Si hoy es miércoles, esto es una reconciliación

telecinco.es 24/02/2011 10:01

Produce una sensación singular comprobar cómo dentro de la casa de Guadalix se perciben ciertas cosas igual que algunos aquí fuera. Es lo que pasa con los señores de 'quetepés', los 'totitos', o sea, Marcelo y Laura, y la interpretación que de su relación hacen estos días Yago y Dámaso. El 'coplas', concretamente, observaba ayer que las reconciliaciones en la pareja son siempre en las últimas horas del martes o miércoles. Añadiría yo que el plazo incluye incluso el propio jueves, preferiblemente tempranito.

Alguien habrá que diga: pero si eso es una obviedad que tenemos más que clara muchos. Cierto, cierto, tal vez me dejo impresionar por tonterías. Pero me hace gracia que veamos lo mismo desde perspectivas distintas, especialmente cuando la observación la hace alguien como Dámaso, quizá el concursante que menos ha perjudicado a sus compañeros de concurso, en cierta medida un alma cándida al lado de la mayoría. Y si así lo vemos algo tendrá de verdad, porque el espectáculo cargante se repite semana tras semana, no podrá nadie negar esto por mucho que le guste la pareja.

Ayer, se empezaban dando mimos, compartían jacuzzi, nicho e incluso ducha juntos. Como juntos iban al 'confe' de madrugada (no entiendo a hacer qué), aunque me pareció que entraban por separado, y mientras uno esperaba al otro ofrecía lo mejor de sí mismo. Acéptese la ironía porque el 'toti' se sacaba los mocos delante del espejo, el mismo que servía a la 'toti' para reventarse los granitos de la cara. Recordemos que los espejos en realidad son vidrios a través de los cuales se les ve desde fuera, incluso en ocasiones hay operadores de cámara grabando al otro lado. Y luego dicen que esto no es la vida en directo.

Una vida pura y dura (más dura que pura, la verdad) en la cual se pueden observar algunas de esas miserias que todos tenemos. En definitiva, quién no se ha quitado las pelotillas de entre los dedos de los pies alguna vez. Sucede que eso mismo visto por la tele da bastante repelús. Veo de la misma forma ese vaivén en la relación de estos dos jóvenes que se quieren y detestan a días alternos, lo cual sucede aquí fuera cada día con miles de personas como ellos. Incluso en semejantes condiciones relativas a consentir faltas al respeto, insultos y vejaciones como una parte de la propia discusión cotidiana. ¿Cuánta gente no está en una situación como esta? Relaciones bamboleantes que terminan estallando o estabilizándose definitivamente.

Ahora bien, lo extraño es que las reconciliaciones tengan fecha tasada, con su tope situado siempre en las cercanías del jueves, justito antes de la expulsión y nueva jornada de nominaciones, que en el caso de hoy serán las últimas de este Gran Hermano (¡ays!). Eso sí que no es normal, entre otras cosas porque aquí fuera, en este mundo normal sin cámaras las 24 horas del día (ahora solo visibles 23 horas, porque la otra aparece una vidente, experta en autoayuda o lo que sea, que el primer día me produjo un sobresalto indescriptible), aquí no se nomina. O se nomina de otra forma y sin tener una fecha y una hora marcada en el calendario: los jueves a eso de las diez.

La situación hace recordar aquella película que parodiaba los viajes organizados (touroperator, decíamos) denominada "Si hoy es martes, esto es Bélgica". En este divertido filme, los viajeros protagonistas iban a tal ritmo de visitas que necesitaban mirar el día que era para saber dónde estaban. También habló de esto el gran Miguel Gila, recordado humorista español, en aquella historia también sobre el mismo tipo de viajes, en la cual el guía le pedía a una señora que se bajase a mear en Mónaco y se subiese las bragas en Francia. En nuestro caso, es aplicable a la forma de orientarnos sobre cómo anda la relación entre la pareja. ¿Estamos a miércoles? Pues entonces, si no se han arreglado estarán a punto de hacerlo. Si hoy es miércoles, esto es una reconciliación.

Y, efectivamente, por la tarde asistíamos al primer beso de verdad tras la reconciliación. Estaba deseando verlo, ha sido uno de los momentos más importantes de mi vida. Naturalmente estoy volviendo a aplicarle ironía al tema porque si no, me voy a terminar poniendo grosero. No obstante, algo aparentemente tan ridículo es sentido y expresado por algunas personas, por lo cual habrá que acostumbrarse a ello y, si acaso, intentar entenderlo. Sé que no es fácil, pero no está de más intentar hacer el esfuerzo de entender todos los comportamientos humanos.

Con todo lo dicho, la situación en la pareja es y será inestable siempre, hasta que una vez terminado su paso por el concurso se separen sus vidas, Laura ande llorando por los rincones lamentando la actitud de Marcelo, y él siga su vida posiblemente con más éxito que antes, atendiendo a lo que intuyo puede ser su definición de éxito, es decir, tirarse a todas las niñas que pueda para que nunca más un verano termine con la amargura de no haber follado lo suficiente (conclusión que saqué leyendo su blog de 'chicoputero', título ad hoc casi menos fino que esa chica a la que llegó a decir: "Si tuvieses otras formas y hablases un poco mejor, podrías ser mi tipo de mujer". Anda, que quién fue a hablar).

El fin definitivo de la relación será la única manera de que estos dos se den tregua. Hasta entonces, nominaciones o no de por medio, seguirán tirándose los trastos a la cabeza para dos o tres días más tarde ver a Marcelo haciendo un poco la cobra, Laura sumisa y entregada haciendo un sándwich de cualquier cosa a su 'toti' (menuda afición le han cogido a meter entre dos rebanadas de pan de molde los vegetales, ya sean setas o calabacín o lo que fuese). Y luego los besos sin reparos. Para más tarde dar una alegría al cuerpo y echar un polvete. Y después... ¡ay lo de después!

Lo normal es echarse un piti, algo en desuso porque no sé si cada vez se folla menos o es que muchos ya ni fumamos. Siguiendo con el humor, que hoy me inspira, es como aquel que le preguntan si fuma entre polvo y polvo y responde: "Sí, cartones". Ellos no podrían, aunque quisieran, escenificar lo de estar tumbados echando el de después, quizá por eso se dedican a amargarse la existencia un poco. Qué mal cuerpo se debe quedar hablando de ciertas cosas después de un buen meneo.

Resumiendo someramente lo de ayer, Laura le volvía a presionar asegurando que le seguirá queriendo cuando salgan, mientras Marcelo intenta poner los puntos sobre las íes: "Vales un montón, eres guapa, eres divertida, pero no aguantaría. Tú quieres ya un marido. ¿Te puedes esperar 10 años de novia? yo en Málaga y tú en Madrid. ¿A que no?". Duro enfrentamiento con una realidad que una de las dos partes no quiere ver, ni creer, ni considerar. A veces es mejor vivir en la ignorancia, no lo niego. E intentar obviar cuando el otro te hace la cobra y cuando parece que ya lo tienes ganado otra vez te abofetea con la verdad, dolorosa tantas veces.

Los demás protagonistas permanecen impasibles observando esta comedia con frecuentes tintes dramáticos. Es posible que también en esto se sientan como este gato observador, que viendo a la pareja cuando están reconciliados no puede evitar sentir el temor permanente a ver dar la vuelta a todo y de nuevo se apodere de ellos el alma discutidora que llevan dentro. En definitiva, Laura es tan 'yonqui' de las discusiones como lo era Terry, por ejemplo, y se le camba la peluca tanto o más. Para lo que es, poco hablan y protestan. Para que luego digan que Yago aprovecha la situación y pone el ventilador a repartir mierda por todos los rincones. Si la mierda no estuviera le faltaría materia prima a repartir.

¿Pero cómo quieren que no diga Yago esas cosas tan claras? En el fantástico resumen de ayer vimos como le decía a Dámaso, en ese tono monocorde que le da ese rollo tan de Corleone: "Hay que evitar como sea que lleguen estos dos a la final, porque ellos son pareja y te vas a quedar tú como tercero con cara de idiota". Así dicho y escuchado puede parecer salvaje, pero es en realidad salvajemente real. ¿O no? Cruda y desnuda realidad lo dicho por el gallego. Hombre, si nos ponemos tiquismiquis le sobra el "como sea", que le hace parecer de nuevo de la 'famiglia'. Pero se trata de una simple expresión. Eso sí, que parezca un accidente.

Los chistes se me acaban cuando tengo que hablar de nominaciones. Hoy asistiremos a las últimas de la temporada, como queda dicho, y posiblemente las más complicadas de cuantas me he enfrentado en estos años. Me refiero a la posible previsión de lo que sucederá, lo cual vengo a hacer cada semana aunque no siempre lo publique. La principal complicación viene de mi ignorancia sobre la mecánica a utilizar. Veamos, tenemos a un finalista seguro desde la pasada semana, luego de sus cuatro compañeros solamente quedarán tres, únicos y exclusivos destinatarios de los puntos. Independientemente de si Yago nomina o no (la semana pasada lo hizo aún siendo finalista, lo cual parece normal puesto que no se entendería que le castigasen sin nominar por ser finalista seguro), los demás habrán de elegir entre dos.

Quiero decir que cada uno de los otros tres concursantes, salga hoy Dámaso o Laura, tendrá solo a dos compañeros potencialmente nominables. Por tanto, es de esperar que solamente tengan que dar un voto, y aún así no podemos tener claro si lo harán en positivo o en negativo. Dado que la semana pasada fue en positivo, usando la fórmula de "dinos a quienes querrías tener contigo en la final", confío en que sea igual. Siendo así, las posibilidades están bastante abiertas. Veamos.

Marcelo elegiría a Laura, aunque anoche decía a media voz que le interesa más separarse, ya sea porque se va ella o él. Laura, por supuesto, elige a su 'toti'. Marta es una incógnita. Ella es pusilánime hasta el final, aunque he de confesar que ya sea por omisión (o sea, por al menos no me molesta nada) o por solidaridad con ciertos ataques injustos que ha sufrido recientemente, me ha comenzado a caer bastante bien desde un tiempo atrás. Ahora bien, le pierde ese miedo (llamémoslo obsesión) por quedar mal, lo cual le hace decir cosas de las que luego ha de arrepentirse. A pesar de todo, no le veo otra salida a Marta en esta ocasión. Si elige a Marcelo pensaremos que está loca, con lo cual apuesto a que se decanta por Laura. Por último, Yago tiene que votar en positivo por Marta, o quedará fatal tras todo lo dicho por él durante la semana.

Si así fueran las cosas, quedarían nominados Marcelo y Marta. ¿Hay otras posibilidades? Bueno sí las hay, pero son producto de un deseo que tiene todas las papeletas para malograrse. No obstante, ¿por qué dejar de soñar? Imaginemos por un momento que Marcelo elige a Marta. Ya sé, ya sé, ayer mismo le escuché echando pestes otra vez sobre la gallega. Lo suyo parece una auténtica obsesión. Pero pongámonos ante ese insólito escenario. Pues bien, en tal caso los nominados serían Marcelo y Laura. Los 'quetepés' no llegarían hasta el final. De ahí la importancia de estar arregladitos y reconciliados cuando debe ser. No son tontos del todo, eso está claro.

Por ciertos

Superaron la prueba semanal, solo que tuvieron sanción por no mantener la casa limpia y aseada, como es su obligación. No recibieron, por tanto, el dinero de dos de ellos, con la amenaza de quitarles uno más si no devolvían con celeridad todos los complementos de esta prueba y la anterior (ropa, bolígrafos y demás). Al final, sin mucha prisa tampoco, parece que terminaron devolviendo todo y no se ejecutó la amenaza de esa fuerza superior, omnipresente y todopoderosa conocida popularmente como Dios... digo, el 'súper'.

Dejo cartelera de cine, con un "Más allá del concurso", la película de moda. Y esta noche tenemos una fiesta con Mercedes Milá, ya sabéis. La recta final del concurso merece que no abandonemos a estas alturas, menos ahora que se anuncia (extraoficialmente) un nuevo 'All Stars' realitero, cuyos detalles me espero a que nos sean contados por quien debe y prefiero no hacer caso a rumores, por muy fiable que sea la fuente de la que vengan (que lo es). Esta noche hay última expulsión, y también últimas nominaciones. ¿Quién va a querer perdérselo?

El Gato responde

Mi perfil de ayer sobre Yago fue producto de críticas y felicitaciones, lo cual es siempre satisfactorio. Como pienso que el elogio debilita prefiero dar pábulo a las críticas, por lo que me había propuesto traer aquí una muestra. Pero se me ha cruzado este ejemplo de análisis de profundidad cargado de respeto:

Publicado por: Pandorasoy | 23.02.2011 a las 10.42 - el Gato se pega unos “golpes” que .. ketepees jaaaaaajaja

Si esto dicen los amigos qué no dirán los enemigos. Y eso que no he seleccionado otros párrafos. El buen humor es bienvenido siempre, aunque una cosa es reírse con los amigos y otra bien distinta reírse de ellos. De buen rollo lo digo y con una sonrisa enorme porque hoy puede ser un gran día (planteátelo así, que dice el Serrat).