Un horror... de concursante

telecinco.es 24/02/2012 10:06

La gala del terror resultó un horror, por este orden: Para Verónica (porque se acabó el juego para ella); para el resto de concursantes (porque terminaron todos mojados, embadurnados de puré de patatas y tiritando de frío); y para muchos espectadores amantes del programa (cuando vimos entrar a ese horror de nuevo concursante vestido de payaso). Al final lo más gracioso fue la caída de un payaso enano, que se resbaló y se llevó tantos aplausos del público como abucheos cosechó Cristian, el indeseable.

Yo habría metido a Cristian en la jaula del tigre sin dejarle salir hasta que se desdijera de tantas barbaridades dichas en el casting. Aunque tuviera que mentir. Sus palabras habrían sido suficientes para que un concursante fuera expulsado disciplinariamente del programa en algunos países. Un concursante así perjudica la imagen de Gran Hermano y me obliga a rectificar algo que dije ayer mismo. Retiro mi felicitación y agradecimiento al equipo de casting y a los altos responsables del programa. Hasta ayer, la selección de concursantes en esta edición estaba siendo modélica.

No le puedo llamar payaso por respeto y admiración hacia esa profesión. Intentando borrar de mi cabeza las imágenes del casting que nos pusieron tres veces, supuestamente considerando que somos un poquito lerdos y no nos enteramos bien la primera vez, destacaría que cuando Mercedes Milá tuvo el acierto de decirle a Cristian que había salido del armario (donde se había escondido para ser descubierto por Pepe, lo cual salvó a este de la nominación) ni siquiera supo decir que es heterosexual, palabra demasiado sofisticada para él, por lo que parece. Se limitó a decir "yo chico-chica", en una especie de imitación del lenguaje de Tarzán, primario personaje criado entre monos.

Lo más interesante vino al finalizar la gala y sin descanso hasta las siete y media de la mañana, aproximadamente. Eso es Gran Hermano, amigos. Emociones, sentimientos e intrigas, en una sucesión casi nunca vista. Rica en matices e interpretaciones. Quien ayer me denigró por decir que esta edición me parece mítica y me tiene encandilado, puede tener la seguridad de que no bromeaba. Lo siento así, y si pica a rascarse.

Tras la primera nominación alguno ya se dio cuenta de cómo iba el tema. El vómito (puré de patata) caía sobre los dos concursantes que acababan de ser nominados. Hugo fue uno de los que confesaron haberlo pillado en seguida, aunque no debió ser el único. Todos supieron pronto la mecánica y pudieron utilizar ese conocimiento para nominar sabiendo los elegidos por aquellos que habían sido llamados antes. ¿Injusto? Sin duda.

Pepe se quejaba al 'súper' acabada la gala junto a María, con quien había ido pretendiendo que le pusieran a la jerezana las imágenes de su nominación para demostrarle que no la había nominado, como ella había creído. La respuesta de Floren fue inteligente, pues le vino a decir a Pepe que reflexionara sobre si en sus compañeros había prevalecido el impulso vengativo del momento o sus originales intenciones nominatorias. No está mal visto.

Es posible que esto les termine pasando factura a quienes cambiaron sus intenciones sobre la marcha para "echarle vómito" a los que les habían nominado anteriormente, aunque ya está hecho y nadie le puede explicar a Sindi que Michael llevará la penitencia por vengativo. A ella lo que le preocupa a esta hora es volver a estar nominada, lo cual posiblemente hubiera evitado si las nominaciones no hubieran sido públicas.

Lo que hace injusta esta mecánica no es que nominen al descubierto sino que obligatoriamente quienes lo hacen primero tienen menos ventaja que el resto. Y esto no se elige al azar. Por tanto, alguien debió decidir que Sindi, Pepe y Ochoa jugasen anoche con desventaja. Todo lo contrario que Noemí o Michael, por ejemplo.

De acuerdo que todos los mencionados quedaron nominados, aunque Pepe se salvó al conseguir descubrir al impresentable en tiempo inferior a los tres minutos propuestos. Sí, pero igual con unas nominaciones convencionales el resultado no habría sido igual. Basta con observar que nunca antes hubo ocho nominados (en primera instancia, que diría el 'polifantas').

Noemí mostró con claridad que en ella había prevalecido el ojo por ojo puesto que tras nominar a Ochoa dijo que no tenía intención de nominar a María pero "se lo lanzo". Es obvio que lo hace porque esta se lo había lanzado previamente a ella. La nominación como objeto arrojadizo mola, pero en este caso María estaba desprotegida respecto a Noemí. Luego volveré a la nominación de esta concursante porque fue uno de los puntos fuertes de la noche y madrugada posterior a la gala.

Ya tuvo ventaja Juan, cuarto en nominar. No tenía intención de nombrar a Pepe, pero este le había dado el segundo de sus puntos, que le costó un horror decidir, con el aliento del tigre a su espalda, en ese momento especialmente inquieto (dando vueltas cual felino enjaulado, justo lo que era). A partir de ahí muchos aprovecharon el dato de quién les nominaba para aplicar su castigo. Como decía antes, con ello daban muestras de poca personalidad, aunque también debemos convenir que se trata de una respuesta humana entendible.

En definitiva, esto fue lo que nominaron todos, con unas motivaciones u otras:

SINDIA: María/ Michael

PEPE: Michael / Juan

OCHOA: Noemí / Marta

JUAN: Pepe / María

MARÍA: Juan / Noemí

NOEMÍ: Ochoa / María

HUGO: Marta / Ochoa

ARIADNA: Alessandro / Sindia

MICHAEL: Pepe / Sindia

ALESSANDRO: Ariadna / María

MARTA: Hugo / Michael

Especialmente curiosa la razón dada por Ari nominando a Alessandro. "Porque tengo poca relación con él". Decir eso tras más de un mes parece una ridiculez. Y un enigma me resultó que Hugo hablase de la presión que le puso Ochoa a Sindi durante la última prueba. No sé si hablaba del problema que la 'mondarina' tuvo para hacer los barquitos de papel o el intento de lavado de cerebro que le hizo al hacerle creer que su buena relación con Pepe podía malinterpretarse. Por fortuna, los esfuerzos de Ochoa no han tenido efecto alguno en la sana amistad habida entre ellos.

Ruego disculpen las turbadoras imágenes de la izquierda, correspondientes a ese empresario (dueño de un bar y una peluquería) de 27 años, viene de Orihuela (Alicante), que entrena un equipo de fútbol y entró en la casa de Guadalix autoexpulsado. Sus palabras no es que sean políticamente incorrectas, es que sencillamente son demenciales. "Las mujeres, sacas un fajo de billetes y se vuelven locas. Hoy, por ejemplo, llevo dos mil euros encima", dijo en una prueba de cámara del proceso de selección, mientras sacaba el dinero del bolsillo. Se podrían haber ahorrado el puré, sustituible por el vómito espontáneo que nos provocó este individuo a muchos.

El impresentable es un concursante troll (dijo "de momento me llamo Cristian", ¿acaso piensa cambiar de nombre?), una especie de mezcla entre Torrente y Rafa Mora, pero muy degenerado porque ni es fan del Fary (que se sepa) ni exhibe tableta de chocolate. Debería estar prohibido hacer apología del machismo y la homofobia en un programa de televisión como este, aunque teniendo en cuenta que el ministro de Cultura opina en público que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha perjudicado a la familia (como concepto, claro) no cabe esperar otra cosa. Es hora de autocensurarse brutalmente, algo que no hice casi nunca pero estoy viendo que ya toca.

Aunque tal vez el plan sea meter a uno para que salga con el noventa y pico por ciento para así asegurarse de que no se va nadie más de los conocidos. De momento, esta semana tenemos siete candidatos: María, Michael, Sindia, Ochoa, Juan, Noemí y Marta. Una lástima lo de Ochoa, deliciosamente mala y lianta. Si no estuviera ella creo que habría más posibilidades de echar a ese Michael que se atreve a anunciar que hablará con Hugo si ve que sigue estrechando relaciones con María. ¿Le va a poner una multa? "Documentación, señor Hugo", ¿le diría el poli local? Este es capaz de pedir la vez para ligar con la jerezana, o igual dice que él la vio primero.

Expulsar a la nueva me parece una desconsideración, yo empezaría por cualquiera de los otros. Tal vez Juan, o ¿por qué no Noemí? Pero claro, vendemos una relación inexistente de la canaria con el 'italianini' y así alimentamos a esa parte de la audiencia que confunde Gran Hermano con las novelas de Corín Tellado. Eso salva a Noemí, a pesar de su alucinante colección de mentiras sin fin.

Verónica estuvo bien en la entrevista, diría que llegó a parecerme adorable a ratos. La vimos sonriente y no muy reventada, aunque demasiado satisfecha de sí misma. Unas cuantas lágrimas y cierta ausencia de deseos absurdos de revancha contra nadie sirven para mejorar bastante la imagen de un concursante al salir de la casa. En este caso, un 75'2% de la audiencia votante quiso ver a esta concursante fuera del juego.

Solo le falló a Verónica una parte de su discurso, según lo ve este gato crítico. Le bastó ver a Pepe diciendo que tiene "cara de mono", feísimas palabras, o a Marta llamando "arpías" o "putas zorras" al grupito de chicas entre las que estaba ella misma, para argumentar que podía ser borde pero nunca había faltado al respeto ni había insultado a nadie. Pues lamento decirle que no es así. A no ser que llamar a alguien "mierdaseca" lo considere mucho mejor que "arpía" (mujer aviesa, según el diccionario). Ninguna de ambas expresiones está dicha amablemente, pero la de Verónica invalida su intento por ocultar una realidad.

Lo peor de Verónica no ha sido que tuviera palabras duras hacia otro, ni sus maneras poco delicadas, ni la colección de caras de asco que podrían llenar un DVD recopilatorio. El problema es de falta de educación, según yo lo veo. Y de egoísmo. Abroncar a sus compañeros porque habían desaparecido cuatro magdalenas pero luego zamparse frascos enteros de crema de cacao a escondidas es una buena muestra. Otra, que en lugar de alegrarse por la fondue de chocolate con frutas como premio a Sindi y Juan, reina y rey del carnaval, reclame que renuncien si no pueden comer todos y termine acostándose enrabietada. Eso es mucho más infantil que los "jopetas" de Mary Joy.

Como decía antes, lo mejor vino tras la gala. Pocas noches de jueves han resultado tan reveladoras y divertidas como esta. Iré al grano porque hay mucha tela que cortar. Noemí le dijo a Marta que no la iba a nominar. De tal forma se evitaba la nominación de esta, lo cual consiguió. Al final es cierto que no la nominó, según parece porque vio como María la había elegido a ella. Luego hablaba Noemí con Ari en el baño mapamundi y le decía que solo tenía fija la nominación a Marta, cuando a esta le había dicho otra cosa.

De forma que a la propia Marta le dice que no la ha nominado para darle una oportunidad, pero a Ari le dice que se lo dijo para que no le diera su punto. Y finalmente no lo hizo en venganza hacia otra concursante. El movimiento estratégico de Noemí es lícito, pero se equivoca al contárselo a quien se lo contó, más que nada por lo que vino un momento más tarde.

Fue justo después cuando Ochoa habla con Ari en el mismo escenario. Esta última le pregunta: "¿Pero a ti la semana pasada te nominó Noe?". Ochoa responde afirmativamente y cuando su amiga le pregunta cómo lo sabe le dice que se lo dijeron, añadiendo: "Ya te contaré". Con este fragmento de conversación sabemos que estaba en lo cierto este gato al contar el martes que Noemí no había confesado nada en la sala de expulsiones, a pesar de que muchos me llamaron mentiroso. También tenemos confirmación de que Noemí mintió (one more time) cuando dijo que se lo había contado, o dejado caer.

Pero el momento cumbre viene justo después, también en ese cuarto de baño que ayer se convirtió en protagonista absoluto. En esta ocasión coinciden Ari y Noemí. Ari pregunta, refiriéndose a Ochoa: "¿Tú no la has nominado nunca?". "La nominé una vez pero por descarte", responde Noemí. Ari, que ya sabe lo que sabe, aunque sin haber podido entrar en detalles, le inquiere de nuevo: "¿Pero ella sabe que fue por descarte?". Noe: "No lo sé".

Noemí no se atreve a decir que fue justo la semana pasada cuando nominó a Ochoa, en lugar de a Pepe, como les había contado. Se empecina en mantener una mentira que ya ha sido descubierta por casi todo el mundo. Una mentira, repetida y aumentada, que si no me equivoco va a servir para unir en su contra a Ochoa, Ari e incluso Marta, que ayer pasó la madrugada entera junto a estas dos.

Las espadas están en todo lo alto. Noemí se empieza a perfilar como la concursante más torpe de cuantas han pisado esa casa, habiendo conseguido tener enfrentadas a todas las chicas ahora mismo. Tal vez a excepción de Sindi, que por ser tan 'bienqueda' nunca se sabe si nomina lo que realmente desearía, y anoche mismo le confesó a Pepe que ha empezado a jugar.

Moleskine del gato

Dejo aquí un apunte brevísimo sobre el asunto de la boca de los deseos. A ver, Ari pidió exactamente esto: "Este fin de semana se casa una amiga, muy amiga mía. Entonces, pues, mi deseo ahora mismo pues sería poder estar presente en esa boda". Y a la boca hay que hablarle con precisión porque no va a dar más de lo acordado. La contraprestación ofrecida por Ari (no comer dulces durante una o dos semanas) no fue suficiente y a cambio de cumplir este deseo cerraron la habitación de las chicas hasta nuevo aviso.

En resumen, previsiblemente Ari estará presente en la boda, pero eso no quiere decir que vaya a poder saludar a los novios, por ejemplo. Algo harán para no violar en exceso la condición de aislamiento implícita en el formato del programa. Ahora bien, hubiera sido mejor que nos lo dijeran ayer mismo, a ser posible al comienzo del programa, para no enrabietar a muchos amantes del mismo, que vemos con malos ojos que se deje salir a un concursante, aunque moderaríamos nuestra postura si sabemos que se hará de determinada forma.

Observatorio de nominaciones

Hoy es evidente que el dato de interés relativo a lo sucedido ayer es el de las nominaciones recíprocas. Se nominaron recíprocamente Sindia-Michael, Pepe-Michael, Pepe-Juan, Ochoa-Noemí, Juan-María, María-Noemí, Hugo-Marta y Ariadna-Alessandro.

Como ya he comentado, una mecánica en la que quienes nominan van conociendo lo decidido por los anteriores promueve más reciprocidad. De esta forma, anoche hubo las ocho nominaciones recíprocas señaladas, frente a las cinco de las segundas y quintas nominaciones, cuatro en las primeras o tres en las terceras. Solo se observa más reciprocidad cuando nominaron en positivo, como era de esperar, pues hubo entonces nueve nominaciones recíprocas.