Michael: "¿Y a la audiencia le gustará realmente Pepe?"

telecinco.es 01/03/2012 09:21

No se corresponde la alegría generalizada por haber conseguido puntos nominatorios a través de las bolas de colores con el disgusto que algunos venden siempre que han de nominar. Si fuera cierto que les disgusta esa parte de esta experiencia no se alegrarían por haber conseguido más o menos poder en las nominaciones. Todo lo contrario, la más feliz debería ser María con su solitaria nominación de un voto. O Michael, que si realmente se sintiera incómodo a la hora de elegir a un par de compañeros debería estar contento de no haber conseguido una sola bola, lo suficiente como para confesarlo en directo cuando les fue requerido expresamente.

Es imposible que no disfruten con el juego. Una de las cosas más fascinantes como concursante debe ser convertir tu vida en un juego. Es algo que se convierte en un modo de vida, clave de la supervivencia. Está demostrado que la mayoría de concursantes disfrutan ahí dentro. Se encuentran a gusto y no desean marcharse por nada del mundo. Dejando aparte contadas excepciones, se divierten, parece como si vivieran en unas vacaciones permanentes olvidando en seguida inconvenientes importantes como estar siempre vigilados.

Para poder prolongar su estancia y, por consiguiente, esa vida que les está haciendo felices, deben participar de un juego consistente en ir eliminando a los demás. Es una sangría lenta, semana a semana, compensada en esta edición por la incorporación continua de otros concursantes que ocupan el lugar de los anteriores (lo cual nos va garantizando una edición más larga que lo anunciado). En principio, esto no parece gustarles, pero alguno ya habrá empezado a agradecer la mecánica. ¿Verdad, Hugo?

La vida en esa casa tiene otros inconvenientes no escritos. Son aquellos que se van presentando según cada uno va escribiendo su propio libreto. Bien es cierto que hay situaciones inevitables, lugares comunes que suelen aparecer en el libreto de más de un concursante. Por ejemplo: los celos. Ayer pudimos observar celos de todo tipo; los típicos femeninos relacionados con el amor y la posesión; pero también otros masculinos igual de típicos, ocasionados por la presencia de un líder.

Ari niega estar celosa, prueba inequívoca de que lo está. Resulta que vio a Noemí haciendo coscas a Michael y no le ha gustado nada. Tampoco a su amiga Ochoa, que sigue manteniendo una relación cordial con la canaria pero no pierde ripio a la hora de atacarla. No vi la secuencia, por lo cual no podría asegurar que lo que contaron estas dos concursantes el jardín ayer por la tarde sea cierto y no esté convenientemente exagerado. Es fuerte, en todo caso.

Dice Ochoa que Michael se llegó a quejar porque le pareció un poco excesivo. Y describe cómo Noemí iba subiendo su mano por la cara interior del muslo de Michael de forma distraída. Siendo así, resulta entendible que Ari lo interprete como una ofensa, a pesar de que entre ella y el 'poli' no haya nada. El tema es que Noe sabe a ciencia cierta que no está haciendo algo que vaya a agradar a Ari. Luego llorará porque las chicas le dan la espalda.

Noemí utiliza el mismo reproche en distintas ocasiones como si estuviese doliéndose de cosas distintas, pero se trata de la misma. El martes por la tarde se lo cuenta al 'páter', soltando un par de sentidas lágrimas. Luego, acabada la mini gala de las bolas de colores, lo vuelve a contar mientras prepara la cena, aunque en este caso ante Hugo y ahorrándose las lágrimas.

El 'ojoviguismo' de esta concursante es evidente porque en ese mismo metro cuadrado en el que se encontraba le había hecho a Marta parecido feo del que ahora se duele. Tanto es así que la de la pinza llora amargamente tras ver que sus compañeras en la casa pasan de ella y la dejan sola sin invitarla a que les acompañe. Son situaciones tan parecidas como una lágrima a otra, aunque en ninguno de ambos casos aseguraría que hubo mala intención.

Lo que hay es el resultado de una situación. Entonces Marta y ahora Noemí resultan poco gratas para el grupo de chicas. Por eso se produce la reacción que estoy comentando. ¿Con ello pretenden hacer daño? No lo podemos saber, pero es posible que ni siquiera adviertan el feo que le están haciendo, a Marta primero y días después a Noemí. Lo extraño es que esta última no sea capaz de reconocer en el gesto hacia su persona una réplica del que ella misma tuvo con otra compañera antes. Es lo de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, como digo.

La cadena de celos femeninos es un sinfín. Ari celosa de Noe cuando esta acaricia supuestamente zonas peligrosas cercanas a la entrepierna de Michael. Noe celosa de todas las chicas cuando pasan por la cama de Alessandro para que este las deleite con un masaje. Y también celos de la misma Noemí hacia María, a punto de llevarse al huerto a su amigo Hugo, a quien aconseja que piense en su novia de fuera. Tal vez teme perder un confesor, aunque su consejo a María de entregarse al carpe diem es bastante contradictorio.

Los celos que sugiere Hugo ante María son más bien parte de un cortejo amoroso que lleva con parsimonia, un poco como si bailara la yenka. Es decir, un pasito para adelante y dos hacia atrás. Le reprocha que se haya dejado tocar las tetas, el culo, besar y juntar lenguas con los chicos en el divertido juego animado por Pepe. Luego, cuando María le va a besar cuenta que le ha hecho la cobra, aunque no llegamos a verlo.

La otra noche termina levantándose de la cama tras perder la cuenta de los miembros de María que se iban posando sobre su cuerpo. Agobiado salió al salón y allí encontró alguien con quien hablar. Por suerte estaba Pepe, que le aconsejó poner sordina a sus dudas. Gran consejo. Entiendo que no sea capaz de cumplir con su propósito de no hablar con nadie del tema. O lo comenta o se va a dar cabezazos al otro extremo de la casa. Y eso duele.

Juan y Michael empiezan a ser el gran dúo de reventados de esta edición. Ya parece que se olvidaron de sus censuras hacia los que se acuestan tarde, por lo cual luego no pueden rendir durante el día. Tal vez sea porque están los dos nominados, el caso es que anoche aguantaban casi hasta las cuatro de la madrugada participando de un genial juego ocurrencia de Pepe. Precisamente Pepe, el mismísimo Pepe Flores. Un par de semanas más y les terminaremos viendo haciendo recenas de madrugada y bailando sevillanas.

No entraré al detalle de lo ocurrido en ese juego que me lío. Sí diré que vi como nunca antes la mala intención del 'páter' en sus preguntas. Todos menos uno sabían de qué concursante se trataba, y este debía adivinarlo haciendo una pregunta a cada uno de ellos. Cuando le llegó el turno a Juan solo quedaban Marta y María por adivinar y por las primeras preguntas podía saber que se trataba de esta última. Entonces comenzaron las preguntas capciosas, con un claro fin de perjudicar la imagen de esta compañera.

Ya lo había dicho un rato antes el propio Juan: "Somos hermanos pero no primos". Un lema tan poco cristiano le debió guiar ayer, porque no paró de tirar con bala, especialmente contra Pepe. Ya lo dice un proverbio catalán (o mallorquín, no estoy seguro): Com més cosins més endins (cuanto más primos más adentro). Juan se la intentó endiñar hasta el fondo a Pepe, mostrando la patita por completo. ¡Ya era hora!

Por la tarde había aprovechado un comentario de Cristian para inocular un poco de veneno. Pero fue pasada la medianoche cuando encontró el momento ideal con Michael y entre los dos hicieron un auténtico despiece del personaje. No se dieron cuenta de que le estaban haciendo un favor a Pepe, mostrando tanto resquemor, tal disgusto, semejante animosidad. Kilos de rabia resumidos en una reveladora pregunta del 'polifantas': "¿Y a la audiencia le gustará realmente Pepe?".

Esa es la auténtica preocupación de estos dos. Según sus propias palabras, le ven como un líder, les agobia su humor tan sarcástico, incluso piensa Juan que está endiosado. Pero, hombre de Dios, no se da cuenta de que blasfema más que habla. Ya no me extraña que olvide el padrenuestro y hasta los mandamientos de la ley de Dios. ¿No impedía uno de los diez usar el nombre de Dios en vano? Yo no participo de esa fe y no me afecta, pero él es cura. ¡Por lo más sagrado!

Me he cansado de su papel de cura que va de 'guays'. Juan es de los de a Dios rogando y con el mazo dando. Eso sí, ha tardado un poco en sacar el saco de las hostias pero me temo que ya no lo suelta. Seguirá simulando un papel conciliador que nunca fue verdad, con sonrisa hipócrita y hablando como un monitor de campamento, por no decir que hablando como un cura, porque no todos son iguales.

Detesto esto de aparentar buena voluntad pacificadora enmascarando un real propósito de silenciar a una de las partes. No quieren mediar sino imponer su voluntad. Tengo grabada en mi retina una imagen de aquella noche en que Aristidín se autoexpulsó arremetiendo sin sentido contra Pepe y Mary Joy. Todos sintieron miedo y sorpresa ante el ataque, pero casi nadie actuó. Solo estos dos personajillos se pusieron por medio, Juan pidiendo a Pepe que no provocase, y el valiente Michael tapando la boca de Mary Joy. Un tiarrón contra una niña de 18 años, muñequita frágil e indefensa, y no se le ocurre otra cosa que taparle la boca a ella.

Con Pepe no se atreven y sangran por esa herida. Porque ven que tampoco los demás hacen nada por parar al líder. Michael dice que igual es raro porque no le hace reír. No, no, lo raro es que le esté riendo todo el rato las gracias a Cristian. Otro indicativo particularmente útil. Y luego está lo de Juan, experto huelebraguetas que censura a Hugo por lo que pueda hacer con María y ve con malos ojos que Pepe esté en "el mismo lecho nocturno con dos o tres chavalas". Eso sí, no le da ninguna vergüenza dormir sin camiseta junto a una mujer comprometida.

Michael dice que su bola naranja irá para Pepe. Se refiere a la bola que nunca consiguió y ni siquiera tuvo la valentía de confesarlo en directo. Viendo que en el resumen de ayer muestran el momento comentado ayer por este gato, no tengo duda de que anularán esa bola. No hay otra opción. Tampoco les da vergüenza comentar que Pipi está absorbida por Pepe. Si se vieran desde el balcón exterior del que hablaba Ochoa el otro día observarían que cada noche el 'páter' se va a la cama y a los cinco minutos, como un corderito sumiso y entregado, Michael va detrás.

Lo gracioso es que temiendo quedar esta noche nominados de nuevo estuvieran recordando concursantes muy nominados que terminaron llegando a la final, como Fran (GH 2), Juanjo (GH 6), Pepe (GH 7) o Iván (GH 10). ¿Con quién se quieren comparar? Luego decían que Iván había ganado sin tener conflictos con ninguno de sus compañeros, intentando de nuevo equiparar a este con el mismísimo Michael. ¿Qué diablos le habían echado al café?

Ya que hablaron de Iván Madrazo, diré como conclusión que les molesta Pepe porque tiene luz propia, parafraseando al ganador de la décima edición. Y aprovecho para contar una breve fábula que conocí hace unos meses y parece escrita para él.

Cuentan que una serpiente empezó a perseguir desesperadamente a una luciérnaga. Esta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba cejar en su intento. Se evadió un día, pero el reptil no descansaba. El tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y se dirigió a la serpiente: "¿Puedo hacerte tres preguntas?". "No acostumbro a hacer concesiones a nadie, pero te voy a devorar, así que pregunta", contestó con soberbia y comenzaron las preguntas de la luciérnaga:

- ¿Pertenezco a tu cadena alimentaria?

- No

- ¿Yo hice algún mal?

- No

- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?

- ¡Porque no soporto verte brillar!

Moleskine del gato

Como ya esperábamos, no superaron la prueba semanal. "Habéis estado correctos, pero os ha faltado alegría", les dijo el 'súper'. Pero la clave estuvo en los 23 errores detectados con las maletas. Generoso criterio debieron utilizar, porque para mí tengo que esos debieron ser los errores del primer día, si acaso.

Respondo a algo cuestionado ayer relativo a la comentada bola que nunca consiguió Michael. Se ha dicho que antes de buscar las bolas no sabían que les iban a valer para nominar, pero fueron advertidos debidamente de que las bolas serían determinantes en las nominaciones de hoy. De forma que cuando Juan cede su bola puede imaginar lo que está haciendo. Por otro lado, cuento que cada bola corresponderá con la nominación a un compañero, sin posibilidad de sumar ni dividir votos, porque así se lo confirmaron a más de un concursante en la sala de confesiones esa misma noche.

Lo que me ofrece alguna duda es algo comentado por Diablexa ayer en los comentarios. Plantea nuestra amiga si la nominación a la cara pudiera ser solamente la fulminante. Creo que todos entendimos otra cosa, pero es cierto que Cristian deberá usar la bola negra antes de que nominen los demás, para que nadie tire su voto, y normal que los demás deban conocer su decisión antes de nominar para no contar con el nominado directo de este concursante. Lo que ocurra después solamente lo conoceremos esta noche en la gala.

Una gala triste para mi querida Mercedes Milá, que ayer escribió una preciosa anotación en su blog, y a quien repito aquí mi más sentido pésame por la pérdida de su padre. Es un momento durísimo ante el cual el cariño de cercanos y desconocidos llega con especial intensidad. Hoy no hay fiesta, tan solo tendremos nuestro programa preferido. Un abrazo cariñoso de toda esta gatera a su presentadora y alma máter.