ciertos argumentos que no son veraces ni buenos (mucho menos necesarios), sino que han conseguido vivir una realidad que les es ajena hasta el punto de no enterarse hasta ahora de que Alessandro y Noemí tienen bajo las sábanas algo más que palabras. Duermen tanto y están tan cerrados en sus falsedades que no se enteran de nada. Aunque parezca extraño, el 'polifantas' se acuesta antes de medianoche y luego se queda dormido en el jardín, como le pasó ayer. Será el valium.
Volviendo a Ari, es una lástima que desperdicie la ventaja que le otorga su propia personalidad, las muchas adhesiones que ha logrado concitar en torno a su persona, con una actitud que está cercana al chantaje hacia Michael. Casi he perdido ya la cuenta de veces que le ha pedido confirmación sobre sus sentimientos hacia ella, como dije ayer. Anoche fue una más, a sumar a la lista. Aunque en este caso nos dejó ver la peor Ari, egoísta y poco racional.
El sábado daba alguna explicación creíble durante aquella conversación con Noemí en que esta no hacía sino animarla a insistir, no sé si porque le parecía realmente el mejor consejo o tal vez buscando hundir a uno de sus rivales, que además es mujer. Contaba Ari como Michael le había dicho que sentía por ella casi más de lo que había sentido por una novia con la que había tenido una relación de cuatro años. Por la boca muere el pez, dicho muy aplicable en este caso porque imagino a Ari poniendo el anzuelo bien cargado de cebo hasta conseguir esa amable exageración de Michael.
Sucede que en temas del corazón mejor no exagerar ni un poquito. Una vez más diría que si no es verdadero, para nada bueno y en absoluto necesario mejor evitarlo. No me extraña que Ari se agarre a la citada frase y le sirva para mantener esperanzas o ilusiones. Aún más cuando es ayudada por una Noemí que le aconseja no cejar en su empeño porque al final caerá, asegurando que Michael necesita conocer a las personas antes de entregarse (sospecho que se lo inventa). Hasta le hace conjeturar sobre si se iría a vivir con él a su piso de Granada. A Ari le confunden sus deseos, por lo cual piensa que igual Michael se está frenando por estar ahí dentro, cuando todos le hemos escuchado por activa y por pasiva decir que hubiera estado encantado de enamorarse en la casa.
Michael es en parte responsable de la confusión de Ari porque no solamente se ha dejado querer sino que en ocasiones ha reclamado mimos o incluso ha podido llegar a hacer preguntas de dudosa pertinencia, como cuando le dice "Ari, ¿tú me quieres?". Es un tipo inseguro que necesita el halago permanente, a quien le ha venido muy bien tenerla en palmitas, entre otras cosas porque necesita sentirse arropado, tanto en el aspecto emocional como ante las nominaciones. Es de ese tipo de hombre que necesita la protección de mamá, y busca en sus amigas o parejas un sustitutivo.
Pero anoche fue demasiado lejos. Michael le plantea con franqueza que tiene dos opciones: comenzar a odiarla o seguir igual que hasta ahora. A ella no le vale ninguna de las dos opciones. Por eso hablo de chantaje emocional, porque primero ella argumenta que las palabras de Michael, siempre inequívocas, no se corresponden con sus actitudes, la cercanía física y el aceptar las caricias e incluso reclamarlas. Su razón tiene, porque no vale de nada negar algo de palabra y luego obrar de otra manera. Ahora bien, cuando Michael propone una separación ella no lo acepta como solución. Ari había aceptado que no sintiendo nada siga manteniendo la misma relación con ella, pero en realidad eso tampoco le vale. Es la razón por la que se ha pasado tres días forzando la máquina y pidiendo confirmación sobre lo mismo.
Es un camino sin salida en el que a Michael solo le queda apretar bien fuerte la pinza. No puede separarse de Ari, pero tampoco continuar la misma relación con ella. Su gran culpa es no haberse enamorado, lo cual parece a todas luces injusto. Eso sin contar con la espada de Damocles de las nominaciones, porque la enemistad clara de una despechada Ari podría terminar haciendo que esta le cosa a puntos. No quiero pensar que se está trabajando el papel de enamorada no correspondida. Me temo que en su caso no funcionaría, fundamentalmente porque tendría en su contra la valoración sobre su mal gusto a la hora de escoger chico, aunque también es cierto que fue un poco por descarte y a la desesperada. ¿No es así?
Las madrugadas están siendo un sueño para el aficionado a Gran Hermano. Cuando digo madrugadas me estoy refiriendo en realidad a toda la noche. Sin ir más lejos, hace un rato Pepe, Sindi y Marta veían amanecer desde el sofá-cama de la piscina y decidían quedarse a dormir ahí mismo. Eran poco más de las siete de la mañana, después de una noche en la que recenaron e incluso hicieron un bizcocho. Pero sobre todo, hablaron de lo divino y de lo humano. ¡Qué grandes!
Pepe volvió a preguntar a Sindi por lo del sábado, una de las madrugadas más deliciosas de cuantas recuerdo en la historia de este programa. Diría que 'mondarinas' estaba deseando que llegase esa pregunta, tal vez le hizo ilusión que se interesara. Luego, ni ella se atrevía a decirle toda la verdad ni creo que a él le apeteciera escucharla. Sí habló de forma bastante genérica sobre su familia o su novio. Y dejó caer que estaba preocupada, supongo que mientras apretaba una pinza imaginaria. Pepe más que tirar balones fuera intentó torear la situación. Con su actuación no creo que se llevase las dos orejas y el rabo, pero al menos no le lloverían almohadillas.
En la casa han terminado ya el mural con notas de quita y pon. Para tenerles entretenidos hasta el miércoles les han dado un pegamento y ahora deben esforzarse en que dejen de ser de quita y pon, pegando el lado de los 'posis' no fijado a la superficie del mural. Yo me las veía muy felices dejando de escuchar al bocazas del esperpento, permanentemente insultando y despreciando a los demás en ese cargante tono entre la broma y la mala leche. Se ha metido tanto en su papel que no solo parece un jefe auténtico, sino más concretamente de esos jefes cabrones y machistas. No en vano cada día ha ido eligiendo a una chica como la peor empleada del día, salvo ayer que fue a por Pepe. Pura síntesis de su pensamiento, es misógino y se está empezando a obsesionar con Pepe. Si hubiera un gay en el grupo lo habría fulminado. Una joyita el esperpento.
Por cierto, he de recordar que hay dos personitas en una caravana en el pabellón de pruebas. Lo digo por si al programa se le olvida, ahora que se prevé la entrada de una brasileña, según parece. Es un viejo tópico de Gran Hermano, aunque siempre hemos soñado con que fuera concursante y no visitante de intercambio. Ya tuvimos a una falsa concursante brasileña en GH 7. Puestos a soñar no sé si prefiero que manden a Brasil al 'páter' para que termine explotando su petaca, o que le dejen aquí y la brasileña le meta candela de la buena. Se me ha atravesado tanto Juan que deseo ver el "a divinis" convertido en "ad eternum", como ya dije un día.
De momento, Noemí está poniendo a prueba al 'páter' y su díscola petaca. Ayer contaba que tiene un tatuaje que no se ve y describía de esta forma: "Un pájaro que aletea muy rápido, porque yo soy muy voladora, y tiene el pico indicando por dónde puedes meter... el pico". Entonces Juan abría los ojos tanto que a punto estaban de salirse de sus órbitas. Aprieta bien la pinza, 'páter'.
Dejo cartel con Sindi en 'Katmadú'. En los carteles de Montse parece hasta más guapa.
Hasta el momento, las cuatro personas más nominadas son mujeres: Noemí (19), Marta (16), Ariadna (15) y María (12). Entre ellas se han repartido 97 puntos, y 56 entre ellos. Si tenemos en cuenta que hablamos de 10 chicas y 8 chicos tenemos una media de 9'7 puntos por chica frente a tan solo 7 puntos por chico. Por otro lado, las chicas se han sentado en el banquillo de nominados 20 veces, y los chicos 8 solamente. Aunque el dato definitivo, que más ha llamado mi atención, ha sido que hasta el momento han resultado expulsadas 5 chicas y nada más que un chico.
Tenemos siempre en cuenta que han entrado 11 chicas y 9 chicos, habiendo ahora mismo en la casa 7 chicas y 6 chicos. La situación ha sido equilibrada medianamente porque han entrado un número mayor de concursantes 'más uno' mujeres. En todo caso, no es una situación nueva en la historia de Gran Hermano. Destacaré tres datos nada más. Los cinco primeros concursantes en salir en GH 7 (la edición de Pepe Herrero) fueron mujeres. Entre los últimos cinco concursantes de GH 4 (el de Pedro Oliva) solo había una mujer. En GH 10 (el de Iván Madrazo) fue expulsado Germán llevando tan solo un día en la casa, y después salieron seguidas cinco mujeres; luego vino la expulsión de Carlos H., y tras este fueron expulsadas otras tres mujeres. Nada nuevo bajo el sol, por tanto.