Mercedes Milá: "Podremos seguir gratis las 24 horas de la casa en mitele.es de forma ininterrumpida"

telecinco.es 11/01/2012 10:38

Es la sexta vez que espero un comienzo de Gran Hermano teniendo el privilegio de publicar una pequeña charla con Mercedes Milá. La primera fue antes de GH 8 y desde entonces no ha faltado ni una sola vez a esta cita, lo cual es para mí otro motivo de gratitud hacia ella. Se trata de una tradición que cuesta abandonar, entre otras cosas porque estoy seguro de que generaría mil interpretaciones y ninguna buena. A pesar de ello, alguna vez cumpliré lo que ya anuncié un día: hacer la entrevista al finalizar una edición y no antes de su comienzo.

Me da pudor llamar a lo que sigue entrevista, entre otras cosas porque no soy entrevistador y creo que no lo hago ni medio bien (no lo digo para provocar adhesiones). En cualquier caso, en nuestra charla he intentado que esté de fondo Gran Hermano todo el rato, aunque es complicado dado que poco se puede decir en estas horas previas al estreno. Además, he querido comentar el fenómeno de las redes sociales, de gran interés en estos momentos, también a nivel personal. Cualquier cosa comentada por ella es de interés, pero he intentado centrarme en el asunto, y no creáis que es fácil.

La gran exclusiva que nos adelanta Mercedes es que habrá emisión 24 horas, será en Internet (mitele.es. Que sea gratis es especialmente importante pues facilita el acceso a ese canal para una gran mayoría de espectadores, además de ser la gran novedad con respecto a lo que han sido las últimas ediciones. Me puedo equivocar, pero creo que desde GH 5 no había una emisión gratuita del directo en Internet. Y que sea sin interrupciones para publicidad es una bendición. En definitiva, es una gran noticia para todos.

Hoy tiene la palabra Mercedes Milá, 'alma máter' del programa una vez más. Confieso que no he sido nunca capaz de ponerla del revés. Tiene respuesta para todo. Como los buenos tenistas, devuelve todas las pelotas. Y como los buenos toreros, se arrima, templa y domina cada una de las suertes. Estas son sus palabras.

"Deseo que GH vuelva a sorprender y logre enganchar a nuestros fieles"

Pongámonos nostálgicos. Primavera del año 2000, Mercedes Milá recibe la propuesta de hacer Gran Hermano. ¿Qué fue lo primero que pasó por tu mente? ¿Pensaste “por qué a mí”?

Pensé, lo recuerdo muy bien, ¡qué interesante! 'Big Brother' ya se había estrenado en Holanda y, como sabes, estaba siendo un suceso con su escándalo correspondiente. Eso hizo que llegara a los periódicos aquí y de esa forma me enteré de la existencia de un nuevo formato que me resultó atractivo de inmediato: poder observar a personas encerradas entre las paredes de una casa, ver y escuchar cómo era su vida. Fascinante si te interesa la gente, porque esa fue la razón que, muchos años antes, me había atraído al periodismo: la gente. Por mucho que viva, jamás agradeceré bastante esa llamada de Pilar Blasco, productora entonces del Gran Hermano español.

¿Imaginaste entonces que se harían más de doce ediciones?

Nadie lo imaginó. Ni siquiera podíamos sospechar que la gente se engancharía casi desde el primer instante a nuestro programa.

¿En algún momento has deseado tirar la toalla, abandonar el proyecto sin camino de vuelta?

Nunca. Cuando me fui fue por razones que nada tenían que ver con GH. En mi cadena no entendieron que no podía trabajar solo tres meses; que necesitaba ser periodista todo el año, y me fui a Antena 3, donde me dejaron hacer lo que quería. Pero enseguida volví y, desde entonces compagino Diario de y Gran Hermano, que me parece una combinación perfecta.

Siempre has llamado, con cariño, a los concursantes del programa “mis niños”. Te has significado en la defensa que haces de ellos. ¿Crees que todos lo merecen?

No. He tenido alguna decepción. También es verdad que con algunos hemos llegado a entendernos a posteriori. Me gustaría que no hubiera nudos sin desatar. Pero, siendo ya tantos, es casi imposible.

También estás siempre pendiente de lo que dicen los espectadores, de lo cual haces gala igualmente. Concursantes y audiencia son indispensables para el programa, pero... en caso de conflicto ¿a quién harías más caso? ¿de qué lado te pondrías?

Los concursantes son la razón de ser de GH. En caso de conflicto y en igualdad de razones, creo que me posicionaría con los concursantes.

Rescato dos preguntas que dejaste al aire en la presentación de la primera edición y te las traslado: ¿Por qué nos cuesta tanto compartir ciertas facetas de nuestra intimidad? ¿Por qué cuando vamos a hacer determinadas necesidades le cerramos a nuestra pareja la puerta del cuarto de baño?

Es verdad, el retrete es casi el último reducto del pudor. Cuando vivimos en pareja conocemos todos los recovecos de nuestros cuerpos y compartimos la vida casi en su totalidad, pero cuando se trata de ir al lavabo cerramos la puerta. Esa intimidad está salvaguardada en GH aunque haya una cámara en ese lugar que solo se utiliza, como hemos visto miles de veces, cuando los concursantes se recluyen ahí para llorar, hablar o realizar cualquier acción que, si interesa al relato de la vida en la casa, podrá ser utilizado.

El psicoanalista Serge Tisseron ha acuñado un neologismo contrapuesto al concepto de intimidad: la extimidad. Ahora se exhibe aquello que antes estaba reservado al círculo familiar no solo en los programas de telerrealidad sino también en las redes sociales. ¿Estamos modificando nuestros códigos de identidad y hospitalidad?

No conocía ese término. Es evidente que estamos modificando nuestro modo de vida, que tenemos la suerte de vivir en una época donde sale al exterior todo lo que somos o queremos mostrar. Debió ser complicado esconder, como norma de conducta; a mí me resultaría muy incómodo.

Contaste en ‘La noria’ que habías asistido a unas ponencias sobre redes sociales en la UNESCO. ¿Cómo crees que está afectando ese fenómeno a la televisión en general?

Me invitó Ion de la Riva, embajador de España en la UNESCO, a unas jornadas sobre lo que nos esperaba en el futuro en diversos campos de la cultura. Iñaki Gabilondo presidía una mesa sobre redes sociales en la que participé junto a gente muy interesante. Hace ya tiempo que vengo siguiendo la evolución de ese modo de comunicación y, por lo tanto, todo lo que gira a su alrededor me atrae y me interesa. Al final, se trata siempre de lo mismo: comunicarse. Ahora, gracias a esas redes, llegan los mensajes de la gente muy rápidamente a nuestras manos y esa información modifica nuestro comportamiento. A la fuerza tenemos que tener en cuenta la opinión de quien te está viendo. Aunque tampoco hay que volverse loco, como le está ocurriendo a mucha gente, y dejar de tener criterios propios.

Lo curioso es que interesándote el tema, e incluso teorizando sobre el mismo, no seas usuaria, no tengas tu propio Twitter. Algo tan de moda, por otra parte, entre tus compañeros en la tele.

Para mí no es curioso, es lógico. No me niego a tener Twitter. Cuando sienta que lo necesite, lo tendré; de momento no me lo puedo permitir por falta de tiempo. Sigo muy de cerca los blogs que me interesan, tengo alguien que vigila para no perder lo que sea interesante en las redes pero necesito seguir leyendo libros que son el fundamento de mi equilibrio mental. Sé que mis compañeros andan muy enganchados pero no les tengo envidia, la verdad.

Te he escuchado defender a los críticos de televisión, e incluso decir que has aprendido mucho de ellos. Hay un crítico que termina cada artículo dando razones para no ver la tele, algo impensable en un crítico de cine o de toros. ¿No crees que a la mayoría no les gusta la televisión?

Una noche, me dijo Curro Romero durante una cena: "Qué triste tiene que ser tener un oficio con ese nombre: crítico". Ya sabes que los toreros son personas con una gran facilidad de aseverar, de decir poco pero decirlo para que quede. Está claro que no podemos comparar una crítica de toros a una de televisión; los toreros deben aguantar mal que, tras jugarse la vida, llegue un crítico a ponerles peros. Nosotros sufrimos menos, pero también sabemos lo que es que te rompan el espinazo, sobre todo cuando estás empezando en el oficio. Ahora, tras años de leer de todo, ya conozco el percal y no logran hacer sangre. Es cierto también, como tú dices, que me han enseñado cosas aunque ellos no lo pretendan jamás.

Algunos de los argumentos fijos en todo Gran Hermano son el amor, los conflictos, la lucha por el poder (o la influencia)... ¿Cuál crees que tiene más peso? ¿Y cuál reclama más el espectador?

Creo que el espectador espera verdad. Espera ver en la pantalla las cosas que le ocurren a él en todos los campos. La mejor forma de que los espectadores se identifiquen con los concursantes y les quieran, es que vivan dentro de la casa como lo harían fuera. En GH se gana por dejarse ver.

Parece ser que este año no habrá un nexo temático en tu vestuario para las galas, ¿no nos vas a sorprender con el estilismo?

Este año he decidido hacerle un regalo muy particular a Mayte Méndez de Vigo, mi querida estilista. Desde hace ya varias temporadas se ve obligada a seguir mis “creaciones” en el vestuario. Hemos pasado por casi todo: chalecos con mensajes enviados por los espectadores, esmóquines de todos los tipos, trajes regionales de las 17 autonomías, frutas, hortalizas y verduras, diseños de jóvenes creadores de moda... Este año se lo dedico a ella, es mi homenaje a su paciencia y a su creatividad. Iré vestida 'made in Mayte', que cuenta con la mano insuperable e imprescindible de mi querida Maribel, una de las estupendas sastras de Telecinco. En sus manos me pongo y lo hago con la plena seguridad de que serán originales y creativas. Ya me diréis...

Sé que me dirás “no sé nada”, y lo creo. Pero... lo de “darle la vuelta” a Gran Hermano ¿no será algo ‘lampedusiano’? (o ‘gatopardista’), es decir: “cambiar todo para que nada cambie”.

¡Qué manía tenéis de querer saber antes de hora lo que vaya a ocurrir cuando se abran las puertas de la casa de Guadalix y sepamos qué nos han preparado en Zeppelin! Está claro que sois peores que yo, que no pregunto nada. A día de hoy, no he visto la casa ni el plató. Por supuesto, de los concursantes no sé, ni quiero saber, absolutamente nada. Lo único que te puedo decir es que a mi petición de volver a las esencias de GH y buscar concursantes completamente desconocidos, parece que me han atendido. Pero hasta que no lo vea no lo creeré.

Aparte de los del número ese que va entre el doce y el catorce, ¿qué otras supersticiones tienes?

De eso no debe hablarse demasiado. Estoy llena de defectos. Aunque la verdad... otros creen en la Inmaculada Concepción y no les critico.

Todos anónimos, una sola casa, las mismas reglas... pero “no des nada por hecho, puedes esperar cualquier cosa”, dice la fantástica 'promo' (posiblemente la mejor de las habidas). ¡Qué nervios! ¿Deseas que esto empiece tanto como yo?

Estoy gozando mucho en estos días de incertidumbre. En vez de ponerme nerviosa, cosa que solo noto por los sueños de terror que ya he empezado a tener, me relamo en la espera. Ya llevo tres fechas de comienzo que han ido cambiando... servidora, sin embargo, está lista para salir a la pista en cualquier momento.

Dime un deseo para el nuevo año y otro distinto para el nuevo Gran Hermano.

Deseo para el nuevo año: encontrar el camino del crecimiento que traiga puestos de trabajo. Deseo para GH: volver a sorprender y lograr enganchar a nuestros fieles; gustar a los amantes de este programa que sobrevive a pesar de tantos intentos de acabar con él, desprestigiándonos a todos, los que lo hacemos, los que participan y los que lo vemos.

“Estamos a punto de saber con quien vamos a compartir nuestra vida en los próximos meses", me dijiste en la primera entrevista, previa a GH 8. De nuevo esperamos lo mismo. Con idéntica ilusión. Mucha suerte e infinitas gracias, Mercedes.

Gracias Gato. Gracias por adelantado un año más. Eres, para mí, uno de los principales pilares de este tinglado que llevamos entre tantos. Este año la gran noticia es que podremos seguir gratis, por fin, las 24 horas de la casa en Internet por mitele y así tendrás todo el material que necesitas para escribir tus imprescindibles crónicas y la gente volverá a sentirse acompañada desde Guadalix por ese runrún de la vida en directo. Estoy especialmente contenta por este inmenso regalo que le agradezco directamente a Paolo Vasile, responsable de que así sea. Ahora, para completar el compromiso, tenemos que lograr que la publicidad (que hace posible esa gratuidad) no interrumpa ni un segundo la emisión. Están en ello y tengo la seguridad de que mis compañeros de Publiespaña darán con la tecla para que todos estemos contentos y Gran Hermano vuelva a crear algo inédito. Como te dije aquel año: esperan ansiosos en sus casas los “ya” futuros concursantes. ¡Suerte a todos, a ellos y a nosotros!