Un campeonato abierto. Tres pilotos aspirando al título y toda la incertidumbre que representa el que Fernando Alonso lidere el Mundial a falta de más de un cuarto de temporada para el Campeonato llegue a su final. Estas serían las bases con las que cualquier guionista un poco despierto podría crear una película, una serie o un culebrón y no digo un 'coach' porque es la palabra de moda y aunque conozco el significado en inglés lo desconozco en su aplicación a la Tele.
Así están las cosas, pero como siempre sucede en este deporte nada es lo que parece. Para comenzar, en Ferrari tienen una montada de órdago. Que si Massa se va, que si Massa se queda, que si vienen Pérez, Hamilton, Vettel, etc, etc… A este paso recuperan a Lauda que desde que se arranca en los podios con el micrófono y luce 'barriguita' está más feliz que nadie y quien sabe a lo mejor le encanta aquello de "a la vejez viruelas”. Pero lo cierto es que en Ferrari solo se cambiará al 'ínclito' Massa si el que viene, tiene el visto bueno de Alonso y por supuesto encaja en los planes internacionales del Santander. Y es que a nadie se le debe de olvidar, que si Massa esta donde esta, no sólo se debe a la tozudez y al interés de determinados responsables de la marca del Cavallino, sino a que representa los intereses del todopoderoso banco del Sr. Botín en Brasil.
Y si a esto le sumamos la interrogante de Pérez, para qué queremos más. Ahora bien: ¿qué tendría que hacer el mejicano para subirse el año próximo en el Ferrari?. Primero madurar, y no sólo como piloto sino que por lo menos tiene que dar la impresión personal de que esta preparado para el reto. Segundo: asumir que al menos durante unos años le tocará ser el segundo, el guardaespaldas o el 'cuelgachaquetas' de Alonso y tercero, tal vez Pérez tendría que pedirle a su 'benefactor' el millonario mejicano Carlos Slim que presione en la operación. Y visto lo visto y oído lo oído, D. Carlos está muy interesado en una opción que pondría el broche de oro a su sueño de recuperar el Gran Premio de Méjico y tener a un piloto local en la parrilla y si esta sentado en un Ferrari mejor que mejor.
Pero la lista de interrogantes sigue creciendo y el otro culebrón lo protagoniza el díscolo Lewis Hamilton que sigue dándole vueltas a su futuro. Renovar o no renovar, esta es la cuestión. En McLaren le han apoyado desde el principio pero ahora tiene una crisis de identidad, sobre quién es el primer piloto con Jenson Button y por si esto no fuese suficiente se han desatado los rumores de sus contactos con Ferrari, donde han reconocido su calidad pero a buen seguro que esta vetado por Alonso, y con Mercedes. Esta última opción está en el aire pero supondría la retirada definitiva de Michael Schumacher y esto son palabras mayores y más, en un equipo que un mes si y un mes no está en la picota por su posible retirada de la F1. Y aquí llega la pregunta: ¿Cambiaría Mercedes a un piloto alemán consagrado y en la recta final de su carrera deportiva por un británico capaz de los mejor y lo peor y con fama de inestable?. Si alguien sabe la respuesta, admito sugerencias.
Estos son los culebrones de la Fórmula 1. Y todo ello aderezado con el teórico nacimiento de una F1 eléctrica que se celebraría en un barco circuito por algunos de los puertos más glamurosos del planeta. Pero esta es otra historia y ya hablaremos de ella.
Gonzalo Serrano. Dir. MQC// MQC GT