El circo de los horrores

telecinco.es 23/02/2012 09:18

Hoy tenemos noche del terror, oportunamente reconvertida dado que Halloween pasó ya hace mucho. Esta semana de carnaval era ideal para ello, aunque al parecer el terror estará relacionado con el mundo del circo. Ojalá hayan contado con el genial Suso Silva y su 'Circo de los horrores'. A este payaso gallego el premio nacional del circo, en el año 2003, le hizo abrir su mente y fue entonces cuando se planteó hacer algo terrorífico, con gran acierto. En homenaje al payaso Silva hoy voy a elegir el personaje de su espectáculo que debería representar cada uno de los concursantes que siguen en la casa de Guadalix, siempre desde el humor y las ganas de echar unas risas.

Pero eso será un poco más adelante. Antes comentaré que el día de ayer tuvo una alegría para los concursantes y un sobresalto desagradable para los espectadores, aparte del problema para la salud de Marta cuyo detalle desconocemos pero ayer la hizo salir para visitar el hospital y a su vuelta comentaba que debía esperar la resolución de las pruebas. Esperemos que no sea nada y la concursante deje de estar preocupada, solo así podrán estar tranquilos sus compañeros y nosotros. La noticia buena para ellos fue que superaron la prueba. Podrían haber trasladado muchas menos monedas porque María y Ari cumplieron a la perfección con su labor de robar cincuenta. Tanto es así que al final fueron más de sesenta, por si acaso.

El súper estuvo ingenioso haciendo a los concursantes recorrer la casa y el jardín contando pasos para terminar en el armario de María, donde se escondía la réplica en pequeño del cofre en el que guardaron el botín robado. Tienen presupuesto completo esta semana e hicieron la compra Hugo 'Adriá' y Noemí. El catalán ha prometido convertir la cocina en un nuevo Bulli, aunque eso está por ver. Al final terminarán comiendo, como siempre, arroz y pasta.

La mala noticia para nosotros, sufridos espectadores del directo, es que anoche les conminaron a repasar las reglas de la casa por los repetidos incumplimientos que se están produciendo, bajo amenaza de bajar la persiana de la cocina y dejarles sin comer como el glorioso día que expulsamos a Aristidín. Me temo que el comentario iba dirigido directamente al trío de la crema de cacao, aunque repasando las reglas repararon en una parte donde se comenta que están prohibidas las siestas.

A ver cómo lo digo. Gran Hermano no es lo mismo sin sus noches. La vida en la casa, especialmente cuando hay pruebas que ocupan intensivamente el día, se desarrolla de noche. Es entonces cuando surgen odios y pasiones con inigualable intensidad. Jamás habríamos visto de día una conversación como la de ayer entre María y Pepe. La mentira de Noemí a Ochoa, sobre la que se han vertido ríos de tinta, es impensable que se hubiera podido producir en una plácida tarde. Y la única forma de que estén despiertos durante la noche y nos den tantos y tan buenos contenidos es dejando que hagan siesta.

Si quieren cargarse esta edición, que va camino de convertirse en mítica y nos tiene embrujados a tantos, pues entonces vale, adelante con los faroles. En caso contrario, deben hacer caso del lema creado anoche por nuestro querido Medina, que desde hoy poblará nuestros comentarios e inundará las redes sociales: POR UN GRAN HERMANO DE NOCHE, NO A LA PROHIBICIÓN DE LAS SIESTAS.

Lo más sorprendente de anoche fue que Ari, Ochoa y Verónica (otrora vigilante impenitente de la integridad de la despensa, siempre y cuando fuera saqueada por otros) mantuvieran tan bien el tipo disimulando y casi pontificando sobre la oportunidad de no esconder ni reservar comida, porque todo es de todos. Menos algunos frascos de Nocilla, claro. En esto he de salvar a Ochoa, la única que tuvo la decencia de echar balones fuera y pedir con insistencia que pasaran de tanto reglamentismo. Por su parte, Juan y su gregario Michael disfrutaron mostrando un seguidismo entregado a las reglas. Al final le salió al 'páter' el carácter censor y amputador de libertades tan propio de la Iglesia (¡Zasca!).

Sobre la charla entre Pepe y María tuve anoche a bien pedir opinión aquí porque las dificultades de expresión de uno sumadas a la parquedad de palabras en la otra me tuvieron en vilo durante minutos y al final no estaba seguro si lo había interpretado bien o estaba siendo invadido por un espíritu carpetero más preocupante del que deben tener aquellos que siguen viendo una relación (inexistente) entre Noe y Alessandro.

Para más inri, el martes la canaria dormía en la cama con Michael 'polifantas', lo cual tiene mosqueada a Ari porque: "No tengo nada con él, ¿sabes? Pero tampoco me gusta ¿me entiendes? Porque con eso me hace daño, tía, y él lo sabe ¿vale? Algo especial hay entre nosotros y no debería consentir eso ¿sabes? ¿me entiendes? ¿vale? tía, tía, tía". No sé si son más rallantes los silencios de María, la media lengua de Pepe, o esa retahíla de latiguillos que pueblan las frases de Ari.

El caso es que, de una forma u otra, Pepe consiguió que escuchásemos hablar a María más que durante los seis días que lleva en la casa, lo cual no es poco. Me da la impresión de que pretendía conocerla un poco mejor, aunque debe saber que la tiene de su lado porque así se lo ha mostrado ella. Pepe es desconfiado, lo cual hace que no se fíe por completo de ella, que es justo lo que le dijo y en alguna medida ofendió a la jerezana. Sin ninguna duda fue sincero cuando la llamó "ojanera", término utilizado por flamencos y flamencólogos para referirse a los cantantes sin quejío, los que no se quejan de nada. Así se entiende mejor a Pepe, porque la pobre María ni se ha quejado ni casi ha dicho esta boca es mía en esta semana.

A pesar de la media lengua de Pepe y que a María parece necesario el sacacorchos para ver salir las palabras de su boca, la charla nos dejó alguna frase gloriosa. Por ejemplo, hablando de relaciones humanas y estableciendo un curioso paralelismo, decía Pepe: "Lo que mola es coger un tren que merezca la pena. Un AVE, no uno de esos de mercancías que se paran, llegas tarde y vas incómodo". ¡Grande!

La conversación tuvo lo suyo de vacile continuo y sondeo mutuo de simpatías de cara a las nominaciones de hoy, aunque hablaban más los gestos y las sonrisas. Como bien decía anoche Eboli en nuestros comentarios, ambos se miraban continuamente a la boca, lo cual solo hacen los tímidos o quienes se desean. Hubo un momento que soñé escuchar a Pepe diciendo: "Dame un beso". Despertando de ese sueño vi que se abrazaban ante la poco pertinente interrupción de Noemí. El beso llegó pero en la mejilla. Almejilla no, mejilla. Que sois unos pervertidos, ¡la virgen!

Está claro que Pepe y María se gustan, no en vano ya nos advirtió Mercedes Milá de que el concursante favorito de ella era nuestro bailaor salao. Igual también sería al contrario si Pepe hubiera visto el tentador escorzo de María, por así decirlo.

El 'páter' se está jugando el levantamiento de la suspensión 'a divinis'. Anda ahora concentrado en otros levantamientos, imagino que luchando con su genitalidad, como nos contó él mismo. Lo digo por la secuencia que recojo en la imagen animada que encabeza hoy este escrito, en la cual Juan casi corre para tener una mejor vista del cuerpo desnudo de María, hasta que esta se cosca y él disimula. Ay, 'páter', cómo te entiendo. La tentación de la carne. ¡Y menuda carne, por el amor de Dios!

No me resisto a comentar algo viejo pero que fue revelación absoluta y sorprendente del resumen de ayer miércoles. La información distribuida en este programa tiene estas cosas y aquí andamos un jueves comentando algo sucedido el lunes por la noche. Curiosa forma tuvo Noemí de intentar reparar su mentira a Ochoa, que ya nos hemos puesto de acuerdo sobre que no es algo tan importante, aunque pudiera perjudicar a quien parecía ser un amigo. Su opción fue rematarlo con otra doble mentira. Dos mentiras que se suman a la primera. Menudo carrerón lleva esta concursante.

A saber, primero le dice a Pepe (admirable argumentando con tranquilidad y buenos modos) que ella no había dado razones para explicar la (FALSA) nominación a su amigo. Primera mentira (¡Meeeeeec!). Luego cuenta que ella se lo ha confesado ("lo he dejado caer", dice en un principio) a Vero y Ari. Segunda mentira (¡Meeeeeec!). Esta es aún más grave por innecesaria y absolutamente alejada de la realidad. De verdad que he intentado todo con Noemí, mi primera gran favorita de esta edición. Así lo fue durante muchos días, pero ahora veo que me intenta tomar el pelo. Se debe creer que somos estúpidos. ¿No se da cuenta de que estamos escuchando sus mentiras?

Y vamos con nuestro particular baile de disfraces, mitad de carnaval y mitad de terrorífico circo:

Juan es Nosferatu, anfitrión y perfecto maestro de ceremonias de este circo. Nadie puede hacer esa labor igual que él. Más que maestro pareciera un animador cultural, capaz de mantener viva la conversación y proponer (o animar a proponer) todo tipo de juegos e iniciativas, ya sean mejores o peores. A veces le imagino capaz de morder el cuello de Ochoa, por la que babea un poquitín. Eso sí, no es un señor de las tinieblas precisamente. En eso, este Nosferatu nada tiene que ver con el de Murnau. Y es que en la congregación tienen la costumbre de acostarse pronto.

Sindi es La enfermera sin rostro, aunque sin vendas de momia. Eso sí, se ríe espasmódicamente entre convulsiones, lo cual hizo dudar a algunos compañeros de su naturalidad al principio. Es enfermera ideal para los males de sus amigos porque siempre está pendiente de consolar y tranquilizar con sus buenos consejos. Si me tengo que quedar con algo de esta concursante es aquello que dijo un día en el 'confe': "¿Lo pillas, súper?". Es única.

Ochoa es La monja carnicera, va de niña buena casi monja, a pesar de provocar con frecuencia al 'páter' poniéndole las piernas (conoce sus debilidades) encima. Bajo su aspecto de redentora celestial se esconde una concursante malévola y despiadada. Es una auténtica 'killer'. Va a degüello para conseguir su fin, por lo cual sería una fantástica concursante de no ser porque se le ve siempre la recortada debajo del hábito.

Alessandro es Jack el Destripador, o eso le gustaría a él. Si pudiera iría por partes, como el famoso londinense. Pero este 'nini' italiano utilizaría un puñal de carne para descuartizar a sus víctimas, que seguramente pedirían más y más. (Esto me ha quedado muy, pero que muy ordinario. Un horror, vamos).

Hugo es El fantasma de la ópera, anda casi siempre perdido en las catacumbas de ese teatrillo montado en la casa más famosa de Guadalix, pero a veces aparece y se convierte en mentor y confesor de alguna de las chicas del cuerpo de baile, particularmente Noemí 'Daaé'. Cuando nos muestra el mejor lado de su cara creemos adivinar cosas buenas, pero con mucha más frecuencia tenemos que conformarnos con verle entre las sombras, en un discreto segundo plano.

Marta es Dulce Sara, niña de carita angelical. A primera vista la hija que toda mamá querría tener: bonita, simpática y dicharachera. La duda es si después de conocerla alguien se atrevería a dejar que juegue con sus hijos.

Verónica es La parca, segadora de almas. Aparece a menudo con la afilada guadaña entre sus manos, dispuesta a asestar un golpe a alguien. Se dice que con su borderío y desprecio es capaz de segar vidas, aunque de momento solo ha conseguido ser nominada por unos pocos mortales, además de concentrar supuestamente el voto de otros muchos.

Noemí es Dévora, la vampira. Exuberante, grácil, insinuante pero, sobre todo, perturbadoramente atractiva. Vive rodeada de seres diabólicos, cazadores nocturnos a la espera de conseguir su botín. Aprende rápido y en seguida se ha convertido en un depredador más, aunque tal vez estaría mejor chupando cuellos.

Michael es Quasimodo, o eso teme en sus peores sueños. Le horroriza que los demás le vean feo, por eso no para de reclamar palabras bonitas sobre su físico. Su joroba está en la mente. Y eso debe ser muy jorobado, valga la expresión.

Ari es La esposa muerta, abandonada por su marido y que vendió el alma al diablo para recuperarlo. Si la ves ni te detengas, podrías convertirte en su cuarto marido o, lo que es peor, podría confundirte con el primero ('poli pagafantas' que en este circo hace el papel de Quasimodo). Ella espera con impaciencia el reencuentro para poder consumar el matrimonio mientras le devora (junto a unas cucharaditas de nocilla).

María es alma perdida, o tal vez haya perdido el alma. El caso es que poco espíritu tiene esta chiquilla. Entró diciendo "arraso por donde paso", pero por lo visto no era más que una ocurrente rima. Algún día dirá que le obligaron a decirlo. Al tiempo...

Pepe es Grimo, el payaso asesino. Es provocador y retorcido. Cuando está en peligro de expulsión imagina hospitales o morgues donde sangre, vísceras y carne putrefacta de quienes le han nominado son su menú preferido. Pero el resto del tiempo solo se puede pensar en morir con él de la risa. Como cualquier payaso que se precie es gracioso a la par que tierno.

Y todos juntos componen un circo adorable que nos tiene encandilados, todo hay que decirlo. Perdón por la broma del circo de los horrores. Sin vosotros seríamos mucho más desgraciados y ni en nuestros sueños más felices pudimos imaginar un grupo tan genial, del primero al último. Benditos sean los amos de la cosa, y su genial equipo de castings. A vuestros pies.

Moleskine del gato

Lo de la boca de los deseos está empezando a ser divertido, y eso que apenas nos enteramos de nada hasta que no nos lo cuenten en la gala. Esta semana han coincidido en pedir su deseo, o cuando menos expresar su intención de pedirlo, tanto Ochoa como Ari, por este orden. La primera pide una visita de su novio el próximo domingo, día de su cumpleaños. La segunda algo mucho más disparatado: que la dejen salir para asistir a una boda. Claro, claro.

No termino de entender que Ari plantee algo tan absurdo, sin darse cuenta de que la respuesta está al mismo nivel, como debe ser. De momento están dando largas a este supuesto deseo, supongo que con el fin de hacernos reír un poco esta noche para compensar tanto terror. El caso es que primero les dijeron que no podían pedir sus deseos en la misma semana, y al final el consejo recibido en el 'confe' fue que lo intentasen. Eso sí pensando una muy buena contrapartida. Al final igual se quedan las dos sin deseo. Y en caso de que prospere el de Ochoa ya pueden poner los medios para evitar la más leve transferencia de información. Del de Ari mejor ni hablamos.

Por cierto, en el reparto de las tareas domésticas Pepe vuelve a la colada, como en la primera semana. De acuerdo que lo de planchar se le da bien, pero está por ver si asistiremos a nuevos asaltos de la pelea a dos bandas que mantuvo esos días con lavadora y secadora. Se le revelaron y no hubo forma de que siguieran su programa. Nos vamos a reír si vuelve esa lucha.

Hoy tenemos gala. Hay fiesta en Telecinco. Con nuestra 'alma máter' Milá. El observatorio de nominaciones descansa hoy pero me dice que Sindi y Marta estarán de nuevo en peligro, siempre y cuando sea Vero la expulsada, como parece. Les pueden acompañar María o Noemí, más chicas. Aunque igual también empiezan a peligrar algunos chicos. Tal vez a Juan le haya llegado su momento, o incluso a un Michael que sigue jugando con fuego. Además, parece que por fin entrará un nuevo concursante. Y hoy conviene que me haga invisible cuanto antes, tras dejar este tocho tan intenso. Ya no estoy.