Hello, How are you?
Hello, how are you?. Ese es el saludo que le ha hecho Mariano Rajoy a Angela Merkel nada más bajarse del coche. Es la visita más importante que ha hecho el Presidente desde que accedió al cargo.
Honores en la cancillería, himnos de los dos países, revista a las tropas y almuerzo de trabajo. Hora y media de trabajo antes de comparecer ante los medios de comunicación. Primero, la canciller. Introducción breve pero suficiente para destacar que las medidas difíciles que se están adoptando en España son valientes y necesarias, pero no suficientes. Además de reducir déficit hay que hacer reformas para conseguir el ansiado crecimiento y sobre todo para crear empleo. El turno ahora del Presidente. Rajoy aprovecha para marcar dos líneas en la política española: disciplina presupuestaria y esas reformas de las que hablaba su colega alemana. Ambos de acuerdo. Silencio sobre la posibilidad de flexibilizar el déficit para toda la zona euro. Silencio y negación, “no se ha hablado de eso”. Sí de una propuesta española: que los excedentes de los fondos europeos se destinen a la creación de puestos de trabajo. El cómo, a través de bonificaciones a las empresas que contraten, sobre todo a las empresas que contraten a jóvenes. Merkel apoya la propuesta y ambos la defenderán en el Consejo de Bruselas del día 30.
Una rueda de prensa mezclada con el típico humor de Rajoy cuando está cómodo. Un periodista alemán le pregunta al presidente por las palabras del Ministro de Asuntos Exteriores que afirmó que “Merkel siempre llega media hora tarde cuando se trata del euro”. Rajoy contesta: “eso es historia”; mira a su equipo, se sonríe, y apuntilla, “el tema” (ese es el que es historia, no el ministro). Y cómo no además de la economía Rajoy fue preguntado por la sentencia que absuelve a Francisco Camps. El presidente reconoce estar contento, y cuenta que él mismo llamó a Camps para felicitarle. Además de esto, fuentes muy cercanas a Rajoy aseguran que la “justicia ha rehabilitado al ex presidente”. ¿Volverá a la política?, tendremos que verlo.
Una hora y media en Berlín que ha dado para mucho. Incluso para ver como el Presidente del Gobierno se bajaba del coche oficial sin abrigo. Sin abrigo y a menos 3 grados bajo cero.