¿Y si Obama fuera español?

telecinco.es 12/10/2012 19:24

En EEUU muchas de las grandes historias comienzan simplemente con una conversación. La que os cuento a continuación tuvo lugar durante un vuelo entre Tampa y Nueva York. A mi lado Stacy, una veterana de la educación pública, me explicaba las razones por las que se hizo republicana:

“ Yo no creo que el Estado tenga que meterse en tu vida. Para mí, como para muchos americanos, lo importante no es que el Estado te pague todo, sino que te de la oportunidad de que tu te lo costées.“

Yo la escuchaba con respecto hasta que dijo algo que me pilló por sorpresa:

“Mi padre era demócrata, ¿sabes?. Muchos me dicen que se revolvería en su tumba si supiera que yo me he hecho republicana, pero yo sé que en los tiempos de ahora él también sería republicano porque los dos partidos han cambiado mucho, y porque nosotros no somos de un partido sino de una idea“.

Antes de nada hay que aclarar que a pesar de tener una izquierda y una derecha EEUU es ante todo un país tradicional. No siempre ha sido así, después de la segunda guerra mundial el país tuvo la oportunidad de elegir el camino del bienestar social. Podríamos pasar horas explicando qué es lo que pasó, pero baste con resumir que los demócratas no supieron aprovechar el tirón de los año 60. Fue durante esta década cuando muchos estadounidenses dejaron de creer, por ejemplo, en la pena capital, y cuando se fundaron las bases de los cambios que llegaron después como el aborto, los planes de pensiones o el control de armas. Pero pasaron los 70, y luego los 80 de Reagan. Para cuando Clinton llegó en la década de los 90, la posibilidad de europeizar el país quedaba tan lejos que lo único que pudo hacer fue pedirle a los gays que no hablaran de su sexualidad en el ejército. Por estas razones, y muchas otras, EEUU sigue siendo uno de los países más conservadores del mundo. Aquí van algunos datos que apoyan mis palabras:

- Según la última encuesta de Gallup el 61% de los estadounidenses apoyan en estos momento la pena de muerte. El 59% está en contra del aborto y al menos dos tercios del país no aprueban el matrimonio gay.

Con todos estos datos resulta difícil entender cómo un candidato como Obama ha conseguido llegar a la Casa Blanca, y lo que es más difícil, que su partido le permitiera hacerlo. Para explicar esta paradoja, o por qué esto es posible en América y no en ningún otro país del mundo, creo lo mejor será realizar un pequeño ejercicio mental. Imaginemos por un momento que Barack Obama fuera español:

Si Barack Obama hubiera nacido en España sería el hijo de una española y un emigrante, probablemente ilegal. Dado la afluencia de emigrantes subsaharianos que llegan a nuestro país lo más posible es que Obama fuese el fruto del amor entre un marroquí y una española. Pongamos que su barrio fuera también un estado lejano, como las Islas Canarias, y que su padre, deportado por el gobierno, hubiese dejado a su madre soltera. Como Barack el pequeño Obama español hubiese tenido que criarse con la ayuda de sus abuelos con pocos recursos y menos dinero. Pero gracias a las oportunidades para emigrantes que dan los colegios concertados en nuestro país, el Obama español hubiese obtenido una educación de calidad. Número uno de su clase, aceptado en ISADE por méritos propios, el Obama español hubiese entendido pronto su vocación de servir a los demás. Hubiese entendido, por ejemplo, que para ayudar tenía que meterse en un partido político, uno grande, y empezar de concejal. Después, y tras escalar del ayuntamiento a la diputación, y de la diputación al Congreso, el Obama español hubiese querido ser presidente pero , oh destino, se da cuenta que en España no existen las listas abiertas. El Obama español quiere traer nuevas ideas a su partido pero, oh fortuna, se da cuenta que en España no existen unas primarias reales. Por eso si Obama fuera español, no estaría en la política, ni sería presidente.