Pest, la ciudad que nunca duerme

telecinco.es 11/12/2011 09:56

Si el día de ayer nos paseamos por Buda, la ciudad señorial y aristocrática de la capital, hoy vamos a recorrer los lugares más entrañables de Pest, la parte más industrial, caótica y bulliciosa.

El gran mercado peatonal cubierto está cerca de la zona peatonal de la calle Váci… Abrió en el año 1900 y desde entonces sigue funcionando sin parar. En los balcones del primer piso vendedores de bordados folclóricos, joyerías, artesanía y recuerdos en abundancia.

En la plata baja encontraréis la alimentación. Veréis la famosa “paprika”, ese pimiento molido con el que los húngaros elaboran muchas de sus comidas tradicionales. No podéis marcharos del país sin probarlo en sus guisos.

La Andrássy Útja es una gran avenida del siglo XIX declarada Patrimonio de la Humanidad. Era la zona habitual en la que la burguesía de la época se exhibía. Se extiende a lo largo de 3 kilómetros y merece la pena pasearse por ella a pie…Aquí están muchas embajadas y edificios con espléndidas fachadas.

Pero si hay un edifico de Budapest que hay que contemplar de noche ese es el Parlamento. Iluminado se convierte en una visión de cuento de hadas y adquiere el aspecto de un palacio al borde del agua. Tiene 168 metros de largo y 365 torres, una por cada día del año para recordar a sus parlamentarios que son responsables de su pueblo todos los días. Es el segundo Parlamento más grande de Europa después del de El Reino Unido. Y los 96 metros de su altura recuerdan un número mágico entre los magiares…

Si queréis hay cruceros que os dan un paseo de una hora por el Danubio de noche…Si no encontráis demasiada niebla es muy agradable y os dará otra perspectiva de la ciudad…Si finalmente decidís quedaron en tierra, acercaros a la basílica de San Esteban…la noche y la luz la producen un misterio especial.

Nueve puente comunican Buda con Pest…Todos ellos fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero eso no consiguió dividir en dos el corazón de la capital del país. Uno de los más bonitos, el llamado puente de La Libertad, magnético y magestuoso al caer la noche.

Una pequeña recomendación para los amantes de un escritor húngaro Sándor Marai. Un hombre de culto que fabulosa pluma no siempre entendido entre sus compatriotas hasta hace solo unos años.

Hay una placa conmemorativa en el edificio en el que estaba la casa del escritor. Fue destruída durante la Gran Guerra y ahora es un edificio moderno. Frente a él, un busto también recuerda su figura.

Y para acabar el día, otra experiencia inolvidable: los bares en ruinas. El primero, más antiguo y el que sigue conservando un sabor auténtico es el” Szimpla-kertmozi”, traducido literalmente “cine al aire libre”…

Uno de los cafés alternativos más populares . Está en 14 Kazinczy utea …El edificio tiene un amplio patio donde se proyectan videoclips y películas. Hay varios espacios y ambientes diferentes, pero todos con un denominador común: cierta decadencia “ruinosa” muy “chic”. De verdad que una copa en él sabe de otra manera…Fijaros en el cártel de la puerta…

El niño dice que no puede dormir y la anciana pide desesperada silencio. Vamos, que la marcha está asegurada hasta altas horas de la madrugada…