Natalia lleva a Ana a un restaurante, en el que el menú resulta ser el de la boda de sus padres. A raíz de ahí, Ana le cuenta a Natalia cómo fue su historia de amor, y qué no funcionó. Ella cree en el amor para toda la vida, y se imagina al lado de su chico para simpre. Natalia le ha pedido a Iván que mire bien a Ana, porque ya no va a volver a ser la misma después del cambio.