Por Ruth Méndez
Los flashes se revolucionaron con la vuelta del hijo pródigo a casa: Antonio Banderas, acompañado de su Melani embutida en su Harold Blake. Con ellos llegó la bocanada de aire fresco, de naturalidad y profesionalidad a la alfombra roja. Ella, no sabe ni papa de español, pero ahí estaba su marido para bajarse de las alturas y hacer, si es necesario, de traductor ocasional. Angelical, frágil y fuerte Elena Anaya de Lanvin. Juanita Acosta de Paco Rabanne, María Valverde de Dior o Leonor Watling de Miriam Ocáriz entre las más elegantes. Poco acertada estuvo Pilar López de Ayala con su Cruela de Vil , Ingrid Rubio con su atuendo rockero, Belén Rueda y Victoria Abril con su bótox a cuestas. El momento explosivo lo protagonizó Shalma Hayek con su Gucci granatoso y su rico marido. Entre ellas, triunfaron los colores nude, el escote de inspiración griega, los vestidos largos y vaporosos. Ellos, de negro riguroso.
En el backstage los periodistas nos tiramos a las bandejas de canapés como si fuésemos los concursantes de Supervivientes... Lluís Homar (premio a actor secundario por Eva) parecía haber comido lengua. Su interminable y deslabazado speach, el primero de la gala, anunciaba que teníamos fiesta para rato. Muy comentadas entre bambalinas las apariciones de espontáneos sobre el escenario (y eso que eran los Goya más acordonados y vigilados de la historia), las ensayadas caras de decepción de Almodóvar y José Mota ( que no estaba para risas). Emocionante el aplauso de la prensa a todo un señor llamado Coronado con 25 años de oficio, la lluvía de premios a los mejores malvados, Isabel Coixet (o su doble, yo aún dudo si era o no) y su valentía al mojarse. De risa, Paco León, el Luisma, orgulloso, paseando a su hermana María (actriz revelación) como si fuese su mejor premio. Elena Anaya dándole de beber cava a su estatuilla (las dos saben que el camino hacia el éxito ha sido largo)...
El más brillante de la ceremonia, sin duda, Santiago Segura. Presentó un premio, asumiendo que su Torrente está destinado a no alcanzar la gloria ( los reconocimientos) pero sí la victoria (la taquilla). Bromeó con ironía sobre las pataletas pasadas de Peeeedroooo, le dijo a Almodóvar que no se metía con él por si abandonaba la gala. A Coronado le recordó su anuncio para ir bien de vientre y alguna bala envenenada más soltó a sus amiguetes... Para el año que viene que Santiago Segura presente. OS DEJO EL REPASO CON MÁS ANÉCDOTAS QUE HEMOS HECHO EN EL INFORMATIVO MATINAL