Incógnitas sin despejar

telecinco.es 11/04/2012 09:33

Como ayer fue uno de los días más anodinos que recuerdo en la casa más famosa de Guadalix, voy a intentar recuperar algunas dudas suscitadas estos últimos días. Son incógnitas sin despejar, algunas más importantes que otras. La principal es sobre los criterios para decidir cómo concentrar el voto en semanas como esta. El maldito voto útil que termina llevando a Gran Hermano al terreno de la política. Aunque bien mirado no estarían mal unas elecciones en las que en lugar de elegir una opción política pudiéramos eliminar opciones.

El otro día decía Ari con poca diplomacia: "Nos hemos enterado de que se está votando para expulsar, no para salvar". Esta es una incógnita que me deja en la más absoluta perplejidad. Doce ediciones más una votando para expulsar y tiene que entrar alguien a confirmarlo (solo en GH 7 hubo doble votación, para expulsar y para salvar, compensando unos votos con otros en un recuento de especial complejidad). Por otro lado, cuando el programa dice que cualquier información del exterior dada por un concursante que se incorpora al juego una vez comenzado es motivo de expulsión, ¿a qué se están refiriendo exactamente? Esto que cuento es una obviedad pero también una información que ha llevado a la casa alguien que estuvo fuera con el programa en marcha. ¿Qué hace falta para que se ejecute la sanción prometida por esta razón?

En todo caso, el voto para expulsar no impide que llegado el momento de querer salvar a un concursante nominado sea objetivamente conveniente que se concentre este en un mismo candidato. Esta semana los defensores de Marta no han reaccionado con prontitud, la misma madrugada del lunes, sino que las dudas sobre si votar por Noemí o por Cristian se han prolongado durante horas, y dudo mucho si a estas horas todo el mundo conoce la mejor opción para el objetivo propuesto. Además, aquí empiezan a jugar tácticas de distracción de muy distinto género. Desde intentar desorientar a la afición con los SMS del directo (por lo general demenciales) hasta votar una determinada opción en las encuestas.

Dos incógnitas más me surgen alrededor de esto mismo. Una de ellas es duda de espectador: ¿Qué me conviene más? Haré como si me diera igual que se salve uno u otro, algo que reclaman tantos lectores sin reparar en que tras diez ediciones y un reencuentro (las que llevo comentadas), más la que está en curso, no voy a cambiar ahora para cambiar mi apreciada subjetividad, respetada hasta ahora escrupulosamente por quien debe hacerlo. De forma fugaz, en todo caso, seré imparcial y obviaré mis particulares preferencias para intentar responder la pregunta formulada por mí mismo.

¿Me conviene que salga Marta? ¿Quizá Noemí? ¿Tal vez Cristian? No introduzco en esta ecuación a Ari, porque esa es otra incógnita que intentaré despejar más adelante. La lógica diría que a todos, dentro y fuera de esa casa, nos conviene la salida de Cristian, básicamente porque no para de repetir desde el lunes por la noche que se quiere ir. El titular de mi escrito de ayer valdría para hoy, tras un día en el que este concursante ha repetido hasta la saciedad su argumento, dando cada vez más motivos para pensar que sobra en esta historia. Ha llegado a comentar que cuando Mercedes dijo en primera instancia (como le gustaba decir a Michael) que solo se quedaría en la casa la repescada María se alegró, y luego le cambió la cara cuando rectificó diciendo que se quedarían ambos.

De forma que Cristian se llevó un disgusto al saber que se tenía que quedar. Menudo sacrificio. Esta sería una incógnita dentro de otra, como las Matriuskas rusas que tanto me han gustado siempre. Intentando ser empático, lo cual me cuesta particularmente con este personaje, puedo pensar que cuando comenzó el proceso de la repesca aún no se había marchado Berta, y al entrar los dos repescados se enteraron de que Juan había sido expulsado. Dos apoyos menos para Cristian, que se encuentra ahora con una Ari que guarda su propia incógnita y esa Sindi a la que intenta manipular sin parar desde que volvió, pero sospecho que ya se está empezando a cansar.

Lo que no me cuadra es que muestre tanta inquina hacia los compañeros que no le eligieron para quedarse en la casa. Él se refugia en la sutil diferencia entre nominar y no votar para que se quede. Está obligado a ello porque desde siempre ha mantenido que no le importa salir nominado. En definitiva, poca diferencia hay entre que un compañero nomine a otro y lo que hicieron el otro día Pepe, Hugo y Dani al decidir que querían a María dentro y a Cristian fuera. En ambos casos se trata de decidir con quien no se quiere convivir. De acuerdo que nominar es una obligación, pero sería una hipocresía decir que no lo hacen con gusto en muchas ocasiones, simplemente porque hay compañeros que molestan y a quienes les gustaría perder de vista.

Para Cristian la decisión de esos tres concursantes significa falta de compañerismo, por lo cual está haciendo casus belli de ello. Que me aspen si esto no es incoherente con darle igual, o incluso desear, salir de la casa. En realidad le estaban haciendo un favor, ¿no es cierto? Ayer le contaba su nueva situación a Noemí, a quien entró con ganas de desenmascarar y aún sigue poniendo en algún compromiso a cuenta de su aventura brasileña. Por ejemplo cuando le pregunta si aceptaría que Alessandro tuviera un lío con otra mujer dentro o fuera de la casa y ella contesta que si eso pasa se la cortaría. Pues bien, ahora anda de confidencias con ella.

Y es que la estrategia de Cristian ha sido errática desde que volvió. Solo veo un nexo común en todos sus actos: la extorsión. Puede sonar fuerte, pero es con gran precisión la palabra que deseo utilizar. Su primera acepción en el DRAE es la siguiente: "Amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho". Está claro que con Noemí es lo que ha pretendido y conseguido. Ahora la tiene comiendo de su mano, e incluso llegó a decidir que se quedara tanto él como María, aunque en su caso ambas presencias parecían incomodarla, como la de cualquiera que haya estado en la calle siendo testigo de todo aquello que ella oculta.

La segunda acepción en la definición de la palabra 'extorsión' en el DRAE es esta otra: "Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido". Cuando Cristian intenta arrojar mierda sobre Pepe hablando con Sindi, utiliza un tipo de amenaza sutil y sibilina. En realidad lo que está pretendiendo es hacer ver que su opinión está fundamentada en un conocimiento adquirido durante los días que permaneció fuera de la casa entre su salida y el regreso como repescado. Engaña y manipula haciendo creer que está trasladando un estado de opinión general, privilegiando a algunos concursantes con una información que no lo es en realidad.

Aún hay más incógnitas dentro de esta. No termino de entender por qué Cristian se ha pasado semanas traumatizado por el episodio del 'bizcochón' y ahora ha entrado teniendo tanta complicidad con María, tan buen rollo con Marta y siendo Sindi su principal confidente. Del clan del bizcocho solo sigue teniendo a Pepe entre ceja y ceja, pero el bizcocho no solo se lo comió el bailaor. De otro lado está la incoherencia en los votos de Sindi y Noemí para decidir la repesca. La primera parecía uno de los principales apoyos de María tras su regreso, pero decide que se quede solo Cristian, y la historia de su supuesta confusión no se la cree ni ella misma.

No obstante, ayer le contaba a la propia María lo sucedido cuando tuvo que tomar la decisión. Creo que no pensó en ese momento que ella fue testigo desde la sala de expulsiones, porque la versión que contaba poco tenía que ver con la que todos vimos. Pero aún más incoherente es la decisión de Noemí. Si la analizamos por sí misma no, pero la cosa cambia si tenemos en cuenta que primero dice que quiere a Cristian y María dentro de la casa y luego nomina a esta. ¿En qué quedamos? ¿Quería realmente convivir con María o no?

Volviendo a mi pregunta original, está claro que la salida de Cristian nos beneficia a todos como espectadores, porque se trata de un concursante que no desea estar ahí, por lo cual queda anulada su condición de jugador y a partir de ahí está bastardeando el concurso. Se trata de un concursante desahuciado, que ha renunciado a ganar y ni siquiera tiene ya nuevas herramientas de desgaste para el resto, una vez ha permanecido un par de semanas encerrado tras su regreso, sin conocer lo que se cuece aquí afuera. Su papel dinamizador (o dinamitador) se ha agotado en sí mismo.

¿Me beneficia que se vayan Noemí o Marta? Si tengo en cuenta el papel de ambas en el juego, su rol en la convivencia y los momentos que me proporcionan entretenimiento (principal objetivo de todo esto) no me conviene la salida de ninguna de las dos. Insisto en que estoy dejando a un lado el lado emocional, que no hace falta decir está en mi caso de parte de Marta. Cae el mundo sobre mi cabeza al pensar que falte Martita, auténtica alegría de la casa y ejemplo de... lo diré... el espíritu de Gran Hermano. Solo por esto podría sobrar cualquier otra cosa que diga, pero terminaré mi argumento.

Teniendo en cuenta que ambas concursantes me parece que tienen un papel troncal en esta historia desde hace semanas, solo me queda valorar cuál de las entrevistas tiene mayor interés, añadiendo aquí la de Cristian. Sobre esto no tengo duda alguna, por tanto, se puede considerar incógnita despejada. La entrevista de Noemí, junto a la de Alessandro, son dos peritas en dulce. Lo de Cristian, como decía este gato charlatán el lunes, ya lo vivimos, y otro calvo de Mercedes sería tan bienvenido como repetitivo. Marta es importantísima en la casa pero su entrevista tiene un interés normal, limitado a conocer esa otra Marta que espero se desnude por dentro en su entrevista tanto como lo lleva haciendo estos meses. Pero la entrevista de Noemí... esa es un auténtico rompeaudímetros.

Por tanto, para cerrar este apartado, considerando su rol en la casa y como espectador del directo, me conviene que se vaya Cristian. Sin embargo, como espectador de la gala muero por ver salir a Noemí y cómo se enfrenta a sus lapsus de maldad, sus mentiras y medias verdades.

Lamentablemente, sospecho que hay muchas posibilidades de que salga Marta, entre otras cosas porque ha faltado esa acción común, el acuerdo entre sus defensores. Y porque esta expulsión se ha terminado planteando como una lucha de poder, un adelanto de la guerra entre los defensores de Pepe y Noemí. La desmotivación de defender a Pepe a través de otra concursante puede inclinar la balanza hacia ese lado, aunque en todo caso el resultado de esta batalla será significativo de cara al posterior desarrollo del concurso en el mes largo que se supone aún tenemos por delante.

Y la última incógnita por hoy, aunque tengo colección en mi moleskine, es Ari. ¿Algo en particular? No necesariamente. Ella es la incógnita. ¿Qué hace esta concursante? ¿A quién seduce? ¿Cuál es su aportación? En realidad es una ristra de incógnitas con un nexo común. Tengo la teoría de que la audiencia votante ha decidido indultar este ninot. Por eso, Ari se está salvando de la quema una y otra vez, después de haber sido víctima de su propia maldición. Todos sus afines fueron cayendo, incluso algunos que lo fueron solamente en la última hora, poco antes de sufrir la expulsión. Mientras tanto, ella sigue ahí dentro, cada vez más desaparecida, consumida en su propia tristeza e insoportablemente leve (como la novela de Kundera).

Tanto es así que Ari ya no molesta a nadie. Ha encontrado en Dani su forma de mostrar algo de vida, principalmente por el procedimiento de tratar a este concursante desde una superioridad poco o nada justificada. Decir que Ari es hoy en día un mueble es faltar al mobiliario de la casa porque su papel es aún menos trascendente que muchos de ellos.

Si me dan a elegir entre el sillón blanco del cuarto de baño mapamundi (mi mueble preferido) o Ari no tengo duda alguna de que me quedo con el sillón. Pero ahí la tenemos, con porcentajes de expulsión ridículos (inferiores al cinco por ciento), sin ser tenida en cuenta por ninguna de las dos hinchadas, ninguneada y en un tris de terminar posicionándose en la final. Esta sí que es una incógnita casi imposible de despejar.

Moleskine del gato

Me he dejado para este apartado una reflexión breve sobre el tema del llanto y Sindi. En primer lugar, quiero agradecer a Carmen, su madre, la aclaración que hizo en la gala del lunes. También me gustaría decir que la creo completamente, aunque me haga gracia que ella lo explique diciendo que en su familia a todos les cuesta llorar con lágrimas. Bien mirado esto explica muchas cosas. Es decir, que Sindi no tiene ninguna patología que le impida llorar con lágrimas pero le cuesta hacerlo. Le cuesta mucho, diría yo.

De nuevo debo remitirme al DRAE, que define de forma escueta el término 'llorar': "Derramar lágrimas". En su segunda acepción dice: "Manar de los ojos un líquido". Estamos en las mismas. Para definir lo de Sindi tenemos que irnos a la cuarta de las acepciones (la tercera hace referencia a un término agrario): "Sentir vivamente algo". Ahí sí. Es decir, por poco lo de Sindi no se puede considerar llorar.

También quiero aclarar algo que ya comenté hace días: No mido el sufrimiento de nadie por sus lágrimas. Ni siquiera por su capacidad de exteriorizar esos sentimientos. He sido muy llorón y desde hace un tiempo me cuesta llorar hasta en el cine. Tal vez sean cosas de la vida. Siempre he considerado un error pensar que quien más llora en un funeral es la persona que más siente la pérdida del finado. No necesariamente. Por consiguiente, en ningún momento estoy dudando de los sentimientos de Sindi, ni pretendo medirlos utilizando el indicador de sus no lágrimas.

Lo que realmente me escama y me sorprende de este fenómeno es otra cosa. Vale, pongamos que le cuesta derramar lágrimas. ¿Por qué se exprime los ojos? ¿Qué hace con el pañuelo delante de los ojos? ¿Por qué se corre ella misma la máscara de sus pestañas con un tisú? Por el amor de Dios, si no tiene ni una sola lágrima. ¿Por qué se comporta como si las tuviera? ¿Qué diablos hace pasando su mano por los ojos? No hay ninguna necesidad de que se los enrojezca. Esta es mi auténtica incógnita (la última por hoy). El tema no es el llanto seco sino que ella actúa como si fuera mojado. Seguro que tiene una explicación, pero yo no la conozco.

Dejo cartel con Marta como 'Blancanieves' y compañía. Y ya no estoy.